POLÍTICA ECONÓMICA
Siete de cada diez empresarios son optimistas para el 2013
En plena crisis internacional, los hombres de negocios son optimistas respecto al futuro inmediato. Confían en que mejoren las exportaciones y admiten que el control de las importaciones no afectó el funcionamiento de sus negocios.
Tras un año de desaceleración producto de la influencia de la crisis mundial sobre el país, siete de cada diez empresarios aseguran que su situación será igual o mejor durante 2013.
La encuesta que la consultora D’Alessio IROL realiza todos los años para la entidad empresaria IDEA mostró que el repunte de la economía que empezó a registrarse en el segundo semestre de este año, tanto en Argentina como en sus principales socios comerciales, generó optimismo entre los hombres de negocios, cuestión que adelanta un período sin mayores sobresaltos. La proyección, que se presentó ayer en el Hotel Sheraton de Mar del Plata en el contexto del 48º Coloquio de IDEA, representa el pensamiento de 246 ejecutivos de todo el país, la cifra más grande de participantes hasta el momento. Los hombres de negocios explicaron en las respuestas, obtenidas entre el 20 y el 28 de septiembre, que los resultados del semestre actual están dentro de lo que se había previsto, mientras que las expectativas a futuro muestran que hay confianza en que habrá mejoras para los primeros seis meses de 2013.
El 5% de los participantes espera un año mucho mejor, mientras que el 29% apunta a una mejoría moderada de su actividad. En tanto, el 39% no percibe ningún tipo de modificaciones, el 21% ve un leve empeoramiento y sólo el 6% adelanta una caída fuerte. En esta línea, la estimación de inversión para 2013, como porcentaje de la facturación anual ronda el 12% y se ubica en el nivel de 2011, en un escenario que muestra que sube la cantidad de empresas que esperan invertir y el volumen de los fondos que se volcarán en la economía. La tendencia más grande es hacia las llamadas inversiones blandas, en especial aquellas destinadas a generar nuevos negocios, mientras que en la inversión dura se mencionaron actualización informática y de maquinaria y mejoras en la infraestructura.
Las expectativas de caída de las exportaciones por la crisis bajaron al pasar del 36% de los encuestados en junio al 26% en la última medición. Los diez puntos porcentuales fueron a parar directamente a las expectativas de aumento, que pasaron del 12% al 22 por ciento. Además, se espera una recuperación de los volúmenes de venta, ya que el 44% de las empresas consultadas estima que va a lograr un crecimiento en este aspecto. El empleo, por su parte, se mantuvo estable con respecto a las últimas mediciones, con un 23% de ejecutivos que creen que va a aumentar y un 58% que no proyectan movimientos.
Con esta base de expectativas, los principales factores a observar según los empresarios serán la diversificación de productos y servicios, el logro de alianzas estratégicas, el crecimiento de la demanda interna y el abaratamiento de costos. "Los empresarios empiezan a mirar al resto del mercado como colegas, dejan de lado la competencia y establecen acuerdos por ejemplos en proveedores", apuntó Eduardo Dalessio, titular de la consultora que realiza la encuesta. Además, subrayó que el consumo interno vuelve a aparecer en el escenario y en el futuro cercano aumentará todavía más su protagonismo.
En cuanto a la rentabilidad, aquellos que esperan un aumento se duplicaron y pasaron del 15% a mitad de año al 30% en la encuesta a octubre. En la vereda de enfrente, el 42% espera una disminución, pero esta cifra significa un 14% menos que el 56% de pesimismo de mitad de año. La adaptación de las empresas al contexto económico actual mostró dos aristas interesantes. Por un lado, los controles a las importaciones para evitar la invasión de productos que no encuentran mercado en los países centrales comenzaron a ser mejor recibidas, ya que en el costado de insumos, el 54% dijo que no lo afectó, el 38% que sí y el 8% que lo benefició, mientras que en productos terminados el 62% sostuvo no verse afectado, el 22% que alguna complicación tuvo y el 16% que logró un beneficio. En la misma tónica se encuentra la capacidad de encontrar oportunidad en la crisis. Si bien el 67% de las empresas nota un impacto de la debilidad económica global sobre su actividad, el 17% dijo haber encontrado la manera de sacar provecho de esta situación desde un país en desarrollo, cuando en julio solo el 6% lo había logrado.
Actividad y ganancias en debate
Durante la primera jornada plena del Coloquio de IDEA, el titular de la consultora Abeceb.com, Dante Sica, afirmó que la economía de 2013 tendrá "más volumen pero márgenes de rentabilidad acotados" para las empresas. Sica consideró que los empresarios "ven una economía mejor en términos cuantitativos" sobre todo en lo relacionado al consumo debido a que "los argentinos atrapados en pesos tienen que gastar para que la inflación no los afecte".
Por su parte, el empresario rural Gustavo Grocopatel estimó ayer que el valor de la soja podría subir en 2013. "Hay un rango de precios en los mercados de futuros de 2013 que van de 500 a 600 dólares la tonelada de soja en Chicago, pero cualquier noticia mala en relación al clima va a hacer subir los precios, mucho más probable que una volatilidad hacia abajo", dijo.
Estado, empresas y trabajadores
Entre sus resultados, la encuesta de D’Alessio IROL/IDEA arrojó importantes indicios de cuáles serán para los empresarios los puntos salientes de la siempre tirante relación tripartita entre trabajadores, privados y el Estado. En sus consideraciones sobre qué aristas necesitan una mayor atención y representan un desafío para el período que viene aparecieron en primer lugar los salarios y la preocupación por el aumento de los costos en su actividad, mientras que al mismo tiempo la búsqueda de un mayor diálogo con los sectores gremiales bajó de un 43% de los encuestados en 2011 a tan solo un 24% en 2012. A su vez, el impulso de modificaciones en las condiciones de contratación llegó al 40 por ciento.
Entre las medidas estatales que se consideran apropiadas para promover la inversión en el primer semestre de 2013 se destacó el pedido de eliminación de "impuestos distorsivos”, ítem en el que coincidieron el 58% de los encuestados y, según Eduardo D’Alessio, el grueso apuntó al pago de impuesto a las Ganancias y el aumento de las cargas tributarias municipales y provinciales. En este mismo contexto, el 53% pidió política fiscal pro inversión, un 51% "clarificación de las reglas de juego" y un 34% recomposición de costos laborales.
Fuente: Tiempo Argentino