Sale al ruedo el plan 0 KM

Con el formulario y las condiciones del plan de incentivo a la compra de un cero kilómetro en la mano, las concesionarias y el Gobierno se cruzaron por la modificación al menos de dos cláusulas. Una es la exigencia de que el comprador no haya tenido un auto nuevo en los últimos cinco años. También piden que si el comprador no llega con el sueldo mínimo exigido, pueda sumar a un garante o al núcleo familiar. Quieren ampliar más la posible demanda y extender la bonanza de ventas hasta fin de año. El Gobierno se niega por temor al costo fiscal. Otro frente se abre por el lado de los precios. Guillermo Moreno se encargará de mantener congeladas al menos por un año las cuotas de los planes de pago. El contrato de compraventa, al que tuvo acceso Crítica de la Argentina, permite ajustes trimestrales según la variación de costos de fábrica, en un año en el que la expectativa de inflación es del 15 por ciento. Y si al cliente no le alcanza con los modelos “despojados” del listado de precios oficial, el gasto de sumar comodidades puede elevar el precio final hasta en 7.000 pesos.

El titular de la Cámara del Comercio Automotor, Alberto Príncipe, fue ayer el que arrojó la primera piedra. Planteó que “faltan aclarar varios puntos” al señalar que “ni en la solicitud ni en el contrato de compraventa figura” si el interesado puede haber comprado ya un cero kilómetro o no, y si lo hizo, con qué antigüedad deberíahaberlo hecho para calificar para este plan.

Sin embargo, fuentes de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) dijeron que es mentira que ese punto no esté claro; “lo que pasa es que tal vez ellos quieran que sea más extensivo, para todo el mundo”. El titular de la ANSES, Amado Boudou, precisó que se exige que “desde 2002 no se debe haber comprado un 0 km”. El interesado deberá demostrar esto con un certificado expedido por el Registro de la Propiedad Automotor.

Según el funcionario, la reglamentación dice que la cuota no puede superar el 30% del ingreso total del comprador, que deberá ser de un mínimo de 2.500 pesos.

Boudou ejemplificó que “la cuota de un Fiat Uno, que es la más barata, ronda los 800 pesos, incluyendo el seguro y todos los gastos de administración”. Los concesionarios quieren ampliar este universo para aquellos que no lleguen a ese porcentaje y sumar un garante. Dicen que, si logran convencer al Gobierno de sus cambios, “en tres meses nos quedamos sin cupo y vendemos los 100 mil autos”.

El Gobierno se niega a ampliar el universo de la demanda por temor al costo fiscal. Los vendedores retrucan y sostienen que con los impuestos, el aumento del ingreso por patentes, más la comisión por cuota que se lleva la ANSES, el aporte estatal para el plan no superará los 260 millones de dólares.

Otra cláusula que generará controversia es la cuarta, que permite ajustar las cuotas trimestralmente, según los costos de fábrica. Boudou dijo ayer que “hay un compromiso para que el precio no varíe por un año”. Incluso explicó que, una vez transcurrido ese plazo, “para que cambie el precio, se requiere de un acuerdo con la Secretaría de Comercio”. La cláusula sólo dice que “las actualizaciones se efectuarán obligatoriamente en el marco de las políticas del gobierno nacional en la materia”. Reclamos salariales y otros incrementos por inflación serán la variable de discusión entre las terminales, las concesionarias y Guillermo Moreno.

Otro punto que no se especifica en el contrato es qué pasa con los detalles de confort del auto (aire acondicionado, levantavidrios automático) si es que el cliente quiere sumarlos al modelo del listado oficial. Estos extras no gozan de la financiación de la ANSES y se pagan en efectivo.

La cláusula octava obliga a las terminales a entregar el auto a los 45 días, una vez que el comprador cancele el 20% del valor del vehículo, ya sea en doce cuotas o en efectivo. De no hacerlo, las fábricas pueden ser sancionadas.

Las automotrices recién hoy reanudan su actividad, y el tiempo de entrega dependerá en gran medida de la demanda. Admiten tener stock disponible por el parate de los últimos meses, pero no de todos los modelos “despojados” que se ofrecen.(CRITICA DIGITAL)