INFORME PRIVADO

Segun IDESA, 2 de cada 3 pesos de mayor recaudación son para el Estado

El Instituto Nacional de Desarrollo Social Argentino (IDESA) difundió hoy un informe sobre el Sistema de Coparticipación Federal de Impuestos en el que se estima que 2 de cada 3 pesos de la recaudación fiscal ingresa a las arcas del Estado.

Reproducimos a continuación el informe completo elaborado por el Instituto:

La bonanza económica asociada al muy favorable contexto internacional constituye una oportunidad inédita para construir las bases para el desarrollo social sostenido. Un eslabón clave es dinamizar la inversión en capital humano, especialmente, educación y salud básica.

Sin embargo, esto no será posible con un régimen fiscal que concentra recursos en el nivel nacional estimulando el uso de los fondos públicos en áreas no prioritarias y a favor de las regiones más ricas.

En efecto, existe un amplio consenso en torno a que una de las llaves del desarrollo económico y social es la inversión en capital humano, especialmente, educación y salud básica. La lógica es que mejorando las capacidades humanas se generan las bases del progreso material y la posibilidad de que sus beneficios se distribuyan de manera equitativa.

En este sentido, la bonanza que disfruta la Argentina, gracias al muy favorable contexto internacional, es una oportunidad inédita para incrementar sustancialmente la inversión en capital humano.

Por el contrario, según datos del Ministerio de Economía, en el año 2006 la inversión pública en educación básica –es decir, hasta el nivel medio­­– fue del 3,3% del PBI y en salud pública –fundamentalmente atención primaria a personas carenciadas– del 1,9% del PBI. Son niveles modestos, tanto si se las compara con las que prevalecían antes de la crisis del 2002 como cuando se toma como referencia otros países.

Una cuestión central para entender este fenómeno es abordar la forma en que se distribuyen entre jurisdicciones los recursos públicos y las responsabilidades en materia de provisión de servicios de educación y salud. En este sentido, datos del Ministerio de Economía y del Consejo Federal de Impuestos permiten observar que:

- Del total de gasto en educación básica, la Nación administra sólo el 4%.

- Del total de gasto en salud pública, la Nación administra sólo el 18%.

- Del total de aumento de recursos públicos por mayor recaudación impositiva y aduanera entre el 2001 y el 2007 la Nación se apropio del 68%.

Los datos señalan con claridad la concentración de recursos. Entre los años 2001 y 2007 el aumento de recaudación impositiva y aduanera reportado por AFIP fue de $128 mil millones. De ese monto, la Nación se apropió de $88 mil millones, o sea, el 68%.

Mientras tanto, las provincias, que tienen las responsabilidades por la educación y la salud básica, recibieron apenas $41 mil millones, o sea, el 32% del aumento de recaudación.

La bonanza económica no se traduce en más inversión en capital humano porque la mayor parte de los recursos fiscales incrementales no son asignados a las provincias, que son las jurisdicciones responsables de administrar las escuelas y los centros de salud, sino que se quedan en la Nación. Esto se produce por un esquema inconsistente de organización fiscal.

La coparticipación federal de impuestos debería ser, según la Constitución, la ley madre que asigne de manera clara, automática y transparente los recursos públicos en función de las responsabilidades de cada jurisdicción. Sin embargo, en la práctica la distribución de recursos se realiza aplicando mecanismos complejos y arbitrarios.

La insuficiencia de recursos a nivel provincial no es posible compensarla con el exceso relativo de recursos que detenta la Nación. Por un lado, porque con la centralización hay un efecto de dilución de responsabilidades y burocratización de la administración.

El común denominador en las asignaciones de los fondos excedentes en poder de la Nación son la discrecionalidad y la redistribución a favor de las regiones más ricas del país. Por caso, la Ciudad de Buenos Aires, que recibe subsidios al transporte público, luz, gas, agua, nafta, infraestructura vial y pasajes aéreos, siendo la jurisdicción que tiene mayor nivel de ingreso per capita y mayor nivel de salarios del país. O la provincia de Santa Cruz, que teniendo menos de una décima parte de la población de las provincias del norte y mayores recursos públicos propios por posesión de reservas de hidrocarburos y gases, recibe en inversión pública nacional 2 veces más del promedio de lo que reciben esas provincias.

Argentina presenta síntomas contundentes de que necesita un “shock” de inversión en capital humano. Según datos de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC, de la población mayor de 25 años sólo el 48% tiene la secundaria completa y entre los jóvenes de 18 años apenas el 49% había terminado la secundaria de manera regular, el resto estaba retrasado o la había abandonado. La tasa de mortalidad infantil se ubica en el orden de los 12,9 por mil nacidos vivos cuando Chile, por ejemplo, tiene tasas del 8 por mil.

La actual coyuntura económica da una nueva oportunidad. Pero para no desaprovecharla es necesario corregir la asimetría fiscal entre concentración de recursos en la Nación y descentralización de responsabilidades en la administración de los servicios sociales. En términos simples, se necesita un replanteo integral y estratégico del régimen de coparticipación federal de impuestos.

Fuente: Instituto Nacional de Desarrollo Social Argentino (IDESA)