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Los bonos ecológicos producen corrupción

La utilización de bonos verdes para bajar la emisión de gases que afectan el cambio climático fue un fracaso, porque hay países que generan "supergases", para luego plantear proyectos de reconversión y ganar esos créditos, dijo la secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Romina Picolotti.

De todos modos, el Gobierno promueve la utilización de los bonos creados dentro del Protocolo de Kioto. Se están usando especialmente para proyectos de quema del gas metano que liberan los depósitos de basura.

También están aprovechando los bonos verdes la empresa Aluar; Frío Industrias Argentinas S.A. y Deheza Generación Eléctrica.

Está en evaluación a nivel local un proyecto de Molinos Río de la Plata, para generar electricidad utilizando vapor.

Cada bono verde, crédito de carbono o certificado de reducción de emisiones,como se los conoce, se emite por tonelada de gases efecto invernaderoque se evita liberar a la atmósfera. Son emitidos por la Junta Ejecutiva del Mecanismo para un Desarrollo Limpio, de la ONU.

El titular del proyecto luego vende esos créditos y así recupera parte de la inversión. El principal comprador es el Banco Mundial, porque hay países que han creado fondos con apoyo de la entidad para luego colocarlos bonos en mercados como el de Londres.

La Argentina y Brasil pedirán este año en Montreal –Convención sobre la capa de ozono– un compromiso para que se acelere la eliminación de un supergás que se utiliza en la industria del frío, el que también está en el Protocolo de Kioto.

Asimismo, Picolotti enfatizó a El Cronista que el Protocolo de Kioto preveía la ayuda de países de desarrollo a los más pobres en la lucha contra el cambio climático, y que esto nunca se cumplió.

Por ese motivo, dijo que Argentina y Brasil acordaron llevar una propuesta conjunta este año a la Convención de Montreal,para crear un fondo con aportes de países desarrollados a fin de financiar medidas en los que están en vía de desarrollo.

"Esto es lo que hace falta y no un mercado de bonos donde el supergás de la refrigeración cotiza más que el monóxido de carbono, o sea que yo como Estado produzco el primero y lo capto, para sacar más plata de los bonos y el clima qué me importa", remarcó Picolotti.

No obstante, dijo que "el Estado argentino no puede desaprovechar la oportunidad que ofrecen los bonos verdes y la posibilidad de que las empresas aprovechen esa ventaja económica para reducir el efecto invernadero a nivel local. Además, acá no estamos produciendo supergases", aseguró.

El Protocolo de Kioto sobre el cambio climático es un instrumento internacional que tiene por objeto reducirlas emisiones de seis gases provocadores del calentamiento global en un porcentaje aproximado de un 5%, entre 2008 y 2012, en comparación con las emisiones de 1990. Esto no significa que cada país deba reducir sus emisiones de gases regulados en un 5%, sino que cada país tiene sus propios porcentajes.

Este instrumento se encuentra dentro del marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc), suscrita en 1992.

Fuente: EL CRONISTA COMERCIAL