Los commodities reemplazan al dólar y temen la creación de una nueva "burbuja"
Hace un año se hablaba de la peor crisis de la historia. Los inversores de todo mundo huían despavoridos de todo activo riesgoso. Buscaban en manada protegerse en los bonos del Tesoro americano y en el dólar, como si estos fuesen una suerte de “Arca de Noe” que les permitiría refugiarse del diluvio financiero universal.
En tanto, las commodities se desplomaban, y el precio del petróleo se derrumbaba desde u$s150 el barril a menos de la tercera parte de su valor. Los precios de las casas estadounidenses se pincharon, el desempleo tocó niveles récord y centenares de miles de personas no podían hacer frente al pago de sus hipotecas.
Los principales Gobiernos del mundo se vieron obligados a inyectar millonarias sumas de dinero para rescatar bancos y empresas.
Pasó apenas un año. Los analistas comenzaron a vaticinar que la crisis podría ser más corta de lo pensando inicialmente y comenzaron a multiplicarse las voces que auguraban que la recuperación se iba a dar antes de lo previsto. Incluso, muchos de ellos marcaron que comenzaría a finales del presente año.
Y estos vaticinios sirvieron para que se geste un incipiente movimiento, impensado tiempo atrás:
* Comienzan - poco a poco - a desarmarse las tenencias en moneda estadounidense (los bono del tesoro de los EE.UU. pagan casi un 50% más de tasa que hace un año, al ser menos atractivos)
* Los inversores salen de sus refugios en busca de activos más riesgosos, y países como Brasil reciben un gran flujo de capitales. Esa mayor oferta derrumba al dólar frente al real, que se apreció 17% en apenas cinco meses
* La soja, que en el peor momento de la crisis llegó a estar en u$s290. Ahora ya se acerca a los u$s450 (vale decir, aumentó casi el 55 por ciento)
* El petróleo vale ahora u$s69, cuando su cotización llegó a estar en 39 dólares
* China volvió a mostrar un repunte de su economía y las pronósticos hablan de un alza de su Producto Bruto Interno (PBI) de un 6,5% para este año
* Las bolsas del mundo registran desde principio de año fuertes subas, como por ejemplo, Moscú y el Bovespa, que ganaron el 80 y 74%, respectivamente
* Incluso el precio de las casas en los EE.UU. volvió a sorprender a muchos con un repunte en sus precios
¿Qué pasó en el medio? Algunos expertos señalan que, a diferencia de décadas pasadas, las burbujas suelen inflarse y, a su vez, pincharse más rápido por la cantidad de instrumentos financieros que se han ido creando.
Otros explican que la recuperación es producto de los salvatajes aplicados por los Gobiernos, en particular el de los EE.UU., aunque resaltan que esta megafiesta en la que se repartió tanta masa de dinero derivará en una alta inflación que, por ahora, no está en vías de resolución dada la urgencia de resolver primero la crisis.
También resaltan que este “veranito financiero” no implica que dicha crisis esté completamente erradicada. Sostienen que el número de desempleados que se generó a nivel global es muy alto y que se va a tardar un cierto tiempo para que vuelvan a ser contratados por las empresas.
Si bien se estima que los coletazos persistirán, también es cierto que el clima que se respira es otro.
Para Juan Llach, director del IAE Business Schooll, “la economía mundial se está estabilizando y empieza una recuperación, que se dará para el tercero o cuarto trimestre de este año”,
Su diagnóstico fue compartido por Jorge Avila, economista del CEMA: “A partir de mediados de marzo se observa una nueva etapa de la crisis mundial, que se expresa por el aumento de las bolsas de EE.UU. y países emergentes, por una caída del dólar frente a otras monedas – lo que significa que la gente abandona activos de refugio – aumento de las commodities y un retorno de los capitales financieros a algunos países de América latina.”
Los últimos datos macroeconómicos conocidos revelan un escenario distinto al que la crisis ha acostumbrado a los inversores. Reflejan una situación más estable y da pie a los operadores para apostar por activos más riesgosos.
Los capitales parecen haber salido en alguna medida de la “trinchera”, bonos del Tesoro y dólar, para volcarse gradualmente hacia inversiones con otro estatus de mayor riesgo. Al respecto, el economista Tomás Bulat dio una síntesis de cual es el panorama actual y que es lo que viene:
Que las bolsas suban ante indicadores positivos y tomen ganancias acotadamente tras la fuerte caída, parece una cuestión obvia. Pero hay que tener en cuenta que esa normalidad en el comportamiento de los mercados no se registraba desde hace casi un año, previo a la caída de Lehman Brothers.
