Paribas: la Justicia ya investiga a la cúpula directiva y a una cartera de clientes vip

“BNP PARIBAS GINEBRA. Es una cuenta fuera de sistema, los resúmenes llegan a la casilla de correo y cualquier tema relacionado con esta cuenta hablar con Carlos Long. Hay un plazo fijo de 1.159.055,14 (...) y bonos a diez años de 150.000”. Este texto estaba escrito sobre un papel apoyado en un escritorio de la oficina de Rubén Darío Romano en Abril Salud S.A. Los datos –como adelantó hace un mes Crítica de la Argentina– aparecieron en un allanamiento ordenado por el juez federal Octavio Aráoz de Lamadrid.

El viernes pasado, aquel hallazgo se convirtió en una batería de denuncias: el juez consideró que hay elementos suficientes para que se investigue a la cúpula del banco francés BNP Paribas y a un grupo de clientes argentinos VIP por encubrimiento agravado, lavado de activos, evasión tributaria y contrabando de divisas.

Aráoz de Lamadrid llegó a ese papel por casualidad y terminó descubriendo una sucursal “en negro” perteneciente a uno de los bancos más importantes del mundo. El juez estaba siguiendo una denuncia de la ahora ministra de Salud, Graciela Ocaña, a Romano por estafas millonarias al PAMI a través de Abril, la administradora de salud, y así encontró el instructivo con la información de sus cuentas.

Llamó entonces a declarar a Long, el representante del banco que aparecía como responsable del manejo del dinero. Fue el 27 de septiembre. Al día siguiente por la mañana, la Gendarmería nacional entró al edificio Catalinas en Avenida Alem al 900. Esperaron a que se abrieran las puertas doradas de los sofisticados ascensores del complejo y subieron hasta el piso 27 donde encontraron a Long y a quince empleados más que trabajaban en una oficina que el BNP no había declarado al Banco Central de la República Argentina, ni a la Unidad de Información Financiera. Sin embargo, desde esa oficina no registrada se tramitaban operaciones para sacar dinero “en negro” a sucursales de otros países.

El resultado de la requisa fue abrumador. Según las conclusiones del informe hecho por el segundo comandante Jarinsky, de la Unidad Especial de Delitos Económicos de la Gendarmería, en la sede “fantasma” aparecieron:

- Certificaciones de que operaban con clientes argentinos con cuentas en el exterior. No aceptaban transferencias menores a 150 mil dólares y hay registro de inversiones que llegan hasta los 147.613.819,54 dólares.

- Folletos del banco donde se hablaba de “deslocalización de domicilio fiscal”, lo que podría significar –según consta en la denuncia– que asesoraban a los clientes sobre métodos para evadir los impuestos cuando sacaban la plata del país.

- Documentos que certifican que la mayoría de los depósitos estaban en las sucursales del BNP en Suiza, Uruguay y Luxemburgo.

- Planillas con los cumplimientos de objetivos de los empleados: el jefe de la oficina registra 30 millones de dólares de depósitos conseguidos en un año y el resto de los asesores (9), sumas que van de los ocho a los veinte millones.

Ésta es una de las principales grietas del banco, que luego de los allanamientos se defendió en la Justicia diciendo que se trataba apenas de una “oficina de representación”, esto es, sedes donde los bancos asesoran a los clientes en el manejo de sus fondos, pero nunca, en ningún caso, pueden realizar las operaciones.

Sin embargo, en el informe del perito de Gendarmería constan clientes, montos y formularios de operaciones que “posiblemente posibilitaron la transferencia al exterior de fondos sin declararlos”, dice la denuncia presentada el viernes por el juez Aráoz de Lamadrid.

El caso de Romano fue el ejemplo más claro. “Cuando una entidad bancaria opera como agente financiero –dice el escrito– debe quedar sujeta a la normativa referente a la prevención de lavado de activos. Este deber, al menos en el caso de Rubén Darío Romano, no se cumplió, cuando él mismo posee en Ginebra más de un millón de dólares y su ex mujer, Cristina Grey, registra otra cuenta en Luxemburgo por 400 mil dólares.”

En ninguno de los dos casos el BNP informó de la existencia de estas cuentas ni de las operaciones. Sobre esta información, el juez realizó las denuncias que serán investigadas por la AFIP, el BCRA, el fuero penal tributario, el penal económico y un juzgado federal. Esta causa recién empieza. (CRÍTICADIGITAL.com)