Massa profundiza el recorte del gasto para cumplir con las metas con el FMI
Los últimos datos que hay de la Administración Pública Nacional (APN) dejan a las claras el contundente cambio de dirección del Gobierno en materia de gasto, presionado por evitar un mayor deterioro económico. El volantazo de 180 grados lo empezó Silvina Batakis en julio y lo siguió el actual ministro de Economía, Sergio Massa. Entre enero y junio el gasto público venía creciendo a un promedio del 12,5% mensual, pero entre julio y agosto bajó al 15,8% en términos reales. Los datos corresponden a estimaciones de la Oficina del Presupuesto del Congreso (OPC) en base al devengado.
Solo en agosto el gasto se desplomó en términos reales el 19,6%, mientras que en julio había descendido el 11,5%. Varias medidas adoptadas por Massa explican el cambio, entre ellas, el recorte de créditos de los ministerios que habían sido ejecutados hasta el momento de su asunción en el cargo.
El titular del Palacio de Hacienda pretende así despejar dudas en el frente fiscal y monetario con la idea de llevar tranquilidad a los mercados, que durante junio habían puesto en duda la capacidad del Estado de poder honrar sus deudas en pesos debido al creciente nivel de erogaciones. Con ello espera lograr los objetivos acordados con el FMI.
El mes pasado, el Gobierno registró gastos corrientes por $1,2 billones, lo que representó una caída del 19,1% real respecto de igual mes del año pasado. Las prestaciones sociales cayeron 16% ($675.782 millones), las jubilaciones 12,5% ($455.825 millones), asignaciones familiares 14% ($75.817 millones); y Asignación Universal por Hijo 31% ($32.838 millones).
Los subsidios económicos disminuyeron el mes pasado el 42,6% real interanual hasta los $177.937 millones. De ello, los destinados a la energía disminuyeron 46,8% hasta $136.997 millones.
“Si bien en el acumulado del mes de agosto los gastos primarios presentan un aumento real del 3,7%, en el último bimestre evidencian una reducción del 15,8% que contrasta con el comportamiento expansivo del primer semestre (12,5%)”, señala el informe de la oficina técnica del Poder Legislativo.
Entre las reducciones más significativas de los últimos dos meses se destacan los subsidios energéticos con una caída del 53,3% interanual real, la inversión real directa con una merma del 31% y las transferencias de capital con el 17,6%.
Este año, el gasto creció 21% en enero; 11,3% en febrero; 16,5% en marzo; 10,5% en abril; 8,8% en mayo y 8,7% en junio. Luego, a fines de junio, con la salida de Martín Guzmán del Palacio de Hacienda se revirtió la tendencia.
De acuerdo con el reporte, al finalizar agosto se había ejecutado el 65,1% de los créditos presupuestarios aprobados, lo que implica un nivel de 2,1 puntos porcentuales menor al que había el año pasado. Por el nivel alcanzado sobresalen los gastos sociales por el 75,9% y los intereses de deuda con el 67% y los subsidios a la energía, con el 65%.
En ese sentido, en los primeros ocho meses, el déficit primario devengado acumulado de la Administración Pública llegó al $1,6 billones, lo que representó un crecimiento del 32% respecto del ocurrido un año atrás. El quebranto financiero se escapó a $2,4 billones (+19%), y el resultado económico fue negativo en $1,7 billones (+31,9%).
Los datos del déficit del Sector Público Nacional con la metodología del Fondo Monetario Internacional (FMI), es decir, base caja, se conocerán este miércoles 21, según indica el calendario de la Secretaría de Hacienda.
Según estimaciones de la consultora LCG se espera que “los ingresos moderen el crecimiento real a partir de la aceleración de la inflación”. LCG señala que la deuda flotante, que es la diferencia entre el gasto devengado y el pagado, creció en agosto y el acumulado en los primeros 8 meses resulta el más alto de los últimos 8 años (7% del crédito devengado). “Esperamos que el gasto primario no crezca en términos reales, lo que arrojaría un déficit primario de $165.000 millones en el mes (1,1% del PB)”, señala la consultora privada.
Fuente: Ambito