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Scioli descongela obras con ambicioso plan de autopistas
Con la obra pública casi paralizada y un frente fiscal en rojo, Daniel Scioli blanqueó ayer un plan monumental: construir una red de autopistas en la provincia que, además de atender la cuestión vial, opere como reactivador del sector de la construcción.
Desde Bahía Blanca, el gobernador anunció que enviará un proyecto a la Legislatura de la provincia para crear un fondo fiduciario para financiar esas obras. Esos recursos surgirán, según la iniciativa, de incrementos en distintos impuestos bonaerenses.
Replica otro proyecto ya planteado antes pero en vez de nutrirse de un impuesto a los combustibles -que es nacional- modifica dos tributos provinciales: patentes y sellos sobre seguro automotor.
La red de autopistas forma parte de un esquema que incluye la finalización de la autovía 6, mediante un mecanismo no convencional de financiamiento, y la posibilidad de entregar en concesión, para mantenimiento y mejoras generales, de 1.800 kilómetros de rutas provinciales.
Son, en realidad, tres aristas de un plan global en materia vial que, en paralelo, tiene su lado económico-reactivador: la crisis fiscal congeló las obras propias y, en el último tiempo, no se han renovado emprendimientos con financiamiento de la Nación.
Hace semanas Julio De Vido recorre la provincia, cita a intendentes y les pide una lista de obras. Ya destinó fondos potenciales a cada territorio y, según anunció, antes de fin de año comenzarán los desembolsos. En general, la provincia no interviene en ese proceso.
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Ayer Scioli dio la primera señal sobre el proyecto de red de autopistas y anunció que enviará el proyecto junto al de Presupuesto 2013 y a la Ley Impositiva. La razón es simple: el plan de infraestructura vial contempla, vía fondo fiduciario, la toma de deuda.
El gobernador tomó como base un proyecto ideado por el diputado Iván Budassi. De hecho, el anuncio lo hizo desde Bahía Blanca, de donde es el legislador y donde se mostró con su ministro de Producción, Cristian Breitenstein.
Curioso: mientras Scioli visitaba la ciudad, el intendente bahiense Gustavo Bevilacqua estuvo en Buenos Aires para reunirse, justamente, con De Vido. El texto de Budassi, que desempolvó Scioli, se enfoca en la necesidad de infraestructura vial ante el aumento del parque automotor y el progresivo incremento de muertes por accidentes de tránsito entre las que, según cifras de organizaciones del sector, el 50% fueron por «invasión de carril» y «distracción en rutas».
En simultáneo, Scioli detecta la posibilidad de impulsar un megaplan de obras en una época de sequía económica. Además, por la tensión política la Casa Rosada, a juzgar por el desempeño de De Vido, no planea «coparticipar» los emprendimientos con el gobernador.
El esquema anuda dos variables para obtener recursos: un retoque en la cuestión impositiva y una variación en el destino de los fondos provenientes de las multas que se hacen en la provincia.
¿Qué impacto tendrá, de aprobarse la ley, en el bolsillo de los contribuyentes? Sumadas, la contribución especial por Patentes y Sellos por seguro automotor, implicarían para el propietario de un auto mediano modelo 2008, unos 34 pesos mensuales. Para un auto grande, nuevo, estaría por encima de los 80 pesos al mes.
De ese modo, según la estimación de Budassi, se redondearía un fondo de algo más de 600 millones de pesos anuales que podrían usarse como garantía para tomar créditos para una obra de mayor envergadura.
No hay, por ahora, diseño de emprendimientos ni, tampoco, cálculo sobre los recursos que se podrían obtener. La dimensión de la demanda puede detectarse a partir de un dato: construir un kilómetro de autopista cuesta entre aproximadamente 1,5 millones de dólares.
Es decir: para un emprendimiento de importancia deberían obtenerse fondos por encima de los 3.000 millones de pesos.
Durante el primer mandato de Scioli la provincia consiguió una autorización de endeudamiento para financiar la finalización de la autovía 6. Se trata de 1.100 millones de pesos. Para encarar la obra, el ministro de Infraestructura Alejandro Arlía diseñó un modelo de financiamiento que consiste en que las empresas contratistas aporten los recursos a cambio de un bono provincial.
Fuente: Ambito.com