Luego de los anuncios de aumentos, reclaman los fondos de Anses para los jubilados
Este año se pondrá en vigor la debatida ley de Movilidad Jubilatoria que, según dijo ayer el titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), Amado Boudou, en declaraciones al canal TN, se aplicará con un aumento en los haberes que "no será inferior del 18%".
Ese porcentaje se dividiría en dos partes: una parte de "por lo menos" 11% en marzo, según aclaró, y el resto, en septiembre.
Ante la consulta de lanacion.com , Eugenio Semino, ombudsman de la tercera edad, se quejó de la insuficiencia del incremento en los haberes en un momento en que la Anses recibió un gran caudal de fondos, con la eliminación de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), y en lugar de reforzar la seguridad social, se convirtió en la caja de financiación de los planes del Gobierno.
El porcentaje del aumento no sorprendió a Semino, ya que lo considera "una ratificación de las declaraciones del jefe de Gabinete, Sergio Massa, cuando dijo que si no se alcanzaba ese porcentaje renunciaría a su cargo".
"Casi el 80% del total de los jubilados y pensionados hoy cobran el haber mínimo de 690 pesos y, si se aumenta un 11%, menos de 70 pesos, y luego 7% más, pasarían a percibir un monto distante de los 1240 pesos del mínimo de los trabajadores activos en diciembre, y más lejos aún de cubrir necesidades de los jubilados", explicó Semino.
Según el defensor de la tercera edad, el detalle de la aplicación de la ley de movilidad jubilatoria, que prevé un ajuste de haberes en función de los ingresos de la Anses y los salarios de los trabajadores activos, es la confirmación de lo que se preveía desde el debate: "la inexactitud de la fórmula" con la que se calcula.
Además, dijo que la cifra que deslizó Boudou también está "distante de satisfacer el derecho de los jubilados que surgió como respuesta a lo que planteó la Corte Suprema en la resolución del Caso Badaro".
El fallo de fines de 2007 que los haberes deben ajustarse siguiendo la evolución de los salarios activos a partir de enero de 2002, mes en que se contempla la salida de la convertibilidad, por lo que se disparó el movimiento de precios y, en forma más tardía, el ajuste de los salarios de los trabajadores.
Semino señaló que los fondos de la Anses, de $ 80.000 millones del fondo garantías, y de $ 15.000 millones de recaudación anual "no se priorizan para financiar las necesidades de los jubilados".
"Una vez que tengamos jubilados con sus necesidades cubiertas, y perciban un haber correspondiente a su trabajo, después de eso, deberían financiarse las obras", se quejó.
"Nadie puede pretender que se pueda vivir con 700 pesos", concluyó. (LA NACIÓN)