Los laboratorios Merck compraron Schering Plough Corp por U$S 32.600 millones
La farmacéutica estadounidense Merck & Co. acordó comprar a su rival Schering-Plough Corp. por US$ 32.600 millones en lo que constituye el más reciente intento del sector por diversificarse para sortear la crisis económica y los impredecibles vaivenes del desarrollo de fármacos.
La compra de Schering-Plough se produce en momentos en que el laboratorio suizo Roche AG está cerca de sellar un acuerdo para adquirir el 44% del pionero estadounidense de la biotecnología Genentech Inc. que aún no posee. Pfizer Inc., a su vez, anunció hace sólo seis semanas la compra de Wyeth por US$ 68.000 millones.
Con el acuerdo, valorado en US$ 32.600 millones, Merck abandona su tradicional dependencia de su investigación propia y de pequeñas compras para impulsar su crecimiento. En su lugar, la compañía se une a otras grandes farmacéuticas que ahora opinan que su tamaño y alcance son la clave para el éxito a largo plazo. Los tres acuerdos crean empresas más grandes, diversificadas y menos dependientes de la investigación y desarrollo (I&D) tradicional de medicamentos. La adquisición de Wyeth le aporta un portafolio de fármacos biotecnológicos, vacunas y productos de consumo a Pfizer. De manera similar, Schering-Plough le proporciona a Merck negocios de biotecnología, salud del consumidor y salud animal, así como una mayor presencia en Brasil, China y otros mercados emergentes.
Muchos ejecutivos del sector creen que ya no se puede depender del descubrimiento de nuevos fármacos, que son demasiado impredecibles. Así que han empezado a imitar a rivales como Johnson & Johnson y Abbott Laboratories, que cuentan con una variada gama de productos, desde aparatos médicos hasta artículos de consumo masivo como el enjuague bucal Listerine. Richard Clark, presidente ejecutivo de Merck & Co., reconoció que el deseo de diversificarse es uno de los principales motivos detrás de la unión con Schering. "Dado el panorama externo, realmente todo depende de la cantidad y especialización de los productos", aseveró en una entrevista.
La consolidación del sector es impulsada por una dura realidad: los principales laboratorios perderán la patente de sus medicamentos de mayor venta en los próximos años y no están produciendo nuevas medicinas a la velocidad suficiente para seguir creciendo al ritmo de los últimos años. Las farmacéuticas buscan consolidarse para reducir costos al combinar sus operaciones de investigación y de ventas y eliminar redundancias.
La industria será dominada por unos pocos colosos. Aunque sus laboratorios no tienen el poder de antaño, su portafolio de productos sigue aportando holgados márgenes de ganancia, otorgándoles el efectivo que necesitan para realizar más compras.
"Son muy pocas las empresas en busca de reducidas oportunidades de ingresos, de modo que tiene que haber consolidación", dice Tim Anderson, analista de Sanford C. Bernstein & Co. "Si se cuenta con efectivo y el valor de las empresas que se quiere comprar es más bajo, es el escenario perfecto", agrega.
En opinión de los analistas, las farmacéuticas que probablemente protagonizarán la próxima ola de consolidación serán Eli Lilly & Co., Bristol-Myers Squibb Co., AstraZeneca PLC, Sanofi-Aventis SA y Johnson & Johnson. Una serie de factores, incluyendo alianzas, la expiración de sus patentes y su capacidad para digerir múltiples adquisiciones ayudarán a distinguir los compradores de los vendedores. Novartis AG busca comprar una empresa suiza de productos oftalmológicos y ha señalado que es "altamente improbable" que haga otra gran compra. La británica GlaxoSmithKline PLC ha indicado que no le interesan las megafusiones.
Si el acuerdo se cierra en el cuarto trimestre, tal y como está previsto, Merck se convertirá en un gigante con ventas anuales de US$ 46.900 millones en 140 países, con productos tan variados como el medicamento contra la diabetes Januvia y las plantillas Dr. Scholl.
La fusión con Schering-Plough representa un drástico giro de estrategia para Merck & Co., que había dedicado los 118 años de su existencia a los fármacos que requieren receta médica desarrollados por su laboratorio o comprados a compañías pequeñas y medianas.
Schering-Plough también había optado por seguir su propio curso. Tras comprar la farmacéutica holandesa Organon BioSciences por US$ 14.400 millones en 2007, el presidente ejecutivo de Schering, Fred Hassan, desestimó rumores de que la empresa fuera un blanco de compra.
Hassan, sin embargo, manifestó que no le quedó otra alternativa más que escuchar con atención cuando Clark viajó a la sede de Schering-Plough en diciembre y planteó por primera vez la idea de una adquisición.
Se había producido un "cambio impresionante y acelera do" en la economía, había una mayor presión de las aseguradoras para controlar los precios y dificultades para lanzar fármacos lucrativos al mercado, explicó Hassan en una entrevista. "La industria está ahora en un contexto donde las barreras a la I&D son cada vez más altas, así que hay que tener cierto tamaño y resistencia para tener éxito en el sector", dijo. (THE WALL STREET JOURNAL)