Para el INDEC no hay más indigentes y el sueldo recuperó 15% su poder de compra
Un día después de haber publicado datos sobre la inflación que fueron cuestionados, el INDEC dio a conocer ayer otras estadísticas que siguen alimentando la polémica.
Informó cifras los salarios que -al ser contrastados contra los datos oficiales de inflación- presentan un panorama que la realidad se ocupa de contradecir: se habría dado una fuerte mejora en el poder adquisitivo de los sueldos, que derivaría en una caída muy pronunciada de la pobreza y la indigencia en los últimos doce meses (ver Los sueldos en negro son los que más suben).
Así, los asalariados habrían sacado una enorme ventaja con relación al valor de la canasta básica alimentaria (que se toma como referencia para medir la indigencia) porque en 12 meses los alimentos que la integran habrían caído 0,7%. En tanto, la canasta básica total (que incluye algunos bienes y servicios además de alimentos y mide la pobreza) subió 2,1% en un año, según el INDEC.
El retroceso en el valor de la canasta alimentaria se debería a una fuerte caída de los precios de las verduras y aceites y a que el precio de la carne casi no se movió en un año. De estos números se desprende que, luego de la recuperación salarial que hubo de 2003 en adelante, en 12 meses se habrían dado los siguientes fenómenos:
El poder de compra de los salarios habría seguido creciendo alrededor de 15%.
Ya no habría indigentes, porque el ingreso de los asalariados "en negro" -que constituye la mayor franja de indigentes- habría crecido un 35%.
Los niveles de pobreza estarían en franca disminución.
La redistribución del ingreso seguiría favoreciendo a los asalariados, en especial a las franjas más pobres e indigentes
Si los datos oficiales se pudieran considerar válidos, la Argentina estaría frente a un fenómeno conocido como "inflación de salarios", en un marco de estabilidad de precios y deflación de los alimentos. Esto, entre otras cosas, restaría argumentos a los gremios que están actualmente reclamando un nuevo plus salarial para compensar la inflación.
En cambio, el panorama sería muy diferente si se tomara la inflación que elaboran las direcciones de estadística de San Luis, Santa Fe y Mendoza, que arrojan una inflación anual de 28,9%.
En ese caso, los salarios habrían subido un poco menos que los precios. Y como los alimentos fueron los que más aumentaron, los valores de las canasta serían más altos y habría más pobres e indigentes.
La consultora Equis, que dirige Artemio López, calculó que entre enero y agosto los precios minoristas aumentaron 14,2% y "puede proyectarse una inflación anual acumulada de 21% en 2008", contra el 8% de la proyección oficial.
Equis registró subas del 22,7% en los alimentos en los primeros ocho meses de este año. Pero admite caída en alimentos básicos por subsidios y controles. (CLARÍN)