LLEGARÍA A LOS 5500 MILLONES DE PESOS

Marcada suba del déficit fiscal en la provincia de Buenos Aires

Aferrado a la postura de evitar enfrentamientos con la Casa Rosada por una mayor coparticipación federal de impuestos, el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, convive en silencio con el problema, cada vez más grave, de un déficit fiscal que llegaría hoy a unos 5500 millones de pesos, lo que equivale a un tercio de los recursos presupuestados para este año.

Si bien cuenta con el decisivo aporte de fondos provenientes del gobierno nacional (lo cual lo convierte en un rehén político de éste), el rojo de las cuentas provinciales, que en el presupuesto 2008 se calculó en 2140 millones de pesos, después del aumento salarial dispuesto en marzo para estatales y docentes creció unos 3500 millones, según fuentes cercanas al gobierno.

Debido al conflicto de la Casa Rosada con el campo, esta semana Scioli tuvo que archivar un proyecto para extender el impuesto sobre los ingresos brutos a la industria y el agro e incrementar la alícuota del sector comercial, iniciativa con la que pretendía sumar, este año, entre 2500 y 3000 millones de pesos extras. Ya no podrá hacerlo.

Así las cosas, la administración de Scioli se ve obligada ahora a analizar otras alternativas, mientras mantiene un atento seguimiento del índice de inflación, que si bien beneficiaría al fisco por vía de los ingresos, al mismo tiempo puede derivar en una nueva oleada de reclamos salariales.

De todas formas, en el gobierno provincial, donde se prefiere el hermetismo en materia económica, no observan muchas salidas.

El presupuesto bonaerense estima que en el presente año entrarían por el impuesto a los ingresos brutos $ 10.606 millones, sobre un total de los impuestos cobrados por la provincia de $ 15.826 millones. Es decir, ingresos brutos es el principal recurso provincial; implica casi el 70 por ciento de lo recaudado en el distrito. Grava la facturación de las empresas radicadas en la provincia, con lo cual su evolución está íntimamente ligada al crecimiento de la economía y a la suba de precios.

Técnicos del Ministerio de Economía reconocen a LA NACION que sólo un incremento inflacionario superior al consignado por el Indec puede explicar los aumentos de recaudación del orden del 35 y 40 por ciento registrados por la Agencia de Recaudación de Buenos Aires (Arba).

Según estimaciones extraoficiales de Arba, si el comportamiento efectivo de la recaudación provincial registrado durante el primer bimestre del año se mantiene, podrían esperarse mayores ingresos respecto al presupuesto 2008 por unos 2500 millones de pesos.

Hace un mes, el gobierno nacional refinanció 2820 millones de pesos que este año debía pagar la provincia en concepto de la deuda que mantiene con el Estado nacional. "Con esa ayuda, resolvimos más de la mitad de nuestro problema de déficit", se limitó a decir un alto funcionario bonaerense, y prefirió no abundar en precisiones.

Además de tener que cubrir el préstamo de la Nación, la provincia debe rendir cuentas este año ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial por unos 650 millones de pesos; asimismo, tiene que afrontar la emisión de un eurobono por otros $ 1500 millones.

La situación implica que no hay margen para proyectar obras públicas nuevas -más allá de las ya previstas por los créditos internacionales- ni de incrementos o mejoras en partidas para seguridad, salud o educación, salvo que se apele a la reasignación de recursos o se registre mayor recaudación que la prevista, según reconocen legisladores del oficialismo.

En tanto, los expertos en finanzas del gobierno provincial observan que difícilmente la administración bonaerense pueda procurarse financiamiento extra en los mercados de capitales internacionales, por lo menos, en los próximos meses, por lo que ya habrían desistido de la posibilidad de emitir un bono sostenido con fondos externos para atender gastos corrientes.

Esta semana, directivos de la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires (Feba), la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) y la Asociación de Industriales de la provincia de Buenos Aires (Adiba) calificaron el gravamen a los ingresos brutos de "regresivo, de efecto piramidal y de fuerte impacto en la rentabilidad empresarial y en los precios", al que, según su visión, es necesario eliminar.

Los empresarios se reunieron con Scioli, quien les propuso armar una mesa para estudiar cambios impositivos. Allí se mencionaron posibilidades como la creación de un IVA provincial; el incremento del impuesto inmobiliario urbano; apuntar a las empresas con mayor facturación, y que la provincia reclame la provincialización del cobro de bienes personales.

Antes de concluir el encuentro, los dirigentes fueron al fondo de la cuestión: le sugirieron a Scioli que bregara por una mejora en la coparticipación federal de impuestos para la provincia. Es que la queja permanente de los bonaerenses es que recauda por coparticipación muchos más recursos y no recibe de la Nación lo que proporcionalmente le corresponde. El gobernador los escuchó en silencio. (LA NACIÓN)