Los bonos de EE.UU. marcan la antesala del inicio de la recuperación Los rendimientos de los bonos americanos de largo plazo pagaron durante buena parte del 2008 tasas del orden del 4,5%, en tanto que las de los de 10 años oscilaron entre el 3,5 y el 4 por ciento.
Pero la alta demanda producto de la debacle hizo que en el último trimestre del año pasado, los mismos se derrumbaran al 3 y 2,5% respectivamente.
Desde mediados de diciembre a esta parte, el menor atractivo como refugio derivó en el repunte de ambas tasas, tal como puede apreciarse en el gráfico:
“El dinero se está yendo de los bonos a otras áreas”, aseguró Thomas Roth, analista internacional de Dresdner Kleinwort. “Durante el año pasado hubo una fuerte atracción hacia este activo, pero las cosas fueron mejorando y los inversores han ido saliendo de ellos", afirmó.
Las bolsas también buscan su revancha En lo que va del año, la mayoría de las bolsas del mundo muestran una fuerte corriente de ganancias, liderada por el RTSI de Moscú, que avanzó un 82% en dólares, seguido por el Bovespa, que ganó un 73,7%. En este contexto, y aún con un escaso flujo de capitales, el Merval avanzó un 41 por ciento.
Daniel Marx, ex secretario de finanzas, afirmó a iProfesional.com que “desde el punto de vista financiero la crisis se estabilizó y con ello empiezan a subir los mercados”.
Hacia un nuevo equilibrio de monedas Junto a esta menor aversión al riesgo, el dólar se fue debilitando con relación al euro y a monedas de países desarrollados y emergentes. Todo esto se viene dando como parte de un lento proceso, dada la dificultad en identificar otros activos alternativos.
Respecto a otras divisas (a excepción del peso argentino que avanzó en sentido contrario), la moneda estadounidense mostró las siguientes caídas, dando lugar a un nuevo escenario de paridades:
Paradójicamente, en la principal potencia del mundo, ocurre que si las condiciones financieras de EE.UU. mejorar, su moneda se devalúa, pues deja de ser refugio.
Tal como subrayó Avila, “el dólar se debilitó en el mundo y seguirá así un tiempo, que dependerá en gran medida del crecimiento en la tasa de inflación estadounidense". “No creo que los EE.UU. permita una suba de precios superior al 2 o 3% anual. Cuando esto empiece a sentirse, dicha debilidad se va a revertir”, advirtió.
Una de las formas para revertir esta futura escalada inflacionaria es subiendo la tasa de interés. “Si los Estados Unidos tiene que absorber dólares, deberá subirla”, sostuvo Daniel Marx.
Y ahí es donde la mayoría de los expertos consultados ponen “el semáforo en amarillo” y encienden su voz de alerta: “El aumento de las tasas ante la expectativa de una mayor inflación es un tema que hay que seguir muy de cerca” subrayó LLach, quien afirmó que si esto ocurre también producirá un efecto no deseado (y conocido por todos): encarecerá nuevamente el costo de las hipotecas.
Las commodities vuelven a cobrar protagonismo En este escenario las commodities vuelven a tomar el timón de mando. Por un lado, la tendencia alcista que han encarado el petróleo, el oro y las materias primas agrícolas hace que los inversores encuentren en estos sectores una alternativa interesante para volcar su capital.
“En los últimos meses reapareció el superciclo de las commodities, que había sido interrumpido por este crac en el que desapareció la demanda de China”, expresó el analista internacional Jorge Castro.
Así lo constatan tanto analistas finacieros internacionales como el mercado de futuros de Chicago (el más importante del mundo):
Jorge Todesca, de Finsoport, explicó a iProfesional.com que parte del alza de las commodities “refleja que son activos de inversión”. Las subas de las últimas semanas, según el experto, “dan cuenta de que hay mayor liquidez y que la misma se debe a una economía internacional que se espera se recupere en el segundo semestre de este año y durante 2010”.
El CEO de Finsoport agregó que “por un lado, esto tiene que ver con que no hay otras opciones de inversión. Además, en los últimos 60 días los aumentos fueron fuertes, y debe tenerse en cuenta que la renta financiera está por el piso”.
“Hoy las commodities se ven como una interesante opción, en especial las que pertenecen al rubro de alimentos, porque la demanda no ha caído”, concluyó Todesca.
Castro coincidió con Todesca, al afirmar que la suba de las materias primas las convierte nuevamente en atractivos activos.
“En materia de alimentos las subas fueron de 50%, mientras que en el caso del petróleo se registró un crecimiento de 75%, si se considera como punto de partida de la crisis la caída de Lehman Brothers”, agregó el ex secretario de Planeamiento.
Castro apuntó además que “con las subas de las commodities, los mercados de futuros cobran un nuevo impulso y esto a su vez ayuda a que se reactive el crédito, que es lo que desapareció con la crisis”.
