Lula da Silva decretó la intervención federal en Brasilia

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, decretó este domingo la intervención federal a Brasilia tras los ataques que cientos de simpatizantes de su antecesor, Jair Bolsonaro, perpetraron esta tarde contra las sedes de los tres poderes públicos, en la capital, y advirtió que los "terroristas" que los protagonizaron "pagarán con toda la fuerza de la ley".

El mandatario brasilero tildó de “verdaderos vándalos” a los manifestantes que irrumpieron este domingo en las tres sedes del poder. “Destruyeron todo lo que encontraban en frente. Todas esas personas serán encontradas y castigadas por este gesto antidemocrático”, afirmó.

En ese sentido, remarcó: “Van a percibir que la democracia es la garante de libertad y libre comunicación y expresión, pero exige que las personas respeten a las instituciones creadas para fortalecer la democracia. Esos vándalos bien podrían llamarse nazistas y stalinistas fanáticos, fascistas fanáticos que hicieron lo que nunca fue hecho en la historia de este país. No existe precedente de lo que hicieron”.

Da Silva leyó en vivo el decreto de intervención federal en Brasil que entra en vigor hoy con el objetivo de “contener el desmadre de orden público”.

Además, acusó al secretario de Seguridad Pública de Distrito Federal de Brasilia, Anderson Torres, por no actuar ante la embestida de los manifestantes: “Ellos invadieron, rompieron muchas cosas y lamentablemente quien tuvo que hacer la seguridad es la policía militar del Distrito Federal, que no lo hizo. Ellos estaban guiando a las personas en la caminata”.

Asalto de los seguidores de Bolsonaro Miles de seguidores del exmandatario de Brasil Jair Bolsonaro invadieron este domingo el Congreso Nacional, el palacio presidencial y la sede de la Corte Suprema en Brasilia, prácticamente sin resistencia de la policía de la capital federal.

El grupo, que defiende tesis golpistas, atravesó las barricadas policiales e irrumpió en el edificio del Congreso nacional en una protesta dramática contra la toma de posesión de Lula da Silva la semana pasada.

Los extremistas, en su mayoría con camisetas amarillas y verdes y banderas de Brasil, también atacaron algunos vehículos de la Policía Legislativa, que brinda seguridad al Congreso, y destruyeron barreras de protección y armados con palos enfrentaron a los agentes que intentaron contener, sin éxito, la entrada de los manifestantes.

Desde la victoria electoral de Lula, los seguidores de Bolsonaro acamparon frente a diferentes cuarteles de las Fuerzas Armadas brasileñas para exigir un golpe de Estado para "salvar Brasil" y deponer al nuevo mandatario, vencedor de las elecciones de octubre de 2022.

Fuente: Diario BAE