Las tasas bajan, pero por la escalera
El Banco Central reconoció que la salida de depósitos durante el segundo trimestre, junto con la mayor demanda de dólares y la suba de las tasas de interés, sólo alcanzó para cumplir “al límite” su programa monetario. El cimbronazo financiero se relacionó con las consecuencias del conflicto agropecuario y la incertidumbre en los mercados, que marcaron el ritmo de un trimestre que atravesó su peor momento en mayo y que comenzó a recuperarse en junio, en términos financieros.
Durante mayo, de acuerdo con un informe del Central divulgado ayer, los depósitos a la vista (cajas de ahorro y cuentas corrientes) cayeron un seis por ciento.
Respecto de las tasas de interés de corto plazo, en abril y mayo pegaron un salto que se frenó al mes siguiente. A principios de junio los bancos privados llevaron las tasas por los depósitos hasta 18,4 por ciento en promedio, para bajar en forma gradual al 16,25% al final del mes.
El seguimiento del programa monetario publicado por la entidad que preside Martín Redrado asumió que el promedio del circulante en poder del público más los depósitos a la vista (denominado M2) se ubicó en el período “cerca del límite inferior de la banda establecida para el mes”, como consecuencia de “un trimestre atípico en cuanto a la evolución de los depósitos”. Sin embargo, el Central sostuvo que el sacudón “no estuvo relacionado con las condiciones del sistema financiero ni con los fundamentos de la economía”.
Para contrarrestar la incertidumbre de los ahorristas e inversionistas, en momentos en que volvía a registrarse la postal de largas colas en los bancos para canjear depósitos por dólares, el BCRA “generó diferentes mecanismos de provisión de liquidez, tanto en pesos como en moneda extranjera, de manera de retornar al escenario base”, lo que permitió que “a partir de junio se fueron normalizando paulatinamente las condiciones monetarias”.
En el último año, la cantidad de dinero en condiciones de ser utilizado como medio de pago creció 14%, de $ 134.385 millones a 156.085 millones de pesos, por encima de la inflación oficial registrada por el INDEC (en torno del 8 por ciento) pero muy por debajo de la evolución de los precios, según los analistas del sector privado, de alrededor de 25 por ciento. La evolución alcanzó sin embargo para completar “veinte trimestres de cumplimiento de las metas monetarias”.
Mientras que en el trimestre el dinero en poder del público y el total de depósitos en pesos (M3), que constituye el agregado en moneda nacional más amplio, creció en 3.000 millones de pesos, lo que equivale a 1,2 por ciento. “Los depósitos totales explicaron más de la mitad de este crecimiento, pero con una evolución dispar en lo que se refiere al comportamiento de los distintos tipos de depósitos”, de acuerdo con la entidad monetaria. (CRÍTICA DE LA ARGENTINA)