Las materias primas experimentaron en mayo su mayor rendimiento mensual en 34 años, después de que la sostenida depreciación del dólar consolidó la demanda de éstas como cobertura ante la inflación.
El índice Reuters/Jefferies CRB, que incluye la cotización de 18 commodities, entre energéticos, metales y agrícolas, acumuló un rendimiento de 12 por ciento en mayo, su mejor desempeño desde julio de 1974, beneficiado por la mala performance de la divisa estadounidense en relación a una canasta de 6 monedas de referencia. Este indicador, muy tenido en cuenta por los analistas financieros, viene registrando un alza del 35% en lo que va del presente año.
* El petróleo registró su mayor ganancia mensual en una década * La plata obtuvo su mayor rendimiento de un mes en 22 años * El galón de gasolina repuntó más de 30 por ciento en mayo * Los metales preciosos avanzaron a nuevos máximos * El maíz y la soja cerraron en los valores más altos desde el pasado septiembre
En lo que va del año el crudo es la materia prima con mejor recorrido, pues en sólo cinco meses acumula una ganancia de más del 50%, seguido por el azúcar y la soja, que avanzaron en los mercados internacionales entre el 30 y el 40 por ciento.
¿Hacia una nueva burbuja? El secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Abdalá El Badri , sostuvo que él espera que el precio del barril de crudo se sitúe entre los u$s75 y u$s77 hacia finales de año.
La especulación financiera, que antes de la crisis económica provocó una fuerte escalada del petróleo, "está volviendo" a las materias primas, señaló El Badri.
Al ser consultado por las razones de la considerable suba que ha experimentado el precio en los últimos días, reconoció que una parte corresponde a la actividad especulativa en los mercados de futuros.
El crudo West Texas Intermediate, llegó también a su pico récord en siete meses, a cerca de los u$s70 el barril.
“El apetito por el riesgo aumenta de manera lenta pero segura”, señaló un informe Barclays Capital, que también resaltó que los inversores institucionales, los fondos de riqueza soberana y los gerentes de carteras vuelven a inclinarse por las commodities.
El futuro Según dan cuenta los anaistas internacionales, los mercados más prometedores para el 2009 son los granos y el azúcar, que podrían beneficiarse no sólo por una recuperación en la economía global sino también por la caída de los suministros y la creciente demanda de alimentos.
"Pase lo que pase, pienso que podemos anticipar un rebote en los precios de los productos agrícolas que podrían ser los primeros en tener lugar", sostuvo Philippe Chalmin, reconocido analista internacional.
El experto enfatizó que la demanda de alimentos sería una de las primeras en recuperarse tras el fin de la crisis, beneficiando a los países productores.
Sin embargo, es importante destacar que esta tendencia es acotada, ya que las condiciones económicas todavía resultan ser muy complicadas.
En tal sentido, algunos gurúes, como Nassim Taleb, autor del ya clásico libro “Cisne Negro”, consideran que la “próxima temporada” de la crisis global tendrá como protagonista a una elevada y peligrosa inflación como hilo conductor (ver nota: Un conocido fantasma vuelve a escena para asustar a la economía global).
Sus afirmaciones no quedan como simples profecías, ya que la firma Universia Investments, relacionada con Taleb ha lanzado un “Fondo de Inflación”, cuya estrategia se basa en grandes inversiones en opciones ligadas a materias primas, así como también a acciones de compañías petroleras y mineras.
Además, el fondo apostará en contra de los bonos del Tesoro americano, que suelen debilitarse bajo condiciones de inflación.
Pero el horizonte inflacionario no sólo está en el pensamiento de Taleb, ya que la misma canciller alemana, Angela Merkel, lanzó fuertes críticas sobre el accionar de los bancos centrales de Occidente, a los que acusa de haber emitido grandes cantidades de dinero, que pueden llevar a una suba generalizada de precios impredescible y muy difícil de contener en el futuro. (Ver: “Los bancos centrales pueden sembrar la semilla de la próxima burbuja”)
Perspectivas A partir de ahora, la segunda temporada de la crisis global se contará a partir de la recuperación del precio de las materias primas, del menor atractivo del billlete verde como refugio, de la apreciación de algunas monedas y del reacomodamiento relativo entre ellas.
Claro está, que para llegar a este capítulo de la serie los Gobiernos del mundo debieron inyectar al mercado billonarias sumas de dinero en concepto de salvatajes.
Todo parece indicar que, si no se logra reabsorver a tiempo esa enorme masa de dinero volcada al sistema, el mundo se encamina peligrosamente hacia el retorno de elevadas tasas de inflación, y éste puede ser el argumento central para contar la "tercera temporada".(INFOBAE PROFESIONAL)