DERECHO DE FAMILIA

Luego de las vacaciones, aumentó la cantidad de divorcios

Allá por el 75 se estrenó una obra de teatro que cada tanto se repone con otros elencos, llamada "El gran deschave". Un día, al dejar de funcionar el televisor y mientras el matrimonio espera al service, se desata una discusión que va in crescendo, hasta llegar a reprocharse y confesarse las miserias más íntimas de la pareja.

Ese recuerdo me vino a la mente cuando leí días pasados que "después de las vacaciones, aumenta la cantidad de divorcios".

Muchos matrimonios no están preparados para pasar (y disfrutar) varios días juntos, con total disponisibilidad de tiempo.

Durante el año sólo se ven un ratito a la hora de la cena y los fines de semana y así "se soportan" sin demasiado esfuerzo o sin tanta conciencia del estado de la relación.

Funcionan más que nada aferrados a su proyecto de familia: criar y educar a los hijos y compartir bienes.

El rol de padres prima sobre el rol de esposos, durante el año.

A veces la pareja como tal está desgastada, se dejó de amar, está aburrida por la rutina, perdió la pasión y continúa sólo porque tienen hijos y ninguno de los dos quiere perder la cotidianeidad con ellos o porque ninguno de los dos quiere quedarse con el 50 % del patrimonio que ahora tiene.

Algunos se van de vacaciones con grandes expectativas, y luego se frustran. Otras saben que solos se van a aburrir e invitar a otros matrimonios a compartir el viaje. Van "en dulce montón", para que se note menos la incomunicación que hay entre ellos.

Porque si vacacionan solos, nunca se sabe cuándo puede suceder "el gran deschave".

Al regreso del viaje muchos (generalmente las mujeres) deciden iniciar una terapia, consultan con una abogada y al poco tiempo deciden divorciarse.

En otro matrimonios pasa todo lo contrario: cuando se van de vacaciones lo pasan mejor que nunca.

Por eso, al igual que en la obra de teatro la culpa no la tenía el técnico que no llegaba, si una pareja se separa después de las vacaciones, la culpa no la tiene la costa ni la montaña. El problema está en el vínculo y de eso se trata. Qué se hace a partir de ese descubrimiento, es una opción de cada uno.

Por Dra. Mirta Núñez

Abogada de familia y psicóloga social

www.estudio-juridico-abogados.derecho-de-familia.com.

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