Media sanción de la Cámara de Diputados para la reforma previsional

El bloque kirchnerista de la Cámara de Diputados se enfrentó a otra prueba de fuego desde el fin de la guerra gaucha: lograr la media sanción del proyecto de estatización de las AFJP. Y lo consiguió tras otra maratónica sesión especial que se extendió desde el jueves al mediodía hasta este viernes a las 2,30 de la madrugada.

Aunque las cuentas del bloque K cerraban a la perfección para aprobar y girar al Senado el proyecto de estatización presentado por Cristina Fernández, el temor a una fractura interna mantuvo en vilo al oficialismo en la Cámara baja. Finalmente, el proyecto obtuvo 162 votos positivos y 75 en contra, y fue girado a Senadores para ser tratado el próximo 20 de noviembre.

DE MADRUGADA. Alrededor de la 1 de la mañana, los jefes de bloque comenzaron a exponer sus conclusiones. En un encendido discurso, el jefe del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, aseguró que el sistema de capitalización que se elimina es “perverso” y que su sola eliminación es una "buena noticia".

“Es un sistema por el cual los activos aportaban a los privados, el Estado se quedaba con los pasivos, generaba deuda y había que pedir préstamos a los sistemas de capitalización que terminamos pagando todos los argentinos”, dijo Rossi y consideró estar "dando vuelta la página de una historia que ha traído un gran perjuicio al conjunto del Estado, a los jubilados tanto de reparto como de capitalización, porque ambos hubieran cobrado más”.

En cambio, Federico Pinedo, de Pro, calificó al plan K como una vulneración al derecho de propiedad. " Cuando se produce esto se genera una enorme desconfianza hacia quienes no lo respetan, entonces la gente dispara" y dijo que no hubo tiempo suficiente para discutir la inciativa. "Estamos discutiendo cómo llevarnos rápido la plata de los jubilados al Estado y al Gobierno".

Adrián Pérez, jefe del bloque de la Coalición Cívica, también se opuso a la norma en su exposición final: “El Gobierno tiene una necesidad imperiosa de fondos y ese es el objetivo de esta norma”, dijo e insistió en que “van por la caja” ya que esta reforma “no se preveía hace un año ni hace un mes, y como no hay financiamiento externo, van por los ahorros de los trabajadores y de los actuales jubilados”.

Por su parte, Oscar Raúl Aguad, jefe del bloque del radicalismo, aseguró que su partido “jamás propuso ni propondrá que los ahorros de los jubilados sean entregados a la banca privada” pero aseguró que “el problema es la fragilidad económica” del país.

“En marzo -graficó Aguad- el plan A fueron las retenciones, había que hacerse de la caja y fracasó; después el plan B fue el Banco Mundial, fracasó; el Plan C fueron los holdouts y fracasaron. Ahora vamos por el plan D” enumeró y dijo que la norma es “una estafa a los ahorros de los trabajadores”.

PRIMERA HORA. La sesión especial comenzó a las 11.35 con 129 diputados en el recinto y es presidida por Eduardo Fellner.

La norma, que busca terminar con el régimen de capitalización, llegó con los respaldos anticipados de casi el completo del FpV, los radicales K, el Encuentro Popular y Social -de Ariel Basteiro-, el Socialismo, el Movimiento Popular Neuquino, el Espacio Sí, el independiente Claudio Lozano y otros monobloques aliados a la Casa Rosada.

Tras el rechazo, se encolumnaron la UCR, la Coalición Cívica, el PRO, el Frejuli, los diputados que responden al vicepresidente Julio Cobos y los justicialistas.

El todavía legislador del Frente para la Victoria (FpV) Felipe Solá, había adelantado que dentro del bloque kirchnerista había "una situación de distanciamiento que no podemos disimular”: “Vamos a votar negativamente porque no se respeta el derecho de millones de argentinos que decidieron mantenerse en las AFJP a pasar al Estado con su cuenta individual”, adelantó el ex gobernador bonaerense.

El diputado mendocino Enrique Thomas, del peronismo disidente, también decidió votar un proyecto alternativo al del kirchnerismo: "Sería una incoherencia avalar la iniciativa oficial cuando hace menos de un año se defendió la convivencia entre los sistemas de capitalización y reparto". "Proponemos que los aportantes a las AFJP pasen a la AFJP Nación, que es estatal, pero con respeto absoluto a su cuenta individual e informe trimestral con la evolución de los fondos", agregó.

Uno de los primeros en hablar fue el presidente de la comisión de Previsión Social de la Cámara de Diputados, Juan Carlos Díaz Roig (FpV). Indicó que “no existe en el mundo un negocio donde no se arriesga capital y no se corran riesgos".

MOMENTOS CALIENTES. Sin dudas la comidilla de la sesión fue el intenso cruce entre la diputada y abogada previsionalista María América González (SI) y su par Patricia Bullrich (Coalición Cívica).

"Voy a votar la ley porque no soy ninguna señora que le recortó el 13% a los jubilados. Ella cuando tenía que defenderlos dejó el traste sentado en la banca", enfatizó María América, acusación que fue refutada por la propia Bullrich, que rechazó fuertemente ese cuestionamiento.

“(Bullrich) es una mentirosa, una estafadora, que regalaba el sistema de reparto. (Cuando era ministra de Trabajo de la Alianza) nos quería convencer de que el sistema privado tenía que ser para todos", dijo González y desató la polémica, entre aplausos del bloque del Frente para la Victoria. Desde su asiento, con una amplia sonrisa, el jefe del bloque de diputados oficialistas, Agustín Rossi, se regodeaba con el embate.

Frente a estas declaraciones, la diputada de la CC pidió la palabra y contraatacó (los oficialistas la abuchearon y se escuchó al ultra K Carlos Kunkel gritar "Chorra!, chorra!"). Dijo entonces que cuando llegó al Ministerio de Trabajo "había un juicio millonario de 400 millones de dólares contra el Estado: los abogados eran María América González y su marido. Ella quiere cambiar porque gana plata con el sistema de reparto. Le paré el juicio y por eso se fueron a la quiebra. Por eso la señora grita".

Además, le recordó que siendo primera candidata por Capital en la lista de diputados de la Alianza en 2001, González "salía a hacer campaña con Cavallo al lado, con un genocida como ella dice".

María América replicó: "Mi apellido nunca fue socio del ex marido de esta persona, una persona muy honorable. Jamás de los jamases yo gané 400 mil dólares (sic) ni fui socia de mi marido". Y reflexionó: "Lo que pasa es que esta señora debe escuchar una radio muy popular, una radio que tiene 10 puntos, que dicen que yo fui socia".

Terminó diciendo que el socio de su ahora ex marido es un abogado de apellido González que no está emparentado con ella y figuró en ese juicio. "Yo nunca, lo juro por los Santos Evangelios y mis hijos, fui socia en un juicio. Sí tuve el honor de hasta hace 11 años de haber sido abogada previsionalista y defender los derechos de los jubilados".

Otro de los momentos álgidos del debate lo marcó el cívico Fernando Iglesias, que cosechó silbidos de la bancada K cuando, sin nombrarlo, dejó entrever que Néstor Kirchner había tenido un comportamiento de "presidente de facto civil" y luego se preguntó "dónde están los derechos adquiridos y qué derechos se crean para los futuros jubilados cuando estamos hoy violando esta ley". (CRÍTICA DIGITAL)