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Mendoza busca vender durazno en lata a Venezuela
El ministro de Agroindustria señaló que "hay que trabajar para terminar con la Brasil-dependencia". Hay 5 millones de latas frenadas.
Según publicó el diario Los Andes, la situación entró en un impasse hasta el jueves, cuando a su vuelta de Buenos Aires el ministro de Agroindustria, Marcelo Barg, vuelva a reunirse con el sector privado. Cada cual tiene deberes por hacer hasta ese momento: el funcionario, presentar respuestas acerca de las gestiones ante la Nación para destrabar el ingreso a Brasil de 5 millones de latas de durazno mendocino, y Cafim (Cámara de la Fruta Industrializada de Mendoza), analizar cómo avanzar en opciones tanto para superar el cupo en Brasil como en un plan para poder colocar la producción de durazno enlatado de Mendoza en otros destinos más receptivos y menos complicados.
"Hay que trabajar para terminar con la Brasil-dependencia", fue el mensaje que dejó Barg al término de la reunión a un sector casi acostumbrado a los dolores de cabeza crónicos que le genera el principal socio del Mercosur. De hecho, el Gobierno ofrece un analgésico: reorientar la oferta a Venezuela, Colombia y México, considerados mercados que pueden sustituir largamente la demanda brasileña, con un incentivo al "inland" extra-Mercosur, para amortiguar el costo del flete.
Directivos de Fepedi (Federación del Plan Estratégico del Durazno Industrializado) coordinan su implementación con asesores de la Subsecretaría de Promoción Industrial. Ayer, unos y otros evitaron precisar montos o porcentajes, a la espera de que hoy Barg se lo formalice a la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri, durante una reunión en la que espera contactos con su par Tatiana Prazeres acerca del volumen de mercadería mendocina que aún no llega a los importadores. Básicamente, el estímulo se concibe como "una compensación para el transporte, y reintegros bajo la condición de destinarlos a proyectos para el desarrollo del sector", según explicó una fuente de Agroindustria.
Ante los nubarrones con el principal socio del Mercosur, los industriales lo ven con buenos ojos porque ayudaría a abaratar presupuestos en esos mercados alternativos, que exigen registración y bastante burocracia. Aún quienes no quieren desentenderse del todo de Brasil, lo toman como un soporte de otro escenario; que puede seguir, en tiempos de licencias no automáticas de importación, el acuerdo por cupos que viene renovándose desde 2008 con la contraparte brasileña.
A tal punto, que desde Cafim ponen en duda que tras su vencimiento el 31 de diciembre, se rediscuta el acuerdo que los empresarios de Pelotas utilizan como mecanismo de resguardo estacional de su producción, entre noviembre y marzo.
Por estos días el cuadro de situación anima a pensar en cambios a corto plazo, habida cuenta de que la flamante oficina de Promendoza en Caracas ofrece agilizar gestiones para cerrar negocios, y en Bogotá se formó una Cámara binacional con la misma consigna. Mientras tanto, Alco aún no logra que 4 camiones varados en la frontera (unas 110 mil latas) ingresen a territorio brasileño, y otras fábricas están atentas a si las 4,9 millones restantes terminarán en el mercado interno.
"De existir alguna traba que tiene que ver con el sector oficial pediremos que se destrabe", aseveró Barg antes de partir a Buenos Aires, no sin dejar la puerta entreabierta:"El durazno es demandado en el mundo, a diferencia de la sobreoferta que existe en otros productos".
La incertidumbre con el socio principal del Mercosur hace que Alco, como otras firmas, proyecte en el Caribe un 2013 menos problemático. Los contactos recogidos de la última misión comercial provincial a Venezuela y Colombia le reportaron acuerdos para despachar contenedores a partir de 2013, y ya registró una docena de sus marcas. Según el gerente de la firma, Roberto Lamm, "este verano podemos estar elaborando productos para exportar entre marzo, abril y mayo, porque tenemos posibilidades de colocar una gran cantidad de productos allá".
¿Venezuela y Colombia, sumado México, pueden reemplazar a Brasil? Algunos, incluido Barg, afirman que sí. Otros, lo ven difícil. Lo cierto es que para abordar la demanda que promete sólo la República Bolivariana los empresarios consideran clave la compensación que promete el Gobierno. Según Luis Centinelli, de la unidad agroindustrial del grupo Cartellone, "cualquier ayuda puede mejorar los costos y evitar caer en el reclamo de devaluación".
Fuente: Infocampo