Hoy se reune el Consejo del Salario

El Consejo del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo se reunirá hoy con el objetivo de actualizar la reumuneración mínima formal, con una delegación de la CGT donde el moyanismo estará en minoría y tendrá que hacerse valer, a lo que se suma la participación de la central obrera de centroizquierda CTA y un empresariado endurecido. Este cóctel promete violentas discusiones.

Si bien se habló durante el fin de semana de llevar el salario mínimo vital y móvil a $ 1.500, lo que significaría un aumento de un poco más del 20% desde los actuales $ 1.240, los empresarios no lo aceptan y la puja entre gremios promete reclamos muy superiores.

Julio Piumato (judiciales), aunque sólo es un representante suplente de la CGT en el Consejo del Salario, anticipó a El Cronista que el moyanismo considera que

$ 1.500 está muy lejos de ser un número aceptable para su sector.

Fuentes de los sindicatos gordos y de los independientes hablaron de subir ese piso salarial a $ 1.640, o sea un aumento del 32%.

A su vez, Hugo Yasky, secretario general de la CTA, dijo que, junto a Pedro Wasiejko (neumáticos) y Pablo Micheli (estatales), plantearán un salario mínimo de entre $ 1.800 y $ 1.900, partiendo de una canasta base de $ 3.450. También pedirán la universalización de las asignaciones familiares y del seguro de desempleo.

Desde el empresariado, Héctor Méndez, presidente de la UIA, dijo que “hay sectores que no pueden dar aumento” y que “el problema no es el salario mínimo. El problema es que éste empuja hacia arriba la base, cuando otros sectores están en conflicto, como Adimra”. “Tenemos el salario mínimo más alto de América Latina, debe ser el doble de América Latina”, enfatizó.

Cristiano Rattazzi, de Fiat, remarcó: “Me opongo a aumentos excesivos del salario mínimo, aunque en mi industria no afectan. Hablar de $ 1.500 es excesivo. Hay estudios que muestran que el salario mínimo es más alto acá que en Brasil y Chile”.

Cuando le señalaron que $ 1.500 no alcanzaría para cubrir el costo de vida, Ratazzi respondió: “¿El costo de vida de quien? ¿una familia tipo? ¿y si después cierran las fábricas? A mí el sistema de devaluación e inflación tan afecto a los argentinos no me gusta”.

El Consejo se reunirá en el Ministerio de Trabajo, a las 10 de la mañana en comisión para presentar el temario y luego a las 17 en plenario, para lanzar el debate, que promete ser peleadísimo.

Lo que lo hará más espinoso, porque nadie querrá quedarse atrás, es que la delegación de la CGT tendrá 13 miembros titulares, pero sólo cuatro representarán al moyanismo, el propio Hugo Moyano (camioneros), Omar Viviani (taxistas), Roberto Fernández (colectiveros) y Mario Paco Manrique (Smata).

Cinco pertenecen a los sindicatos gordos, Armando Cavalieri (comercio), Oscar Lescano (Luz y Fuerza), Héctor Daer (Sanidad), Juan José Zanola (bancarios) y José Pedraza (Unión Ferroviaria), y por último, darán el presente cuatro independientes, Gerónimo Momo Venegas (peones rurales), Gerardo Martínez (construcción), Andréz Rodríguez (UPCN) y Juan Belén (UOM).

El Ministro de Trabajo, Carlos Tomada celebró el llamado al Consejo del Salario y destacó que la CGT haya decidido “conservar la unidad”, aunque en realidad esto se conseguiría a costa de que Moyano relegue protagonismo, algo que está por verse.

Por el sector empresario participarán del Consejo del Salario entidades del campo –Federación Agraria, Confederaciones Rurales, Sociedad Rural y Coninagro–; la Unión Argentina de Entidades de Servicios, la Cámara Argentina de la Construcción y las entidades que representan a los bancos. Las decisiones del Consejo se adoptan por mayoría de dos tercios. (CRONISTA)