NOTA DE OPINIÓN
Retenciones, una pieza clave para el esquema económico del gobierno
En el marco de la problemática de las retenciones la doctora Elena Alfonso y la licenciada Daniela Torrente, docentes investigadoras de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNNE analizan las condiciones internacionales y el escenario nacional que permitan con mayor precisión la comprensión de estas medidas.
Escenario internacional
El problema de EEUU: Los mercados mundiales han entrado en una etapa de profunda incertidumbre a mediados de 2007 como consecuencia de la repentina y abrupta caída de los valores en el mercado de EEUU, situación que quedó reflejada en la mayor volatilidad de los mercados de acciones, los precios de los productos básicos y los tipos de cambio. Se descuenta en consecuencia una recesión, que técnicamente significaría al menos dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo para esta economía.
A pesar de ello, el efecto del aumento de la volatilidad, para los países en desarrollo ha sido bastante leve hasta el momento No hay duda que la baja de la tasa de interés alienta la creación de nuevas burbujas. Al haber más liquidez se buscarán alternativas de inversión, uno de ello el de los commodities agropecuarios
La intensificación de China e India en los flujos de comercio mundial: La revolución industrial china hizo que el consumo de petróleo crudo creciera de 5,5mill de barriles /día en 2003 a 7,7 mill de barriles /día en 2007. Asimismo representó el 64% del consumo de cobre, 70% de aluminio y 82% de cinc. Se estima que para 2030 China e India podrían consumir 23.1 barriles/día, comparado con 9.3mill barriles/ día, también son importantes demandantes de alimentos.
Durante los últimos dos a tres años principalmente, el precio de los commodities en el mundo ha ingresado en un claro ciclo ascendente que se inició en productos básicos como petróleo, metales, aceites y cereales, y que poco a poco se ha ido trasladando a otros productos en los últimos meses, como los cultivos industriales tales como café, cacao, azúcar y algodón. El precio del cobre se triplicó en cinco años, el de cinc se duplicó. El trigo y la soja subieron el 70% en 2007. Los precios a futuro del petróleo, oro, plata, uranio, ganado, cacao y maíz están en niveles sin precedentes.
El futuro de los precios internacionales de los granos es sólido. Es probable que se mantengan por encima de los niveles históricos. A este análisis es conveniente adicionar el hecho de nuevos usos de las materias primas, como obtención de etanol y biocombustibles, que permite asistir a un nuevo escenario de demanda y precios. La producción de biocombustibles está empujando la demanda de granos, que se complementa con la suba del crudo.
Situación nacional
La economía argentina desde 2002 en adelante está experimentando tasas de crecimiento muy importantes. Desde el mínimo alcanzado en el 4to trimestre de 2002 ha producido un crecimiento del 49.3% en el nivel de actividad, (con tasas anuales de crecimiento promedio del 8%).
Este crecimiento se basa en la aplicación de medidas tales como: sostenimiento de un tipo de cambio real competitivo; política monetaria acomodaticia consistente en intervención en el mercado de divisas, controles de precios de productos básicos, controles de salarios y tarifas de la mayor parte de los servicios públicos y de los productos energéticos.
Esto sumado a un contexto internacional favorable han sido factores clave para lograr objetivos tales como el de generar empleo compatible con tasa de ahorro público y privado importantes. El superávit primario del sector público representa en promedio el 3% del PIB. Esto también le ha permitido al Estado llegar a niveles record de reservas en el BCRA (superando los u$ 50.000 millones en la actualidad).
La diferencia entre Argentina y otros países en desarrollo es que el crecimiento de estos últimos, por ej. Brasil, se basó en la aplicación de políticas monetarias independientes, una postura fiscal cautelosa y monedas más fuertes. Esto fue así para evitar traspasar las presiones de costos a la producción y los pecios, por ello la inflación en estos países se mantuvo calma aún a pesar del crecimiento mundial que es el más fuerte de los últimos treinta años.
Argentina se basó en medidas de aprovechamiento al máximo de ventajas cambiarias unidas a mayor intervención del Estado en la economía, lo que ha impedido controlar la inflación, convirtiéndose este problema en su talón de Aquiles.
