Lula salió a darle un fuerte respaldo a Cristina y habló de la continuidad

El brasileño Lula da Silva quiso comunicarse dos veces con la presidenta Cristina Kirchner el viernes pasado. Desde el avión presidencial, que lo llevaba rumbo a Riberalta (en la Amazonia boliviana), Lula la llamó por teléfono durante la mañana. Pero justo en ese momento Cristina recibía al jefe de Estado de Lituania.

Ya en Bogotá, el mismo viernes por la noche, Lula intentó un nuevo contacto. Pero no se pudo materializar porque ya era demasiado tarde en Buenos Aires. El huso horario de Colombia marca dos horas menos que el de la Argentina.

Entre el sábado y el domingo, el presidente brasileño tuvo una agenda muy apretada por sus encuentros con Alvaro Uribe, de Colombia, y Alan García, de Perú.

Fue un auténtico correr de acto en acto y de vuelo en vuelo, como lo experimentó Clarín al acompañar la comitiva.

Según pudo saber este diario, Lula tenía interés en comentar a su colega de Argentina algunos asuntos que iría a tratar con los cuatro presidentes con los que se entrevistó en el curso de apenas dos días y medio: primero con Evo Morales y con Hugo Chávez; luego, con Uribe y García.

En esa gira se tomaron importantes decisiones que facilitaron el ingreso de Colombia al Consejo de Defensa.

En una nota difundida ayer, Marco Aurelio García, asesor en política exterior del presidente brasileño, subrayó la "admiración que Lula siente por su amiga Cristina Kirchner" y recordó que "mantiene con ella una relación fraterna".

Ante versiones periodísticas de Buenos Aires, García desmintió ayer que hubiese existido una comunicación telefónica de Lula con consejos para Cristina. "Nunca le daría consejos, porque le tiene un gran respeto", dijo.

Precisamente, en su estadía en Bogotá, Lula recordó la situación de Argentina al señalar frente a unos mil empresarios colombianos y brasileños que muchos de los problemas que se han vivido recientemente –por ejemplo, el de la inflación—fueron causados más por la crisis internacional que por cuestiones inherentes a las economías de nuestros países.

Lula se lamentó de "aquellos pocos bancos y aquellas naciones ricas que hicieron de sus economías un verdadero casino, como fue el caso de la crisis de las subprime en Estados Unidos".

Reclamó entonces que no se haga recaer el peso de ese conflicto internacional "en nuestras espaldas" y exigió a los organismos financieros internacionales que hagan algo. "De lo contrario se corre el riesgo de que países como Argentina y otros puedan ver frustrados sus sueños de crecimiento y desarrollo."

Marco Aurelio García sostuvo que Lula admira en la Presidenta de Argentina "su capacidad para dar continuidad al proceso de reconstrucción económica y social que Argentina viene emprendiendo en los últimos años y que es fundamental para el futuro de la integración sudamericana". (CLARÍN.com)