Los autos 0 km aumentaron hasta un 35% en un año
Los precios de los automóviles 0 kilómetro no escapan a la situación de la economía en general, y vienen sufriendo alzas progresivas en los últimos meses. Los aumentos que se relevaron, que incluye a algunos de los modelos más populares del mercado argentino oscilan entre un 5 y un 35 por ciento en los últimos doce meses. El dato surge de las listas de precios que difunden las terminales, que desde enero de este año también arrojan algunas subas que superan ya los dos dígitos.
Pese a que el aumento en los precios y en las tasas de interés dificultaron un poco más el acceso a un auto nuevo, las ventas con algún instrumento financiero ganan espacio, aunque la mayoría de las operaciones aún se hacen al contado, a diferencia de lo que ocurría en la década pasada.
Con todo, en los primeros cinco meses de este año se vendieron 22.168 autos más que en el mismo período de 2007. O, en otras palabras, el volumen de ventas aumentó un 11,4%, más que el consumo global de la economía.
Las terminales ofrecieron argumentos variados para las subas: la revaluación del euro y del real -que encarecieron las autopartes y los vehículos extranjeros-, los aumentos salariales en la industria local -que encarecieron también las autopartes que se fabrican aquí-, los mayores costos energéticos y logísticos, e incluso los cambios o las mejoras aplicadas en algunos modelos (en los casos de Ford y Fiat). Otras dos empresas comentaron que en las últimas semanas debieron mover las piezas en avión -a un costo mayor, lógicamente- por los cortes de ruta. "¿No hubo aumentos en los márgenes?", preguntó LA NACION en una de las multinacionales radicadas en el país. "¿En la Argentina? No, olvídese", fue la respuesta.
Diferencias
Más allá de los argumentos, los precios de las terminales son difíciles de conseguir. Hay retoques en los concesionarios: rara vez coinciden los valores ofrecidos por los vendedores con los que figuran en las listas publicadas en los diarios. Los precios suben, además, si se opta por incluir los costos de patentamiento y seguro, hasta llegar a lo que en la jerga se denomina "precio final puesto en la calle".
Hay otro salto adicional: el que surge del costo financiero, cuando el cliente opta por pagar el auto en cuotas, una opción a la que sólo se puede acceder si se cuenta con un ahorro: tal como sucede con los inmuebles, nunca se puede financiar el ciento por ciento del valor del automóvil. Esta opción está reservada para los planes de ahorro, una alternativa que implica, claro está, un período de espera -más largo que el ineludible por las demoras en las entregas de fábrica- hasta la adjudicación del rodado.
Así, el Volkswagen Gol, el auto más vendido de la Argentina, cuesta $ 28.170, según el precio de lista de la empresa, o alrededor de $ 33.500 si se paga al contado en un concesionario, y hasta más de $ 48.000 si se financia, por ejemplo, un 70% del valor contado en 60 cuotas fijas de 900 pesos, tal como ofrecieron en un concesionario oficial de la marca.
Otro ejemplo: el Chevrolet Corsa, el segundo auto más vendido en el país, cuesta $ 29.660 en su versión Classic tres puertas, según la lista oficial. En uno de los concesionarios oficiales, lo ofrecen a $ 33.240, sin los gastos de patentamiento. En otro, se puede conseguir a $ 35.100 "puesto en la calle". Si se opta por financiar la mitad de ese valor en cómodas 60 cuotas, el precio actual asciende a más $ 49.000 si, al igual que en el ejemplo anterior, se considera para el cálculo una tasa de interés del 14%.
"Las tasas se fueron todas para arriba. Ahora tenemos una promocional del 9,75 por ciento anual, pero en cualquier momento la levantan porque es irreal para el mercado", dijeron en un concesionario de Volkswagen de Capital Federal. Lo mismo ocurre en otros casos: ya sea por la inflación, la falta de instrumentos alternativos o la incertidumbre generada por el conflicto entre el campo y el Gobierno, financiar la compra de bienes durables es cada vez más caro.
Curiosamente, esto no ha impedido que cada vez más gente lo haga: "Siempre es más conveniente comprar al contado, pero aun así está aumentando el número de compras financiadas. Hay una tendencia a incrementarse. Pero es financiamiento que genera la propia terminal", aclara una fuente de una de las empresas del sector.
Según datos de Acara, uno de cada tres autos vendidos en mayo se vendió bajó algún esquema de financiamiento. Esto incluye los planes de ahorro, la tercer opción más popular, por detrás de los bancos y las financieras vinculadas a las terminales.
"En la década del 90, la venta financiada trepó hasta el 70 por ciento del mercado, que es un porcentaje similar al que hoy existe en México o Brasil. Ahora, en esos dos mercados lo interesante es que prácticamente el 30 por ciento del mercado se financia con leasing, una herramienta que acá es prácticamente inexistente", dijo el director general de Acara, Horacio Liendo.
Liendo argumentó que aquí el leasing es "poco atractivo", en parte porque no goza de deducciones impositivas, como sí ocurre en otros países. "No se trata de privilegiar a un sector, sino de no castigarlo. Al sector automotor se lo castiga porque al auto no se lo considera un bien de capital", completó. (LA NACIÓN)