Pero la inflación no el único problema que afecta a nuestra economía
El sistema inmunológico de los mercados financieros de Argentina está más debilitado que el de otros países, en ello intervienen los siguientes elementos: por un lado la Argentina no resolvió aún una parte de la deuda que entró en default en 2001, (en ello resulta clave la renegociación de la deuda con el Club de Paris), por otro, también incide el manejo del cálculo de la tasa de inflación en el INDEC que generó falta de credibilidad, la razón es que perjudica a deuda ajustada por CER llevando las tasa que se pagan por encima del CER a varios puntos más a los que se pagaban con anterioridad.
Estas restricciones, también han definido las condiciones en que Cristina Fernández de Kirchner asumió el gobierno en diciembre y su decisión fue mantener los lineamientos del esquema económico utilizado en la gestión anterior.
Las principales mediadas adoptadas están concentradas en reforzar los ingresos del tesoro nacional, por ello desde noviembre ya se aplican con mayor énfasis los derechos de retención sobre productos agrícolas, hidrocarburos y exportaciones mineras.
Esto, sumado a aumentos de precios internacionales de las commodities, le permitió al Estado capturar recursos para financiar sus actividades y cumplir con compromisos pactados solucionando en parte el problema de la falta de financiamiento externo.
En febrero de este año la recaudación aumentó un 46.8% respecto al mismo mes del año anterior, en este incremento incidió especialmente el aumento de la recaudación por retenciones de un 141% que contribuyó en más de un 48% a el mejoramiento de la recaudación.
El nuevo esquema de retenciones (marzo de 2008) es móvil están atadas a los precios y la tasa varía de acuerdo al precio, con el actual rondaba el 44% y si el precio por tonelada supera los 600 dólares, el 95% del aumento marginal.
Para resolver el problema del desabastecimiento y abaratar el precio de productos básicos, se están aplicando desde principio del año 2007 un esquema de compensaciones a la producción interna de alimentos, donde el organismo de ejecución es la ONCCA (Oficina Nacional de Control de Comercio Agropecuario).
En 2007 de acuerdo a datos de la ONCCA se han otorgado subsidios por 1.500 millones pesos, por lo que no es difícil concluir que fue superado por el monto de retenciones a la soja.
El problema radica en los mecanismos de instrumentación, en la disparidad con que se aplican los acuerdos y en que los beneficios se concentran en los eslabones intermedios de la cadena productiva no en los productores primarios. A esto se suma que los productores primarios pequeños y medianos no producen con las mismas ventajas de costos que los grandes, quienes tienen la posibilidad (por cuestiones de escala) de acceder a precios mayoristas para los insumos que utilizan en su producción.
Lo que sucede con este esquema de subsidios es que reemplaza señales de precios que emite el mercado, quita transparencia y atenta contra la inversión productiva.
Las compensaciones son una tercer fase de relación “K” con el campo, la primera fue la de implementación de impuestos y retenciones, la segunda fue la comenzada en 2005 de limitaciones de volúmenes exportados para productos como carne y leche con un objetivo antiinflacionario, esta medida incentivó a la utilización de tierras en alquiler que se destinaban a la producción de leche a la soja, ya que se afectaron los precios relativos de la carne y la leche con relación a la soja pisando la rentabilidad de los primeros. En ese marco surgen las actividades de compensación, como una forma de incentivar la producción interior y de frenar los aumentos de precios internos.
El problema es que la actual coyuntura mundial es de presiones externas sobre el precio de los alimentos y esto tiene un impacto directo sobre la inflación interna. Entonces, plantear como objetivo crecer a una tasa importante como la que se está mencionado, en condiciones de oferta limitada, buscando aprovechar las ventajas de precios que ofrece el contexto internacional puede traer aparejadas serias consecuencias sociales debido a impacto redistributivo de la inflación sobre los sectores de menores ingresos. Esto demandaría una mayor (aún mayor) intervención del Estado en la actividad económica. Sin mencionar los innumerables cuellos de botella que se pueden presentar producto de la falta / escasez de combustibles. (SEMANAPROFESIONAL)