Más empresas buscan despejar vencimientos de deuda en dólares
Se acerca noviembre y con el nuevo el mes se avecina el mayor volumen de vencimientos de deuda de empresas en moneda dura por unos USD600 millones. A pedido del Banco Central, que advirtió que sólo vendería el 40% de los dólares, el sector privado avanza con la reestructuración del 60% restante de los títulos emitidos en los últimos años, aunque las compañías también optaron por renovar los vencimientos en su totalidad con nuevos bonos o bien desprenderse de activos para poder afrontar esos compromisos hasta marzo, período en el que vence la disposición de la autoridad monetaria, que alcanza a todos los pasivos a partir de USD1 millón.
El puntapié inicial lo dio el Banco Hipotecario, que debe cancelar USD280 millones el 30 de noviembre pero sólo logró canjear el 47%. El 53% restante lo abonará con fondos propios, así como el efectivo ofrecido como adelanto a los acreedores que ingresaron a la operación. Ahora será el turno de las otras dos empresas emblema de Eduardo Elsztain, Cresud e IRSA, que tienen ON por USD73,6 millones y USD181,5 millones, respectivamente, con vencimientos a mitad del próximo mes.
En ambos casos, se ofreció reestructurar el 60% del monto emitido a cambio de dos nuevos títulos, con una tasa del 9,9%, a dos y tres años, y un pago en efectivo que tendrá un piso de 40 centavos por cada dólar de ON canjeado. Además, ofreció una contraprestación anticipada de 2 centavos por cada USD1 de deuda que se abonará en pesos al tipo de cambio oficial.
La estrategia de las empresas de Elsztain difiere de la que por ejemplo tomó Petroquímica Comodoro Rivadavia. El 17 de febrero, tiene por delante un vencimiento de USD37 millones, para lo cual lanzó una licitación de tres ON: dos dólar linked a tres y dos años, y otra en pesos a tasa variable a un plazo de 15 meses. Finalmente, PCR consiguió USD36,3 millones con el primer título -los otros dos se declararon desiertos- que ajustará por la variación de la moneda norteamericana y además pagará un cupón del 4% anual.
En una situación más compleja se encuentra IMPSA. La compañía mendocina arrastra de hace años una situación financiera muy delicada que se agudizó a partir de 2018 y la pandemia coronó como golpe de gracia, interrumpiendo el proceso de venta en el que se encontraba. La histórica empresa de Enrique Pescarmona-que ahora sólo controla el 35%- tiene que cancelar en el penúltimo mes del año USD2,4 millones. Ante ese escenario, sus directivos buscan una agresiva reestructuración con estiramiento de los plazos y recorte de cupones al 1,5% anual, en un proceso que culminaría con una oferta pública de una nueva tanda de acciones clase C y la venta en el mercado de las acciones A y B en un plazo no menor al año y medio.
Mientras tanto, otras firmas como Ledesma optan por desprenderse de activos para hacer frente a sus inversiones y pasivos. En este caso, vendió a Cargill el 30% que tenía en Glucovil, un proyecto conjunto en la producción de jarabes, almidones y aceites.
Por Ignacio Ostera
Fuente: BAE Negocios