Los seguros, las golosinas y las obras públicas crecen en medio de la crisis del Reino Unido
En el golpeado mundo de los negocios británicos tres sectores -los de la industria de seguros, la manufactura de golosinas y la construcción de obras públicas- no sólo logran campear bien la tormenta de la recesión sino que dan incluso señales de prosperar gracias a la adversidad.
La más importante compañía aseguradora británica, Aviva, registró una suba de sus ganancias del 4% durante el último año, alcanzando así una cifra superior a los 3500 millones de dólares. Su jefe ejecutivo, Andrew Moss, atribuyó la buena noticia a la "prudencia en el manejo de los fondos de la compañía".
Pero los expertos en el área de seguros apuntan a algo más prosaico: ante el temor de no poder comprar nuevos bienes, la gente tiende a asegurar lo que ya tiene.
Esto parece ser particularmente el caso con los seguros del automotor. La firma galesa Admiral Group PLC especializada en esa rama anunció esta semana un alza del 14% en sus beneficios en el 2008 -la más alta jamás registrada por la compañía- lo que le permitiría expandirse internacionalmente mediante algunas adquisiciones en el mercado de los Estados Unidos.
La aseguradora Carole Nash experimentó un alza de un 21% gracias, en gran medida, a haber agregado a su oferta tradicional pólizas de seguro para los cascos y atuendos de cuero de los motociclistas. "Estos resultados demuestran que es posible prosperar cuando se tiene en cuenta las necesidades de los consumidores", señaló David Newman, jefe ejecutivo de Carole Nash.
Oro marrón. Si la incertidumbre lleva a la gente a asegurarse, la ansiedad parece inducirlos a buscar consuelo en las golosinas. La tradicional fabricante de chocolatines y chicles inglesa, Cadbury, vio sus ganancias trepar en un 57%, alcanzando los 500 millones de dólares. Sólo dos de sus productos (el chocolatín Dairy Milk y el chicle Trident) registraron un alzan en las ventas del 11 por ciento.
"En tiempos difíciles, la gente gravita hacia marcas que conoce y quiere y que son accesibles para todos los bolsillos", explicó Todd Stitzer, director ejecutivo de Cadbury.
Stitzer también estimó que la compañía se ve beneficiada por la tendencia de la gente a entretenerse cada vez más en sus casas, alquilando DVDs y mirando la televisión, lo cual suelen acompañar dándose un "gustito".
Gracias a Keynes. Las Olimpíadas de 2012 en Londres y la aplicación por parte del gobierno de medidas keynesianas de creación de empleo mediante obras públicas ha convertido a la recesión en una verdadera fiesta para las grandes compañías constructoras.
Balfour Beatty PLC vio sus ingresos subir en un 29%, alcanzando ganancias de 260 millones de dólares. La firma londinense tiene contratos para la construcción de la mayoría de los edificios vinculados a las Olimpíadas, la extensión del aeropuerto de Heathrow y la actualización de plantas nucleares. También cuenta con contratos para obras públicas en los Estados Unidos y en el Medio Oriente.
Similar es la situación para el gigante de la ingeniería IMI, con sede en Birmingham, el cual dice estar disfrutando de un "período de sólido crecimiento orgánico" con ganancias de más de 200 millones de dólares, un 5 por ciento más que el año anterior. (LA NACIÓN)