La UIA pide devaluación
La UIA decidió postergar hasta después de las elecciones la publicación de un informe crítico con reclamos para que el Banco Central deje subir el dólar. A cambio de su silencio público, la central fabril logró un cronograma de reuniones con técnicos del Central para debatir sobre el valor de la divisa. El jefe de la autoridad monetaria, Martín Redrado, buscó ayer minimizar la importancia de los encuentros. Pero el flamante presidente de la UIA, Héctor Méndez, confirmó por radio haber estado “charlando informalmente” sobre el tipo de cambio con quienes lo fijan. “Y lo continuaremos haciendo”, adelantó. Los industriales quieren que el billete verde se estire a una banda de entre 4,50 y 5 pesos.
El lobby de la UIA para que el dólar suba tras los comicios legislativos llegó hasta el Central. Tal como informó Crítica de la Argentina el miércoles último, los dueños de las fábricas tienen listo un estudio de unas doce páginas para rebatir la idea de que el peso “está moderadamente subvaluado respecto de su nivel de equilibrio”, como concluyó el Central en su último “Informe de inflación”. Tenían previsto difundirlo en las próximas horas.
El estudio fue girado antes desde la cámara patronal a los economistas Eduardo Curia y Aldo Ferrer, dos defensores de la devaluación. Este último dejó trascender parte de su contenido el lunes. Pero ayer, en una reunión de su Comité Ejecutivo, la UIA decidió no publicarlo. Apostará a las reuniones de los técnicos, aunque sin demasiadas expectativas de torcerle el rumbo a Redrado antes de las elecciones.
Los industriales quieren que suba el dólar para que se haga más caro importar bienes del exterior y para que caiga el costo de los salarios en dólares. Los gremios temen que eso vuelva a impulsar la inflación y mutile el poder adquisitivo de los trabajadores. El Central mantiene desde hace tiempo una política que apunta a evitar saltos bruscos, aunque avala subas para acompañar a otras monedas de la región.
La UIA sostiene que con la política actual se fomenta la fuga de divisas y la compra de dólares. Ésa es la posición que llevará a las reuniones técnicas con el Central y que ya acercaron la semana pasada dos de sus directivos al gerente general del organismo, Hernán Lacunza, y al director, Arnaldo Bocco.
En ese primer encuentro, el miércoles pasado, los industriales Pablo Challú (laboratorios nacionales) y Guillermo Gotelli (textiles) mostraron a los funcionarios una parte del informe de la discordia. Evitaron el fragmento donde acusaban al Central de haber redactado un estudio “parcial, con errores en el cálculo y malas fuentes de información, como la inflación del INDEC”.
Challú fue el factótum del texto junto al secretario general de la UIA, José Ignacio de Mendiguren. Pero ayer, en la reunión entre los ejecutivos en su sede de Avenida de Mayo y Lima, el empresario no dio el presente.
Hace tres semanas, Redrado recibió discretamente a Méndez en su despacho ubicado sobre la calle Reconquista. Hablaron del dólar pero también del promocionado acuerdo de intercambio de reservas con China, que hizo temer a los industriales una nueva “invasión” de productos asiáticos. Al final, la sangre no llegó al río, pero los empresarios apuestan a que con un nuevo equilibrio de poder tras las elecciones, el Gobierno avale un repunte de la divisa.
Escudados en el off the record, en el cuartel general fabril no ahorran críticas contra Redrado. “Éste es un programa monetario ultraconservador y de emisión real negativa, porque se emiten menos pesos que lo que haría falta para cubrir la inflación”, disparó ante este diario un directivo industrial. “Eso lleva a que suban las tasas de interés. Al revés de lo que está haciendo el mundo para tratar de reactivar”, agregó. La historia continuará. Pero después de las elecciones.(CRÍTICA DIGITAL)