La industria nacional de videojuegos ya factura más de 50 millones de dólares
Muchos desconocen que en la Argentina también existe un sector de videojuegos que, gracias al crecimiento que experimenta la industria a nivel mundial, ya constituye mucho más que un nicho.
Los números hablan por sí mismos: entre 2006 y 2008, la industria argentina del videojuego quintuplicó sus ingresos y cerró 2009 con una facturación $ 25 millones superior a la del año anterior, según datos del Centro de Estudios para el Desarrollo Económico Metropolitano.
Por su parte la Asociación argentina de desarrolladores de videojuegos (ADVA) advierte que este sector factura anualmente cerca de 50 millones de dólares, aunque, por el momento, el 90% de lo que se produce, se exporta principalmente a los Estados Unidos y Europa. Entre los aspectos que favorecieron la fuerte expansión de la industria local en los últimos años, se encuentra el auge mundial de los videojuegos con niveles de facturación que ya superan a los de la industria del cine y a la difusión del juego en la población argentina, a pesar del alto grado de piratería abarcando usuarios de todas las edades y niveles de ingresos.
Se estima que actualmente hay 65 empresas que conforman el sector, de las cuales un 85% comenzó a operar a partir del 2000. La particularidad de las mismas es que se iniciaron informalmente en el domicilio particular de los emprendedores por el bajo costo de inversión que esto requiere. Sin embargo, el crecimiento que tuvo la industria posibilitó la transición hacia altos grados de formalización.
El sector emplea actualmente alrededor de 2000 personas, entre las que se destacan diseñadores, artistas e ilustradores 2D y 3D, programadores, ingenieros, testers y músicos cuya edad ronda los 27 años.
Fuentes de ADVA destacaron que “en los últimos dos años, la industria de los videojuegos explotó por la aparición de nuevas plataformas de distribución (smartphones, redes sociales, etc), que llevaron a los juegos a ser un producto de consumo masivo”.
Además, según datos expresados en la segunda encuesta nacional a empresas desarrolladoras de videojuegos, esta industria se caracteriza por una fuerte presencia de capitales nacionales (83%). No obstante, “es importante resaltar el importante flujo de inversión extranjera que ha absorbido el sector en los últimos años, el cual ha tomado diversas formas, entre ellas la compra total o parcial de empresas nacionales y la apertura de empresas internacionales en el país. Por ejemplo, en 2005 se produjo el desembarco de la multinacional Gameloft, una de las más importantes empresas de videojuegos del mundo.”
Uno de los aspectos que caracteriza a las empresas es la capacidad para generar juegos propios para los distintos tipos de plataformas existentes (Xbox, play 3, wii, etc), algo que hizo que, en poco tiempo, el sector pasara de ser considerado un mero prestador de servicios (favorecido por un contexto de mano de obra altamente calificada y relativamente económica para los precios del mercado internacional) a ser buscado por su experiencia comprobada en el logro de productor terminados.
DESAFÍOS. Una de las dificultades que atraviesa la industria es la baja disponibilidad de recursos humanos calificados, en el marco de una demanda de profesionales en alza por el vertiginoso crecimiento del sector en los últimos años. “Este fenómeno es común a todas las industrias del desarrollo de software, las cuales no logran cubrir los puestos de trabajo requeridos ampliando cada vez más la brecha entre la oferta y la demanda.” La encuesta revela, que “en las áreas que tienen mayor problema para conseguir personal, sobresale programación como la más votada, seguida por arte, producción y game design.” Por otro lado, la oferta de cursos y carreras universitarias está poco extendida. En la actualidad, Image Campus, la escuela Da Vinci y la Universidad Nacional del Litoral conforman la oferta de estudios terciarios. Por su parte, el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) ha lanzado recientemente la Diplomatura en Diseño y Desarrollo de Videojuegos, formación de postgrado específico en la materia, aunque el instituto ya contaba con una especialización titulada Ciencias de la Imagen, con una importante carga de temas de videojuegos.
Otra dificultad es la financiación y los riesgos que conlleva. Es un sector donde el riesgo de desarrollar un videojuego es asumido casi enteramente por las empresas, quienes una vez que el producto está terminado intentan comercializarlo. Es en este punto donde se enfrentan a la imprevisibilidad de la demanda, ya que no se sabe qué es lo que vuelve exitoso a un videojuego, como tampoco qué es lo que hace que el público elija tal o cual película y la posicione en la taquilla cinematográfica.
Según datos de la encuesta, la gran mayoría de las empresas del sector (9 de cada 10) deben recurrir a fondos propios para el desarrollo de sus juegos, y para el 29% de ellas no existe otra forma de financiamiento. “Alrededor de dos de cada diez firmas utiliza el apoyo de programas públicos, sea créditos o subsidios, considerado una modalidad más accesible que la financiación privada (créditos bancarios).”
En cuanto al mercado interno, los dos problemas más importantes que encuentran las desarrolladoras locales para la comercialización de sus juegos son: por un lado la piratería, que atenta contra la posibilidad de distribuir videojuegos propios en el país, pero también las importaciones ilegales, ya que la existencia de un mercado interno significativo actuaría de piso para que muchas de las nuevas desarrolladoras se fortalecieran y lograran una mayor experiencia que las fortaleciera antes de comenzar a exportar a un nivel más profesional.
(Tiempo Argentino)