ENCUESTA
¿Por qué los ejecutivos cambian de trabajo?
En algún momento, todos nos preguntamos si nuestro actual trabajo es lo que realmente queremos hacer en nuestra vida. Cuando la respuesta es negativa, puede surgir (o no) la necesidad de un cambio de carrera.
Durante buena parte del siglo XX, el paradigma laboral se basó, generalmente, en el trabajo de por vida. Uno ingresaba a una empresa como junior y esforzadamente iba escalando a posiciones de mayor responsabilidad hasta llegar, eventualmente, al puesto de CEO.
En los primeros años del siglo XXI, las perspectivas profesionales parecen diferentes. Desde luego, el ascenso interno sigue siendo un camino hacia puestos de mayor responsabilidad. Sin embargo, muchas oportunidades hoy se dan a través de cambios de trabajo o hasta de industria.
En este marco, es interesante evaluar cómo los ejecutivos de corporaciones multinacionales gestionan sus carreras profesionales. La consultora McKinsey organizó una encuesta entre casi 900 ejecutivos de distintas industrias para evaluar cómo y por qué toman decisiones cruciales que afectan su trayectoria laboral futura. Veamos...
¿Cuándo se produce el cambio de carrera?
La mayoría de los ejecutivos sostienen que la principal decisión que forjó su carrera laboral la tomaron alrededor de los treinta años.
Razones del cambio: hombres versus mujeres
Un tercio de los varones decidió cambiar de carrera tras darse cuenta de que se había apasionado con otra industria. Uno de cada cuatro reorientó su trayectoria tras recibir una propuesta para un puesto diferente en la misma empresa o en otra compañía.
Las mujeres, por su parte, presentan razones diferentes a la hora de reenfocar sus objetivos.
El 28 por ciento tomó la decisión tras darse cuenta de que no estaba teniendo la vida que quería. El 26 por ciento, cambió su carrera porque su actual trabajo ya no le resultaba atractivo.
¿Quiénes brindaron el mayor apoyo al cambio de carrera?
Un cambio de carrera tiene un obvio impacto sobre la trayectoria profesional de corto y largo plazo. Por lo tanto, la decisión no es sencilla porque implica una transformación radical de la manera en que uno había planteado su plan de vida (de hecho, ¿quién no se planteó alguna vez la voluntad de realizar un cambio radical? Ahora bien, ¿cuántos se atreven a concretarlo?).
Por lo tanto, el apoyo de las relaciones es clave para decidir. El 45 por ciento de los encuestados manifestó recibir un fuerte apoyo por parte de su esposo o pareja. Un 22 respondió haber recibido aliento por parte de su jefe.
¿Qué ocurrió después de la decisión del cambio?
El 38 por ciento de los ejecutivos respondió que, tras el cambio, aceptaron un nuevo trabajo en una compañía de otra industria. El 22 por ciento se cambió de puesto dentro de la misma empresa. El 16 por ciento decidió volver a la universidad para cursar un MBA o estudios de doctorado.
En definitiva, el mercado laboral ya no es lo que era. A medida que el trabajo de por vida va desapareciendo, los cambios de carrera van cobrando una importancia fundamental a la hora de trazar la historia laboral de cada uno.
Desde luego, las prioridades y circunstancias son diferentes para cada persona. Pero existen ciertos momentos cruciales en que todos se preguntan si lo que están haciendo es lo que realmente les gusta. Y así, llega el momento de la verdad. (IECO)