Por el recorte en la coparticipación, 19 provincias tendrán déficit en 2024
La reducción de la masa de recursos coparticipables, por las modificaciones en Ganancias y una eventual caída en el IVA en linea con lo previsto en el Presupuesto 2024, afectará a la Nación y a todas las provincias, aunque no por igual. De acuerdo a Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), en 2024 solamente la Ciudad de Buenos Aires y otras cuatro provincias sostendrán su carácter superavitario ateniéndose a un nivel de gastos similar al de 2022. En cambio, las restantes 19 provincias quedarán en rojo, lo que para especialistas llevará a un replanteo de la baja de Ingresos Brutos iniciada en 2017 y también a recalibrar la relación económica entre las provincias y la Nación.
El mensaje del presidente electo, Javier Milei, para las provincias y los empresarios fue sintético: "No hay plata". Es decir que no habrá recursos disponibles de la Nación para compensar la masa tributaria coparticipable perdida por la virtual eliminación de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias y la reducción de la recaudación del IVA. Sin embargo, la distribución de la carga de esta política fiscal expansiva no será pareja. Para la Nación, la modificación del impuesto a las Ganancias significará una pérdida de recursos de 0,35 puntos del PBI, mientras que para las provincias en su conjunto (CABA incluida) será de 0,48 puntos. Si a esto se le suma la baja en la recaudación de IVA del orden de los 0,87 puntos del PBI solo por motivos de administración tributaria, es decir, sin contar el potencial efecto de una eventual sanción de la ley de "Compre sin IVA", Nación perdería otro 0,41 puntos y la CABA junto con las 23 provincias se quedarían sin 0,45 puntos adicionales del PIB. En otras palabras, la Nación recibiría el 45% del ajuste sobre el sector público.
En su conjunto, las provincias y la CABA perderían 0,93 puntos del PBI o $4.334.000 millones al soportar el 55% del ajuste y, dentro de este grupo, la distribución no será homogénea en particular si se la evalúa en términos per cápita. "Las 5 jurisdicciones más afectadas serían Tierra del Fuego ($265.000 por habitante), Catamarca ($262.000 por habitante), Formosa ($247.000 por habitante), La Rioja ($220.000 por habitante) y La Pampa ($215.000 por habitante). Las 5 jurisdicciones menos afectadas serían CABA ($32.000 por habitante), Buenos Aires ($52.000 por habitante), Mendoza ($85.000 por habitante), Córdoba ($92.000 por habitante) y Neuquén ($98.000 por habitante)", detalló Iaraf.
Al contrastar esta proyección de ingresos con un nivel de gastos similar al de 2022 –a falta de datos de 2023-, el informe llegó a dos conclusiones. En primer lugar que sólo cinco distritos lograran cerrar 2024 sin incurrir en déficit: "Estas son Santiago del Estero, Chubut, Mendoza, Córdoba y CABA. Estas jurisdicciones, de mantener este año el resultado primario de 2022, mantendrían su superávit luego de la caída de coparticipación posible en 2024". Mientras que 16 provincias que hasta ahora tenían superávit no podrían sostenerlo. En tanto que en los tres distritos que ya tenían déficit (Buenos Aires, San Luis y La Pampa), el panorama se agravaría. "En Buenos Aires, por ejemplo, el déficit primario se cuadruplicaría", especificaron.
La segunda conclusión es que el escenario estará dado, tal y como temen los empresarios, para que la puja por sostener el nivel de ingresos de las provincias se traduzca en un aumento de las alícuotas del impuesto más efectivo que tienen a disposición los gobernadores y también el más distorsivo: los Ingresos Brutos. Es que, a nivel consolidado, se pasaría de un superávit primario de 0,68% del PBI en 2023 a un déficit primario de 0,25% del PBI. "La relación entre la pérdida de ingresos y el resultado primario es negativa, del orden de 1,36 veces. Esta potencial situación que podría darse en las provincias y CABA, seguramente va a poner en discusión la suba de los impuestos a los IIBB como mecanismo alternativo de compensar la pérdida de coparticipación", afirmaron en Iaraf.
En efecto, los datos que el Indec dio a conocer este martes con la metodología de las cuentas nacionales muestran que en 2022, al igual que en los dos años previos “los gobiernos estatales (provinciales y CABA) son los de mayor incidencia en la conformación del ingreso disponible bruto, principalmente debido a los regímenes de coparticipación” y, si bien, las retracciones en los ingresos provinciales no alteraran la proporción, sí pueden forzar a una mayor disciplina o alineamiento en busca de transferencias no automáticas para compensar la pérdida de recursos, en particular una vez que las provincias pierdan la holgura que les permitía tener superávits propios. En detalle, en 2022 las provincias tuvieron ingresos disponibles por 11 puntos del PIB y la Nación por 1,5 punto, mientras que los gastos fueron del 9,2% del PIB y del 4,8%, respectivamente. Esto es un ahorro de 1,9% del PIB para las primeras y un desahorro de 3,3% del PIB para el gobierno central, de modo tal que, una vez descontada la inversión bruta fija, y las transferencias de capital se tradujeron en una necesidad de endeudamiento neto por 4,1% del PBI, de los cuales 4,4% fueron a causa del déficit nacional y una compensación provincial parcial con un superávit del 0,4% del PIB.
Fuente: Diario BAE