Paritarias: con dudas en los gremios, el Gobierno confirma pauta de +60%

El Gobierno confirmó ayer que impulsará una pauta de aumentos salariales apenas superior al 60%, en línea con la inflación calculada en el Presupuesto y tal como había anticipado este diario en exclusiva la semana pasada, pese a las dudas que subsisten en algunas organizaciones sindicales por la capacidad del equipo económico de aminorar la suba de precios en un año electoral. La ratificación corrió por cuenta de la ministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos luego de una serie de contactos que los funcionarios mantuvieron con la plana mayor de la CGT.

“Lo que estamos haciendo este año, con responsabilidad primaria del ministro de Economía (Sergio Massa), ha sido conversar con los distintos actores sobre la necesidad de ir convergiendo hacía una desaceleración de la nominalidad y la inflación” declaró la ministra en AM 750. En esa línea confirmó que se trata de un sendero de convergencia hacia la inflación presupuestada más “algún punto de recuperación” del poder adquisitivo, así como había revelado Ámbito en su edición del 5 de enero.

El plan tiene como aliados iniciales a los “gordos” de los grandes gremios de servicios de la CGT y a sus colegas “independientes” de buen diálogo con todos los gobiernos. Ambos sectores, que integran Héctor Daer (Sanidad), y Andrés Rodríguez (estatales de UPCN), entre otros, son el sostén principal en el ámbito de los sindicatos de Massa y su eventual proyecto presidencial. De ahí que, incluso sin demasiada confianza en la desaceleración inflacionaria que implicaría aceptar el 60%, serán los primeros en darle respaldo público a la iniciativa.

En cambio, anoche Pablo Moyano le adelantó a este diario su rechazo a la eventual fijación de una pauta salarial como la impulsada por el oficialismo: “lo hablé con algunos ministros. La CGT no fija paritarias, que son libres. Y en lo particular no estoy de acuerdo”, advirtió. La posición del cotitular de la central obrera y número 2 de Camioneros pone una señal de alarma en el plan de Economía más allá de que su gremio no negociará paritarias sino hasta octubre próximo.

En la misma línea que Moyano, anoche Gerardo Martínez, jefe de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) puso reparos ante este diario. “Las paritarias son libres y soberanas en el acuerdo de cada sector. La CGT no acepta ningún techo o intromisión de la política para que los salarios sean variables del ajuste”, advirtió. En su caso se trata de un referente de los “independientes” que apoya a Massa, más allá de su reticencia a la fijación de pautas para este año.

La puesta en práctica de la pauta salarial tendrá este año particularidades diferenciales de los períodos anteriores: por caso, el inicio de la ronda de negociaciones del primer tramo de 2023 coincidirá con todas las reaperturas y revisiones previstas en los acuerdos alcanzados en 2022, que registró un récord de mesas de diálogo por la espiral inflacionaria. Es decir que mientras el Gobierno pondrá su atención en el arranque de discusiones como la de los docentes o la de la Asociación Bancaria (que suelen primerear cada año) se desarrollarán revisiones por parte de sindicatos de mucho volumen de afiliados como Comercio que en 2022 sólo pactó aumentos de 59,5% y tiene previsto revisarlo desde hoy mismo.

También la confirmación del plan oficial coincidió con la difusión del 5,1% de inflación de diciembre, por encima de lo esperado por el propio Massa y que acrecienta las dudas de la dirigencia sindical y empresarial por la concreción del proceso de baja de precios. En reserva los dirigentes sindicales que mostrarán apoyo público a la iniciativa aclararon que lo harán con la garantía de reaperturas permanentes de sus acuerdos, tal como pactaron en los años anteriores los gremios con mayor capacidad de negociación.

En la cúpula de la CGT, de todos modos, reconocen que existe un consenso mayoritario para al menos evidenciar apoyo al plan de Massa. El ministro les dijo que con ese respaldo a mano apurará acuerdos con el empresariado para garantizar el sostén de precios clave de la economía. Como herramientas el funcionario exhibirá la canilla de dólares para los sectores que requieren de insumos importados, y a los empleadores en general buscará convencerlos con un horizonte previsible en los valores del dólar, la tasa de interés y las tarifas, además del componente salarial.

Fuente: Ambito