NO VOLVERÍA A PRIVATIZARSE

La reestatización de Aerolíneas Argentinas fue aprobada en diputados

Tras más de trece horas de acalorado debate, el oficialismo logró dar el primer paso hacia la reestatización de Aerolíneas Argentinas y Austral: la Cámara de Diputados aprobó con 167 votos a favor y 79 en contra el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo, que debió ser sustancialmente modificado para lograr el respaldo indispensable de parte de la oposición.

Tal como ocurrió hace poco más de un mes con el proyecto de las retenciones móviles, la última palabra la tendrá el Senado. Aunque, en principio, al kirchnerismo enfrenta un escenario más cómodo, el recuerdo de la tensa madrugada del 17 de julio, y del ya célebre voto "no positivo" del vicepresidente Julio Cobos, asoma, ineludible en la memoria.

El plan del oficialismo prevé debatir el proyecto con media sanción de Diputados en el recinto del Senado en 15 días. La discusión comenzará la semana próxima con el tratamiento en las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Infraestructura, Vivienda y Transporte.

Modificaciones obligadas. Para lograr la media sanción en Diputados, el kirchnerismo debió ceder con cambios sustanciales al proyecto originalmente redactado por el Gobierno. Entre ellos se destacó la eliminación del proyecto de ley original el acta acuerdo que suscribió el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, y el grupo español Marsans, controlante de las aerolíneas.

Esa acta acuerdo establecía todo un procedimiento de negociación para que el Estado adquiriera ambas compañías, punto que fue objetado por diputados propios y opositores.

Además introdujo nuevas pautas para el rescate: en primer lugar, ratificó que será el Congreso el que deberá aprobar el precio de adquisición de las acciones. Esto no constaba en el acta acuerdo. Además, incluyó una nueva fórmula de tasación de las empresas, distinta de la concebida por Jaime y Marsans.

Otro cambio fue la prohibición del Estado a ceder la mayoría accionaria de las aerolíneas, "la capacidad de decisión estratégica y el derecho de veto". Concretamente, esto significa que el Estado podrá incorporar capitales privados en las compañías, pero no podrán poseer más del 50 por ciento de las acciones.

Con estas modificaciones el oficialismo logró el respaldo no sólo de algunos diputados de la oposición, sino también de los legisladores que responden al vicepresidente Julio Cobos y hasta de kirchneristas que cuestionaban el proyecto original.

Demoras y discursos encendidos. El tratamiento del proyecto en el recinto arrancó con dos horas de retraso, poco después de las 12.30.

En medio del debate parlamentario en la Cámara baja, el titular del bloque de la Coalición Cívica, Adrián Pérez, había ratificado que su bloque no estaba dispuesto a "convalidar el robo" y había acusado al oficialismo de llevar adelante la compra "fraudulenta de una deuda de 900 millones de dólares".

En un encendido discurso, Pérez había destacado que la oposición buscó con su proyecto crear una nueva empresa, que "arranque de cero y sin deuda", que mantengan las rutas de vuelo y a los 9000 empleados que forman parte de la compañía.

El diputado también había manifestado que "la oposición" debía controlar al Gobierno para que "haya un buen gobierno". Y había agregado: "Jaime, lo que usted hizo está mal. Es necesario que se rechace el acta acuerdo de Jaime y Marsans. En este proyecto no se anuncia y eso es la convalidación".

El último orador en el debate fue el jefe del bloque kirchnerista, Agustín Rossi, quien sostuvo enérgicamente, minutos antes de la votación: "Vamos a hacernos cargo de un problema, al identificar cuáles son los elementos y sujetos sociales a defender". (LA NACIÓN)