Obama presiona al Gobierno republicano para que frene los desalojos

El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, insistió en que los programas de ayuda federal para enfrentar la crisis financiera en su país deberían ampliarse para ayudar a la industria automotriz y a propietarios de viviendas que enfrentan la ejecución de sus hipotecas. "Se requiere un programa claro para los acosados propietarios de viviendas, par atajar la oleada de órdenes de desalojo", afirmó en su primera entrevista televisiva tras su victoria electoral, difundida anoche.

En una charla con el programa "60 Minutos" de la cadena CBS, junto con su esposa Michelle, Obama contó cómo cambió su vida desde el triunfo del 4 de noviembre y habló de una serie de temas de política doméstica y exterior. Además, no descartó nombrar algún republicano en su gabinete.

"Que la industria automotriz se derrumbe completamente será un desastre en este escenario", declaró. "Por lo tanto, creo que debemos ofrecer ayuda a la industria automotriz, pero no pienso que deba ser un cheque en blanco".

El hasta ahora senador demócrata confía en que la Casa Blanca y el Congreso puedan desarrollar esta semana un plan de ayuda con la intervención de "todos los actores de la industria", desde gerentes hasta sindicalistas y prestamistas, para desarrollar una "industria automotriz sostenible" algo que "no hemos visto hasta ahora", afirmó.

Este sector, central en la economía estadounidense, es uno de los más golpeados por la crisis. Las gigantes Ford y General Motors han perdido miles de millones de dólares en los últimos meses. La semana pasada, durante su encuentro con el presidente George Bush en la Casa Blanca, Obama le pidió especialmente que lanzara un plan de ayuda a esta industria.

En la entrevista de anoche, volvió a mostrar su preocupación por la clase media, especialmente por los millones de familias que no pueden pagar sus créditos hipotecarios.

"No nos hemos concentrado en las ejecuciones de las hipotecas y en lo que les está ocurriendo a los propietarios de viviendas como me hubiera gustado", señaló. "Debemos establecer negociaciones entre bancos y deudores para que las personas puedan quedarse en sus hogares. Eso va a tener un impacto en la economía en su conjunto", agregó, y anunció que si eso no ocurre ahora, está determinado a poner su foco en eso una vez que asuma el cargo, el 20 de enero.

El conductor del programa, Steve Kroft, le preguntó si está de acuerdo con el secretario del Tesoro, Henry Paulson, en relación al plan de rescate financiero de US$ 700 mil millones aprobado por el Congreso en octubre. Obama admitió que el funcionario ha trabajado "infatigablemente" en condiciones muy difíciles. Sin embargo, juzgó, Paulson será "el primero en reconocer que probablemente no todas las medidas tomadas hasta ahora" para estabilizar los mercados financieros "han funcionado como se esperaba".

El futuro presidente agregó que su equipo de transición mantiene contacto diario con Paulson y recibe las informaciones necesarias y "en algunas circunstancias" realiza "propuestas sobre cómo en nuestra opinión se podrían afrontar los problemas".

 ¿Y ellos los escuchan?

 Ya veremos.

Consciente de los inmensos desafíos que enfrentará desde el 20 de enero, Obama admitió que a veces se pregunta "¿Por dónde empezamos a hacer avanzar las cosas?". Lo más importante remarcó, es "determinar las prioridades, sabiendo que no podremos hacer todo de una vez, asegurarnos de que el equipo está en su lugar, y avanzar de manera cuidadosa, enviando a los estadounidenses "un mensaje claro de que estamos pensando en ellos y en las dificultades que están pasando".

Ayer Obama renunció a su banca del Senado, y en una carta publicada en la prensa de Illinois dijo: "Termino un camino para empezar otro. Nunca olvidaré y siempre estaré agradecido a los hombres y mujeres de este gran estado". Además, en un comunicado informó que Pete Rouse, quien estuvo a cargo de su oficina en el Senado, será su asesor en la Casa Blanca. Y Mona Sutphen y Jim Messina, miembros de su equipo de transición, serán jefes de gabinete adjuntos.

Hoy podría definirse quién ocupará la Secretaría de Estado. Los nombres que suenan con más fuerza son los de Hillary Clinton y el del gobernador de Nuevo México, Bill Richardson. (CLARÍN)