Luego del voto negativo, Cobos afirma que no renuncia
Apenas cinco horas después de la histórica votación en que el Senado rechazó la resolución 125 que impulsó las retenciones móviles, el vicepresidente, Julio Cobos, responsable de la definición tras una jornada dramática y agobiante dijo que no se le "cruza renunciar, porque sería traicionar la voluntad popular", aunque volvió a marcar distancia del oficialismo.
"Deben comprender que venimos de un espacio político distinto, yo no soy un hombre del peronismo y puedo tener opiniones divergentes", dijo el vicepresidente, visiblemente cansado tras la sesión de más de 14 horas y de haber pasado apenas dos horas en su casa. Para despejar dudas en torno a su futuro, dijo que la dimisión no es una posibilidad que él maneje aunque aclaró que aún no habló con la presidenta, Cristina Kirchner, ni con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
En este sentido, se aguarda con máxima expectativa la repercusión que tendrá este fortísimo revés en el seno del Gobierno, que no fijó posición a través de sus voceros.
En varios tramos de su diálogo con los periodistas, el mendocino aclaró que intentó –en vano- convencer al titular del bloque kirchnerista en el Senado, Miguel Pichetto y a José Pampuro de pasar a un cuarto intermedio parta lograr un mayor consenso.
"Había muchos legisladores que querían reformas, pero no accedieron. También le dije ayer al jefe de Gabinete de buscar mayor consenso, porque Diputados representa al pueblo y Senadores a las provincias. Lamentablemente no escucharon mi llamado", explicó el vicepresidente, que ayer pasadas las 21 horas empezó a observar que sería un actor central en la votación.
En línea con la postura que había fijado en el recinto cuando emitió su voto en el Senado, insistió en que tomó la decisión conforme a su "conciencia", y remarcó la tensión que le significó rechazar el proyecto que con ahínco defendió el Gobierno del cual forma parte: "He hablado con muchos dirigentes políticos que me dijeron que no podía votar en contra, que afectaba la institucionalidad. No creo que sea así, el país se va a pacificar y espero que hayamos llegado a una madurez suficiente para entender que puede haber estas situaciones".
Según su relato, hará un breve paso por el Senado y hoy mismo podría partir para Mendoza para encontrarse con sus hijos. Esto, claro, si entre medio no surge una convocatoria a la Casa Rosada.
Asimismo, el funcionario evitó revertirse al ex presidente y titular del Partido Justicialista, Néstor Kirchner. "Yo hablé ayer y me dirigí hacia la Presidenta, eso es lo que corresponde", marcó. Además, dijo que no "tiene miedo" de las posibles reprimendas políticas que le puede ocasionar su arriesgada apuesta.
"He escuchado varios dirigentes que hablaron de mi renuncia [en alusión a Pichetto], pero yo tengo claro lo que debo hacer [...] No creí que la Historia me iba a poner en estas circuncistancias, pero lo asumí con responsabilidad. La gente quiere vivir tranquila y quiere que los políticos tengamos sensibilidad. (CLARÍN)