Por la sequía, el Gobierno confirmó prórroga de las exportaciones de trigo

El Gobierno decidió prorrogar los embarques programados de trigo de la actual campaña ante la profunda sequía que atraviesa el cultivo y que generó una pérdida productiva de alrededor de 9 millones de toneladas respecto a la campaña previa, lo que complicaría seriamente el abastecimiento del mercado interno y los precios a pagar del cereal por la cadena triguera.

Según detallaron desde la cartera Agrícola la prórroga automática se estableció de manera excepcional por 360 días corridos a las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) con período de embarque comprendido entre el 1 de diciembre de 2022 y el 28 de febrero de 2023, contados a partir del fin de embarque más prórroga automática para trigo pan, "de manera de brindar certidumbre a todos los actores de la cadena triguera ante el actual contexto climático que afecta las labores productivas", según reza el comunicado emitido.

La normativa detalla además que "la medida quedó establecida a partir de la Resolución 114/2022, en el marco de las atribuciones conferidas por el régimen de exportación de productos agrícolas (Ley N° 21.453), para que no se vea afectada la operatoria vinculada con el mercado exterior como consecuencia de las condiciones climáticas actuales que han mermado los rendimientos del cereal. Cabe señalar que la Prórroga Automática Excepcional no será de aplicación para aquellas Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) que fueron registradas con posterioridad al período comprendido, como asimismo para las DJVE que se registren con plazo de vigencia de 30 días. Además los mismos motivos de fuerza mayor podrán ser alegados por los productores en caso de incurrir en incumplimiento respecto de los exportadores, quienes deberán admitir dicha circunstancia".

Tras la formalización de la medida, la Cámara de la Industria Aceitera Argentina (Ciara) manifestó que la flamante resolución le genera "un mal augurio" porque "exportar menos es siempre una mala noticia", según manifestó a través de una publicación en su cuenta de Twitter,

No obstante, Ciara coincidió con que "la sequía es una calamidad climática que nos ha hecho perder más de 9 millones de toneladas de trigo respecto de las estimaciones iniciales y que eso impactará en la capacidad de exportación nacional. "Por ello, debemos trabajar ahora para lograr que la Argentina no pierda mercados compradores, pero sí adaptar los volúmenes de venta al exterior a la baja oferta de la producción de trigo de la campaña 2022/23", planteó la entidad aceitera.

En este sentido, desde la entidad que nuclea a las empresas agroexportadoras solicitaron también que "el Gobierno debe avanzar en el dictado de la emergencia para los productores de trigo ante esta crisis tan profunda provocada por la sequía".

Lo cierto es que a partir de este escenario el Gobierno no solo le abre el juego a las empresas exportadoras para que no cumplan con los embarques de granos programados, y puedan trasladarlos hacia la siguiente campaña, sin pagar un multa del 15% del valor a exportar, sino también a los productores. Es que aquellos que vendieron el trigo de manera anticipada (forward) también podrán no cumplir el contrato sin penalidad.

En tanto se abre otro escenario para los más afectados por la sequía que en algunos casos perdieron el 100% de lo sembrado. Para ellos el Gobierno estaría buscando algún tipo de mecanismo de asistencia, más allá de la postergación de los embarques, para que les llegue en forma directa, quizás a través de créditos blandos o aportes no reintegrables, la asistencia del Estado.

Por supuesto que la caída productiva es también una gran preocupación para toda la cadena triguera, en este caso los molinos y transformadores. Es que el precio futuro que se pagará por el cereal también puede verse afectado y por eso el Gobierno busca ponerle un tope a los incrementos dando prioridad al mercado interno por sobre la exportación. Hasta el momento se prevé que la cosecha final de trigo sea de alrededor de 13 millones de toneladas, pero podría haber un recorte productivo mayor en las próximas semanas y de ese total alrededor de 7 millones necesitan los molinos para abastecer la demanda interna de harina.

Fuente: Ambito