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Sepa cómo proteger a sus equipos digitales durante las vacaciones

Hubo un tiempo en el que uno podía irse de vacaciones sin llevar un celular. Hoy, no. El más mínimo percance en la ruta se convierte en una aventura menor, si contamos con un móvil; de otro modo, podría transformarse en un trago muy amargo.

La cámara digital no nos salvará de quedarnos varados, pero ¿quién les explica después a amigos, parientes y colegas que no tomamos ninguna foto?

Para el que sale de vacaciones pero deja una parte de sí conectada al trabajo, llevar la palmtop o la notebook es igual de obligatorio, a pesar de las quejas de cónyuges y de colegas.

Todos estos dispositivos tienen algo en común: no se llevan bien con el trajín de un viaje.

La medida más simple para no dañar delicados y costosos dispositivos digitales es llevar el menor número posible. Si no estamos seguros de usar alguno de los equipos que estamos metiendo en la valija, mejor dejarlo en casa. Es muy fácil perder algo cuando son demasiados los dispositivos que tenemos que supervisar.

También aumenta la posibilidad de que nos los hurten o de extraviar algunos de sus accesorios (todos requieren cargador, por ejemplo), así como de dejarlo inadvertidamente dentro del auto al sol.

El viento y la arena

No es ninguna novedad, el calor y, en particular, los rayos directos del sol son los peores enemigos de un equipo electrónico. Si vamos a la playa, se suma la arena, un insidioso antagonista de los delicados mecanismos de cámaras y filmadoras. Todo bien con la paradisíaca imagen del ejecutivo trabajando con su portátil en una reposera junto al mar, pero un poco de viento y ese equipo será historia. El salitre y la humedad suelen dar los tiros de gracia.

No hay soluciones mágicas aquí. Un equipo que va a la playa regresa averiado en mayor o menor medida. Nuestro mejor consejo es elegir un día sin viento para sacar fotos o filmar y, luego, llevar de vuelta los equipos a la casa o al hotel, o guardarlos herméticamente y lejos del calor.

Todos los equipos electrónicos portátiles de última generación utilizan baterías de ión litio. Algo poco sabido es que el calor es destructivo para esta clase de acumuladores. Por lo tanto, debe evitar cargárselas en las horas de mayor temperatura y mucho más usar los equipos si han estado expuestos al sol.

Quizá lo más importante por tener en cuenta es que las baterías de ión litio pueden prenderse fuego y hasta explotar si se las obliga a funcionar en ambientes muy calurosos. Al aire libre, en verano y al sol, poner el celular en el bolsillo es una práctica potencialmente riesgosa.

Las cámaras y filmadoras tienen dos componentes costosos: el sensor y las lentes. Sabemos que no conviene apuntar al sol, para preservar la salud del primero. Pero en general nos olvidamos de que al salir de viaje las delicadas lentes se ven expuestas a la arena, al polvo, al salitre y a accidentes mecánicos de toda clase.

La solución para esto es, en aquellos casos en que sea posible, adquirir un filtro UV para poner delante del objetivo. Los equipos que admiten estos filtros tienen un número inscripto al lado de la lente que indica el diámetro de la rosca que debemos usar. El filtro UV protegerá las lentes de sus enemigos naturales y es mucho más barato y fácil de reemplazar.

Accesorios

Un clásico de la tecnología de vacaciones es que al llegar a destino nos damos cuenta de que nos faltan accesorios indispensables. A tomar nota:

- Adaptadores para las muchas variantes de enchufes con que nos podemos encontrar. Para saber qué tensión y qué enchufes se usan en todos los países del mundo, se puede visitar www.otae.com/enchufes/

- Si realmente nos gusta tomar fotos, un trípode es fundamental para tomas con poca luz o cuando queremos aparecer con toda la familia.

- Cargadores. Es el accesorio que con más frecuencia olvidamos, y sin él no hay mucho por hacer luego de unos pocos días. Para no olvidarlo, conviene empacar cada equipo con su cargador. (LA NACIÓN)