COMERCIO EXTERIOR

Los países subdesarrollados son más propensos a aplicar retenciones

El director de la Fundación Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales de la Bolsa de Cereales (INAI), Ernesto Liboreiro, indicó que uno de cada cuatro países que pertenecen a la Organización Mundial del Comercio (OMC) aplica retenciones a las exportaciones.

"Son alrededor de cuarenta los países que utilizan este instrumento, pero solamente los países subdesarrollados aplican retenciones en forma generalizada, como lo hace la Argentina", dijo el especialista. Y explicó que, en general, los países que aplican retenciones a todas las exportaciones lo hacen para generar ingresos fiscales, pues no cuentan con sistemas de recaudación impositiva eficientes.

En cambio, los países que aplican retenciones en forma específica buscan estabilizar los precios internos de las materias primas, desarrollar determinados sectores o favorecer a una industria incipiente. "Hace dos años, Brasil aplicó una retención muy alta a las exportaciones de tabaco destinadas a mercados determinados", dijo Liboreiro. A través de esa medida, Brasil quería desarrollar el sector de la producción de tabaco. Como caso curioso, mencionó que Sri Lanka aplica retenciones a la exportación de elefantes.

En febrero de 2008, Rusia aplicó retenciones del 30% a la exportación de cebada y del 40% a las ventas externas de trigo. En los Estados Unidos, la Asociación de Panaderos pidió retenciones a las exportaciones de trigo, pero los productores del cereal se opusieron y lograron frenar la medida. Según Liboreiro, existen instrumentos más eficientes que las retenciones para controlar los precios internos, ya que la Argentina "cuenta con una capacidad institucional más desarrollada que otros países". Lograr mayor eficiencia en todas las cadenas de valor agropecuarias sería un ejemplo.

"Existe una dirección en el Ministerio de Economía que se llama Defensa de la Competencia, pero ningún gobierno se ocupó de este tema", dijo el especialista, y explicó que a través de esta dirección se podría evitar la concentración de la producción en grandes grupos económicos que manipulan los precios.

El sector de la carne es uno de los ejemplos más salientes: "Con las retenciones a la exportación de carne y la veda a las ventas externas, además de los productores, también se perjudicaron los consumidores, que no vieron una reducción en los precios", dijo Liboreiro. "En cambio, se benefició el sector de la intermediación, pues tiene márgenes muy abultados que podrían bajar si se aplicara la defensa de la competencia", añadió.

Liboreiro mencionó otros instrumentos más eficientes que las retenciones, ya que éstas no sólo benefician a los consumidores de bajos ingresos sino también a los de altos ingresos. "Algunos países aplican transferencias a familias pobres a través de tarjetas magnéticas, o disminuyen el IVA de algunos alimentos", dijo Liboreiro. (LA NACIÓN)