Quedan flancos aún abiertos del plan reactivador con varios sectores

El plan para reactivar el consumo y frenar los despidos se presentó en sociedad sin que estuviera completo, a pesar de que el Gobierno lo discutió con banqueros y empresarios durante dos semanas y hasta lo hizo trascender por adelantado en dosis homeopáticas. En los próximos días deberán definirse los plazos por los que se prestarán los $13.200 millones que se volcarán al crédito, las tasas de interés que se cobrarán y quiénes podrán obtenerlos. Tampoco se logró un acuerdo en la cadena automotriz sobre qué modelos se incluirán y cómo se protegerá a las fábricas de autopartes, que ayer expresaron su “incertidumbre” mediante un duro comunicado. En el medio resta dirimir una nueva interna: la que libran desde la semana pasada el siempre belicoso Guillermo Moreno y la flamante ministra de la Producción, Débora Giorgi.

Los estrategos comunicacionales de la Casa Rosada buscaron dar un marco épico a los anuncios de la Presidenta para generar lo que los economistas llaman un “shock de confianza”. Junto al gabinete íntegro estaban en Olivos los jefes de las dos centrales sindicales, los presidentes de las principales cámaras patronales y una multitud de gobernadores y parlamentarios. Pero los empresarios se fueron casi con las mismas dudas que llevaron a la quinta. Y los consumidores tampoco saldrán de compras en masa hasta que no surjan en los próximos días las primeras aclaraciones.

Autos en punto muerto.

Cristina anunció que habrá $3.100 millones en créditos para 100 mil personas que quieran comprar su primer auto. Y que las automotrices y los concesionarios reducirán sus márgenes para abaratar sus modelos más económicos. Pero agregó que el acuerdo final se discutirá “terminal por terminal”. El riesgo es que el programa tarde más en definirse y que los compradores sigan postergando sus decisiones a la espera de las promociones.(CRITICA DIGITAL)