CDOR. RAÚL A. GALÍNDEZ
La especulación en índices y el destino del modelo
Una gran parte de los argentinos seguramente acepta como verdad revelada que los granos en los mercados mundiales accedieron a precios máximos históricos como consecuencia de la mayor demanda China e India y de los productores de biocombustibles.
Una fracción más ilustrada que la media agregaría la influencia de la baja del dólar respecto de otras monedas fuertes y la baja en los stocks internacionales de granos, y un porcentaje de esa fracción incorporaría el efecto de la especulación financiera.
Consiguientemente un buen número de compatriotas supone que la interacción los cinco elementos ha causado el fenómeno. Que estamos frente a un cambio estructural. Que el alza –independientemente de los movimientos que naturalmente se producen en todos los mercados- vino para quedarse.
Hasta se podría sospechar que si desaparecen las causas, desaparece el fenómeno. O sea, habría cambio estructural si, y solo si, las mismas tienden, en promedio, a mantenerse en el tiempo. En tal caso, Malthus finalmente habría tenido razón.
Veamos entonces cuánto hay de cierto ya que, si el diagnóstico no es acertado, menos lo serán las decisiones que tomemos en consecuencia. Tanto micro como macro.
Es cierto que los precios de los granos superaron los máximos históricos en dólares corrientes, no a moneda constante. De todos modos, ¿Esto significa algo?
No tenemos evidencia de que la demanda China e India, a la que habría que agregar la de sus países vecinos y la del África haya ejercido una influencia determinante. En el Pre Coloquio del IAEF (Rosario, 10.04.08) Ricardo Arriazu demostró que la mayor demanda generada por el aumento de la población urbana china apenas explicaría un 1% en el crecimiento del precio de los granos.
La baja del dólar respecto de otras monedas fuertes puede explicar algo, pero nadie ignora que esto se debió a la necesidad que frente a la crisis de las hipotecas –sub prime- la Reserva Federal debió ir bajando la tasa de referencia (2%) que, a la fecha está por debajo de la mitad de la fijada por el Banco Central Europeo (4,25%) y en el 40% de la dispuesta por el Banco de Inglaterra (5%). Pero este fenómeno está a punto de revertirse. Sin ir más lejos, el Euro, que llegó a superar U$S 1,60 en abril, al momento de escribirse el presente cotizaba debajo de U$S 1,50.
En cuanto a la influencia de los biocombustibles, no parece ésta, prima facie, demasiado relevante. Por lo menos al presente.
La baja en los stocks internacionales podría estar dando una pista, pero en teoría también pueden bajar por decisiones estratégicas de los gobiernos o de los mercados.
Finalmente, el rol de “la especulación financiera” es un tema que requiere un análisis mayor.
Hasta febrero de 2008, prácticamente todos los commodities (petróleo, metales, granos) veían creciendo, con sus más y con sus menos. Pero el 19 de ese mes, el barril WTI cierra por encima de los U$S 100, se desacopla de los otros commodities hasta el 3 de julio en que cierra en un máximo superior a los U$S 145, con consecuencias imaginables. A la Argentina la atrapa con el precio de los combustibles congelados y vuelan los agroquímicos en plena pelea Gobierno-Campo. Pero también lastima a los consumidores de EEUU, grandes usuarios de combustibles líquidos.
Es entonces cuando primero distintas comisiones del Senado, y luego la Commodities Future Tradings Commission (Ente Regulador de los mercados de futuros), la misma Reserva Federal (FED) y la Secretaría del Tesoro, comienzan a involucrarse. Advierten que los precios suben sistemáticamente por encima de los fundamentals (el mismo Presidente de la OPEP reconoció en varias oportunidades, sin especulación no debería superar los U$S 75) en mercados que no manifiestan escasez de oferta. Las características básicas de una burbuja están entonces presentes.
Y así se descubren una nueva categoría de especulador: el especulador en índices, excelentemente tratado en “El Testimonio de Michael Masters ante el Comité de Seguridad Interna y Asuntos Intergubernamentales-USA”, traducido por la Bolsa de Comercio de Rosario.
Ahí, Masters expone los modus operandi de fondos -no “buitres”, sino Fondos de Pensión Gubernamentales y Corporativos, Fondos de Bienestar Soberano, Talentos Universitarios, etc.- que, para cubrirse de la inflación, y ante las bajas tasas de interés en términos reales, descubrieron que la piedra filosofal estaba en el mercado de commodities. Con el agravante que cuanto más invertían más subían los precios, y más ganaban. Prácticamente se invertía la curva de demanda, generando una burbuja tal, tarde o temprano, explotaría, dejando las secuelas imaginables.
Se diferencia al especulador de índices del especulador convencional en que éste, además de darle liquidez a los mercados, opera profesionalmente. Tiene bien presente las reglas de la demanda.
Como el estudio se limitaba al mercado del petróleo, no se consideran aspectos humanitarios vinculados con los commodities alimentarios, tema que sí preocupaba a organismos tales como la FAO.
Pero esta vez, el Gobierno de EEUU no estaba dispuesto a esperar la producción del siniestro, esperable para el momento de la suba de la tasa de referencia de la FED, la baja de la de la Unión Europea, o ambas. De ahí que formal e informalmente se sugirió a los fondos que deshagan ordenadamente posiciones, bajo apercibimiento de intervenir directamente en los mercados.
Como consecuencia de ello, los precios del petróleo, granos, oro y monedas distintas del dólar fueron bajando, ordenada y efectivamente. A tal punto que a la fecha de este artículo están en los mínimos históricos a partir de los máximos alcanzados.
¿Y entonces qué? ¿Con qué nos quedamos? ¿Cambio estructural o burbuja? ¿Krupmann o Soros? ¿Gana Malthus o pierde Malthus?
Todavía no lo sabemos. Lo dirá el tiempo. Y será pronto, suponemos.
Lo relevante es que es una irresponsabilidad asignar a una baja importante en el precio de los granos probabilidad cero.
Podemos sí asegurar que la soja en U$S 300.- o el Euro en U$S 1,25 se llevan puesto “el Modelo”. Triste sería que se lleven puesto el país.
Por Cdor. Raúl A. Galíndez
Exclusivo para ELEVE
Raúl A. Galíndez egresó como contador público de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) en 1972. Realizó una Maestría en finanzas también en Universidad Nacional de Rosario (UNR), la cuál finalizó en 1997. Es el editor de Mergers News - Newsletter.
Forma parte de Colegio de Graduados en Ciencias Económicas de Rosario (ex vocal), Federación Gremial del
Comercio
e Industria de Rosario (ex vocal), Asociación Empresaria de Rosario, Cámara de Consultores de Rosario (vocal), Fundación Libertad de Rosario (ex vocal), Cámara de
Comercio
Chileno –Argentina del Litoral (ex Presidente). Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas. |