La autopartista Mahle será rescatada a un costo de US$ 6 millones
La decisión del Gobierno de asumir el control de la planta que la autopartista alemana Mahle tiene en Rosario insumirá más de 6 millones de dólares y, al menos durante los primeros meses, exigirá que el Estado cubra pérdidas por una cifra también millonaria.
Aunque hasta el momento no ha sido definida la forma en que el Estado se hará cargo de la administración de la fábrica de aros de pistón, los funcionarios que encabezan la negociación (la ministra de Producción, Débora Giorgi, y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno) le aseguraron a Diego Verardo, gerente general de Mahle, que "el Gobierno no va a perjudicar de ningún modo a los accionistas" de la autopartista.
"Está claro que acá no hay una confiscación. El diálogo fue muy respetuoso", dijo Verardo a LA NACION. ¿Cuánto debería pagar, entonces, el Estado por las acciones (con los activos y los pasivos) de la planta que está parada desde hace casi tres meses? Los interesados que estuvieron más cerca de comprar la planta -aunque la oferta cayó por falta de respaldo financiero- habían ofrecido US$ 1,2 millones. Pero, además, se requiere una inversión para reactivar la producción. "Con 5 millones de dólares, esta planta está en condiciones de fabricación", estimó Verardo.
El desembolso destinado a evitar que se pierdan casi 500 puestos de trabajo (y a hacerse de una unidad productiva que el Gobierno calificó de "estratégica" para el país) será aún mayor si se considera que la fábrica venía perdiendo US$ 850.000 hasta que Mahle resolvió su cierre. En rigor, la fábrica venía trabajando a pérdida desde hace cinco o seis años, según el relato de Verardo, pese a lo cual Mahle invirtió en ella unos US$ 10 millones hasta noviembre último, cuando estalló la crisis y su producción mundial cayó más de 40%. "Mahle invirtió mucho dinero pensando en reconvertirla, pero hay una ecuación muy difícil, que es el volumen de producción por la cantidad de empleados. Hay una elevada cantidad de trabajadores. Hasta 220 empleados la planta sirve, da ganancias", dijo el directivo de Mahle.
La planta tiene 459 empleados, aunque hay unos 125 que ya solicitaron el retiro voluntario. En caso de que se concreten esas desvinculaciones, estimó Verardo, disminuirá el volumen de pérdidas, pero seguirá operando con un flujo negativo "durante 4 o 5 meses, hasta que genere suficiente volumen de ventas". En ese sentido, se mostró optimista porque el Estado, a diferencia de Mahle (que tiene más de 100 plantas en todo el mundo y mercados asignados a cada una), contará con mayor flexibilidad para "desarrollar una canal más grande".
Por otra parte, Moreno visitó ayer la sede de la UOM y les dijo al secretario general, Antonio Caló, y a los delegados de la planta rosarina que el Gobierno se hará cargo "mediante un fideicomiso", según relato uno de los asistentes. Allí, el secretario de Comercio Interior les anticipó: "Todavía hay que ver quién va a ser el administrador. Quizá pueda ser yo". (LA NACIÓN)