Inflación: alimentos acumularon una suba del 6,6% en agosto

Después del pico de 7,4% de julio, la inflación volvería a ubicarse por encima del 6% en agosto. Es que los alimentos, entre otros factores, continúan traccionando al alza a los precios minoristas. De hecho, según relevamientos privados, este rubro ya acumula una suba del 6,6% en las cuatro semanas del mes. Además, alertan que, de mantenerse en niveles elevados, la brecha cambiaria puede impactar en otro rebote inflacionario en el futuro.

Según el relevamiento que realiza la consultora LCG, en la cuarta semana de agosto los alimentos presentaron un incremento del 1,7%, “desacelerando marginalmente respecto a la semana previa (-0,25 p.p.), y ubicándose en torno al promedio de lo que corre en el mes”. “En total, en las cuatro semanas la inflación acumulada fue del 6,6%, aunque tomando el promedio se reduce a 6,4% debido a las altas bases de comparación del mes de julio”, señalaron desde la firma.

“El porcentaje de productos con aumentos dentro de la canasta fue del 22%, siendo esta la octava semana con valores por encima del 20%. El ratio promedio de las últimas cuatro semanas se mantiene en un 25%, lo que significa que todos los productos de la canasta habrían registrado un aumento de precio en un mes”, agregó el informe.

Durante las últimas cuatro semanas, las “Verduras” encabezaron los incrementos (con un alza de 11,9%), seguidas por los “productos de panificación, cereales y pastas” (9,7%). Las “Carnes”, en tanto, fueron las que menos crecieron en el periodo: 3,1%.

El incremento en los alimentos le suma presión al IPC. De hecho, según estimó Eco Go, el dato de inflación de agosto se ubicaría en 6,7%. En la proyección, la firma destaca también las subas en Salud, Transporte y comunicaciones y Esparcimiento. “Los productos regulados impulsaron el indicador general del mes con subas en prepagas (11,34%), colegios en PBA (9%), tarifas de trenes y colectivos en AMBA (40%), combustibles (8,5% promedio) y expensas (entre 6% y 10%), entre otras”, remarcaron.

Por su parte, de acuerdo al último relevamiento de IPC GBA que realiza Ecolatina, se estimó una variación de 6,2% para este mes, debido a “un mayor deslizamiento cambiario, en conjunto con la inercia y los impactos puntuales del aumento de 40% en colectivos y trenes en el AMBA y la ronda de actualizaciones de precios previstas en prepagas (+11,3%) y expensas (+8% en promedio)”.

El impacto de la brecha en la inflación

Más allá de las subas de los alimentos y los distintos aumentos previstos, de cara a los próximos meses la brecha cambiaria podría impactar en la inflación. Así lo reveló un informe del a consultora Analytica, en el que destacó que en la “agenda Massa” figura como meta final reducir la inflación. Para ello, señaló, “es crítico que se reduzca la brecha cambiaria”. “Consolidarse en una meseta del 100%, como se observa desde su asunción, es una misión imposible. Ninguna consolidación fiscal o monetaria sustentable, y menos aún una baja de la inflación, pueden ocurrir en este escenario”, remarcó la firma.

Los riesgos, detalla, son claros. “Por un lado, con estos niveles de brecha se están incubando las condiciones para un nuevo rebote inflacionario ya que los precios de los bienes siguen rezagados respecto a la evolución del dólar bursátil. Por otro, si crece la percepción de cambio de signo político para fines de 2023 aumentan las probabilidades de una unificación cambiaria (con devaluación incluida) y así, se podrían anticipar estas dinámicas de ajuste de los precios a la evolución de los dólares financieros de los próximos meses”, remarcaron desde Analytica.

En ese escenario, desde la consultora analizaron si las empresas ya incorporan –o no- al dólar bursátil en sus estructuras de costos, anticipando una posible devaluación. La conclusión, afirman, es que sí lo hacen, “pero aún no en forma masiva”.

“Por el lado de los servicios no regulados, desde mediados del 2021 subieron por encima de la variación del dólar oficial. El impulso fue muy influenciado por el rubro ‘restaurantes y hoteles’, a partir de la apertura pospandemia. En tanto, los servicios regulados ajustan naturalmente por debajo, dado el retraso tarifario”, analizaron.

“La dinámica sectorial revela una importante heterogeneidad en la dinámica de ajuste de los precios. El 57% de los bienes y servicios del índice de precios al consumidor (IPC) sigue la variación del tipo de cambio oficial y la inflación norteamericana, principalmente porque así lo hacen las alimenticias y los productores de bebidas no alcohólicas, que representan el 27% del total. Del mismo modo responde el rubro de equipamiento del hogar, dentro de los cuales figuran electrodomésticos, bienes no durables y el servicio doméstico con peso mayoritario”, señaló el informe.

“En tanto, el sector de indumentaria, los textiles y el calzado, cuya participación en la canasta de consumo es de 9,9%, siguen las variaciones de los dólares financieros. Algo similar sucede con el sector automotriz y los productores de combustibles”, concluyó.

Fuente: Ambito