BANCO CENTRAL
La crisis de EE.UU. se sentiría en Argentina
El contagio internacional podría llegar por el canal financiero y el comercial.
Lo planteó en un documento que su titular, Martín Redrado, le entregó a Cristina Kirchner. Allí recomienda mejorar el superávit, vigilar los precios de las materias primas y estar atento a lo que pasa en Brasil y China.
Desde que llegó a la Casa Rosada, Cristina Kirchner tiene como costumbre pedir a sus funcionarios informes por escrito. Hace unos días el Banco Central le elaboró un paper de cinco carillas para responder a una pregunta que quita el sueño: si Argentina está aislada de la crisis que golpea a Estados Unidos, la primera economía del mundo. Y si, el país con su historia reciente, se podrá mantener de pie. El informe del organismo que dirige Martín Redrado remarca que no somos inmunes. Pero, a diferencia de otras veces, "hay margen de maniobra como para aislar a la economía de los efectos negativos".
En ese reporte, hoy en manos de la Presidenta y al que Clarín tuvo acceso exclusivo, el Central pasa el rastrillo a una situación poco conocida: el efecto contagio de una crisis nacida en el corazón financiero internacional. Hasta ahora, EE.UU. es la locomotora del mundo y no está claro si hay otros países que puedan sustituirlo en ese rol. Y Argentina, de acuerdo con el Central, "ha sufrido en su historia recurrentemente shocks externos que la convierten en la economía más inestable entre los países emergentes grandes".
Pese a que no prevé estrecheces, el Central señala que esta crisis se contagia por dos canales, el financiero y el comercial. Y advierte que habrá momentos de estrés con otros de relativa calma. Así, aconseja mantener o mejorar el superávit de las cuentas públicas como muestra de solidez fiscal, monitorear constantemente los precios de las materias primas que el país exporta y no perder pisada a lo que pueda ocurrirles a nuestros principales socios comerciales, China y Brasil.
Pero también tranquiliza al asegurar que no habrá problemas con el financiamiento que se requiere para este año.
Aquí los puntos más salientes:
Las crisis se transmiten del centro a la periferia a través del canal comercial y del financiero. En el primero se expresa en las cantidades que vendemos y en los precios que nos pagan. Y si bien a EE.UU. le exportamos poco, podría haber efectos por una caída en los precios: se recibirían menos dólares y se recuadaría menos por retenciones.
Se señala que los precios van a caer de los valores excepcionales de este último mes, aunque seguirán siendo más altos que los utilizados en el Presupuesto.
La actual crisis nacida en el corazón del sistema financiero norteamericano precipitó un ajuste brusco. Los bancos habían desarrollado un sistema de crédito para la vivienda que generó una burbuja. Hoy el valor de las deudas en EE.UU. es mayor que el valor de las propiedades.
Los consumidores norteamericanos deben más de lo que pueden pagar. Esto podría llevar pesimismo y retratroer excesivamente el consumo.
En el caso de la política seguida por el presidente Bush se observa falta de liderazgo y parece criticable que para salir de la recesión se base más en reducciones de impuestos que en subsidios o en aumentar el gasto público. Se expresan dudas acerca de si la baja de tasas de interés es un instrumento adecuado.
Advierte que el crecimiento mundial sufriría notablemente por la ausencia de su principal locomotora. Y la gran incógnita es si China, la India o Europa podrían asumir convertirse en la nueva locomotora. (IECO)