Para el vice del BCE, la Eurozona "se encamina" a una recesión
La actividad económica de la zona euro se encamina a un escenario de recesión de cerca del 1% en 2023, en un contexto de ajuste monetario y de crisis energética relacionada con la guerra en Ucrania, declaró el viernes el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos.
El Banco Central Europeo (BCE) elaboró en septiembre varias hipótesis sobre el crecimiento de la zona euro en 2023, y "lo que consideraríamos como nuestro escenario a la baja se parece a nuestro escenario de base", indicó Luis de Guindos en una entrevista al diario lituano Verslo Zinios sobre las proyecciones que había hecho la entidad.
En el escenario a la baja, el producto interior bruto de la zona euro se contraería casi un 1% el año que viene, mientras que el de referencia prevé un crecimiento del 0,9%. La diferencia "reside en la evolución de los suministros energéticos que vienen de Rusia", recordó de Guindos.
En la hipótesis de base, 20% de las entregas de energía se seguirían suministrando, frente a una interrupción total en el peor de los casos, que es el escenario que ahora se prevé.
Esta semana, el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que no proveerá de gas ni petróleo a los países que intenten fijar precios máximos a la energía provista por su país. Esta es una estrategia que impulsó el G7 en un intento de cortar el financiamiento ruso en medio de la invasión a Ucrania.
A este escenario de incertidumbre energética, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP +), entre los que se encuentra Rusia, acordaron recortar la producción de petróleo para contener la caída del precio del barril, que se había disparado desde el inicio de la guerra. La decisión del conglomerado petrolero desató un cruce entre Estados Unidos y Arabia Saudita, donde el primero señala que la decisión se sustenta en voluntades políticas, mientras que el segundo niega las acusaciones.
Si bien el BCE espera todavía un crecimiento del PIB del 3,1% en 2022 en la zona euro, el final de este año y el comienzo del siguiente presentan "una combinación muy difícil de crecimiento económico débil, incluida la posibilidad de una recesión técnica, y de inflación elevada", añadió de Guindos.
El BCE prevé que la inflación oscile alrededor del 10% hasta finales de 2022, y que comience a disminuir progresivamente en 2023. "El contexto mundial actual, incluida la acción de la política monetaria" y otros factores como el "shock energético" apuntan a "una ralentización de la economía mundial, y eventualmente, también de la tasa de inflación", según de Guindos.
La situación inflacionaria ha llevado al BCE a ajustar de manera abrupta desde julio sus tasas para intentar reconducir la inflación al objetivo del 2%.
La próxima reunión del Consejo de Gobierno de la institución, prevista el 27 de octubre, podría desembocar en una nueva subida de 0,75 puntos del tipo de referencia, como en septiembre, según declaraciones de banqueros de la zona euro y de observadores.
Fuente: Ambito