Según el Indec hubo menos inflación porque bajó la carne
La política oficial de restricción a las exportaciones de carne, sumada a la sequía que sufrió el campo hasta hace apenas unas semanas, se tradujo en una fuerte desaceleración de la inflación oficial, que cerró febrero con una suba del 0,4 por ciento.
En el índice que dio a conocer ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la baja del 0,6% que registró el rubro alimentos fue decisiva para que el costo de vida registrara un alza de 0,4% en el último mes y acumulara en el primer bimestre de este año una suba del 1 por ciento.
Según la medición oficial, la mayor baja del mes se produjo en el precio de la carne, que acusó un retroceso del 1,7 por ciento. El precio de la carne tiene un papel fundamental en la evolución de la inflación, debido a su fuerte peso en la canasta de consumo de los hogares argentinos (según la última ponderación que dio a conocer el Indec representaba por sí sola el 7,3% del índice de precios al consumidor).
"En las primeras semanas de febrero la carne tuvo una baja de precios muy marcada a nivel mayorista porque hubo una gran liquidación de hacienda por la sequía. Esta caída se trasladó a los precios de las carnicerías y en menor medida a los supermercados. Ahora que empezaron las lluvias, el gran interrogante es saber si las estadísticas del Indec reflejarán las subas que ya se están dando a nivel mayorista", explicó Marina Dal Poggetto, economista del estudio Bein, que informó una inflación para febrero del 0,6 por ciento.
La fuerte desaceleración que informó el Indec está en línea con la visión que tienen los analistas y economistas privados que también dan cuenta de un cambio de tendencia en materia de inflación a partir del nuevo contexto económico internacional y local que provocó la caída de Lehman Brothers, en septiembre pasado.
Sin embargo, la brecha entre la inflación oficial y la real continúa existiendo y las mediciones privadas siguen reflejando subas que en algunos casos duplican lo que informa el Indec.
"Nuestra estimación de inflación interanual real se ubica en torno del 16,2 por ciento para febrero; muestra una marcada desaceleración si se la compara con la inflación anual de diciembre, mes en el que alcanzaba un 19 por ciento. En tanto que el incremento mensual ascendió al 1,1 por ciento", explicaron en la consultora Economía & Regiones, de Rogelio Frigerio.
Por su parte, el economista Camilo Tiscornia bajó del 1 al 0,8% su medición de inflación de febrero, debido al aumento en el rubro atención médica que logró frenar el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Pobreza e indigencia
Concretamente, los analistas independientes destacan que en febrero las estadísticas oficiales no reflejaron las subas registradas en el rubro vivienda -como producto de las subas en las expensas- ni tampoco lo que sucedió con los alimentos que integran la canasta básica. Para el Indec, en febrero la categoría alimentos tuvo una baja del 0,6%, mientras que la canasta básica sufrió un descenso del 0,35%; acumuló así una caída del 0,51 en el primer bimestre de 2009.
Este dato no es menor, ya que la canasta básica de alimentos (CBA) determina la línea de indigencia, con lo cual según el Indec una familia tipo (dos adultos y dos menores) necesitó en febrero tener ingresos por 441,74 pesos para cubrir sus necesidades alimentarias.
Por su parte, la canasta básica total -que además de alimentos también incluye algunos servicios- en febrero tuvo una suba del 0,26% y, de esta manera, una familia pasó a necesitar un ingreso de 990,96 pesos para no caer por debajo de la línea de la pobreza.
Los datos del Indec contrastan con la mayoría de las mediciones privadas. Según la asociación Consumidores Argentinos, en febrero los alimentos tuvieron una suba del 1,8%, mientras que Adelco -que hace su relevamiento de precios desde hace más de quince años- informó una suba del 3%, impulsada por los fuertes aumentos en pollo, té y jabón. (LA NACIÓN)