Paran las clínicas
Una huelga nacional amenaza con colapsar la semana próxima el sistema de salud privado, en medio de la crisis por la pandemia de la gripe A. La Federación de Trabajadores de la Sanidad (FATSA) dispuso ayer un paro de 48 horas para el miércoles y jueves ante la falta de definición en la negociación salarial con las clínicas y sanatorios. El sindicato que agrupa al personal no médico reclamó un aumento de 19% y los prestadores de salud alegaron estar imposibilitados de otorgarlo si el Gobierno no destraba una resolución que les garantizaría mayores recursos.
El conflicto puso entre la espada y la pared al Ejecutivo: si convalida a través de una norma la suba de costos en el sector sanitario, abrirá la puerta al aumento de las cuotas de la medicina prepaga, que logró frenar el mes pasado; de lo contrario, afrontará una huelga en momentos en que el sistema se encuentra saturado por la demanda que generó la gripe a.
El secretario general de FATSA, Carlos West Ocampo, decidió convocar al paro anoche, al término de una reunión en el Ministerio de Trabajo. En esa audiencia, las cámaras patronales que nuclean a clínicas, sanatorios, centros sin internación, geriátricos y pisquiátricos comunicaron que habían fracasado las gestiones ante el Ministerio de Salud para obtener un aval explícito al aumento de recursos para el sector.
Los prestadores esperaban una resolución firmada por el nuevo superintendente de Servicios de Salud (SSS), Ricardo Bellagio, donde se instara a las obras sociales y al PAMI –ambos, principales financiadores del sistema– a reconocer un aumento en los costos. Es decir, que aceptaran pagar más por las prestaciones, para permitirles, a su vez, a clínicas y sanatorios afrontar el incremento salarial para su personal.
El superintendente, que recibió por la tarde a los prestadores, le dijo anoche a Crítica de la Argentina que les prometió transmitir el reclamo al ministro de Salud, Juan Manzur. “La interpretación que hacen es que necesitan de esa resolución para validar un porcentaje de aumento en los recursos para el sector. Todavía no está decidido hacerlo”, admitió Bellagio.
Los funcionarios del área explicaron que el Gobierno no está dispuesto de momento a aceptar lo que entiende como una presión de los prestadores médicos y las prepagas, muchas de las cuales tienen centros de salud propios. Si bien en los últimos años el Ejecutivo facilitó resoluciones similares que destrabaron la misma paritaria, en este caso planeaba evitarlo para dilatar lo más posible la suba en la medicina prepaga, una consecuencia inmediata del incremento salarial del personal no médico. De todos modos, la amenaza de un paro puede modificar ese criterio.
“Hace tres meses que discutimos para actualizar salarios, sin resultados”, argumentó Héctor Daer, del sindicato porteño de Sanidad. Respecto de la coincidencia de la huelga con la pandemia de gripe a agregó: “Deslindamos totalmente la responsabilidad en los empresarios. Nuestros trabajadores se merecen un reconocimiento y a nosotros no nos compete que los empresarios no consigan el financiamiento para pagarlo”.(CRÍTICA DIGITAL)