ENTREVISTA | RICARDO LORENZETTI
"Sin una ley, las causas de los jubilados se tendrán que decidir una por una"
Después de inaugurar el año judicial, una ceremonia que no se cumplía desde hace más de medio siglo, Ricardo Lorenzetti, titular de la Corte, dialogó con Clarín.
Antes de hablar del Poder Judicial, el aumento que el Ejecutivo anunció a los jubilados, ¿obedece o desobedece el fallo de la Corte de noviembre que ordenó actualizar un 88,6% el salario de un jubilado?
No puedo opinar porque no conocemos lo que va a dar el Ejecutivo. La sentencia está escrita. La Corte ya opinó. Pero una de las medidas importantes a tomar sería que las sentencias de la Corte tuvieran efectos para todos los jubilados. Cuando todos los juicios son iguales, no es razonable que obliguemos a la gente a hacer miles de juicios iguales. La Corte podría dictar una sentencia y decir: para todos los casos esto es igual.
¿Y por qué no lo hace?
No tenemos facultades. Pedimos al Congreso y al Ejecutivo que sancionen una ley, un artículo de una ley que permita a la Corte dar efectos colectivos a algunas sentencias.
Sin esa ley ¿tendrán que tratar caso por caso en los reclamos jubilatorios?
Claro. Sin la ley seguiremos caso por caso, que es lo que queremos evitar: hay que buscar soluciones prácticas que beneficien a la gente. A veces se dice que la Justicia tiene que ser más rápida. Pero a veces no tenemos facultades. Al margen que pedimos autonomía presupuestaria y facultades reglamentarias, pedimos políticas de Estado. Que nos pongamos de acuerdo los tres poderes y digamos: "Esto se hace". Creo que en eso estamos avanzando.
¿Quién maneja hoy el presupuesto del Poder Judicial?
Se decide en la Jefatura de Gabinete, todo. Desde un aumento de sueldo hasta el plan de informatización. En otros países el Poder Judicial decide sobre su presupuesto, entonces se invierte en tecnología, se equipa un juzgado. Y debemos pensar en las provincias, que además necesitan un presupuesto suficiente. De lo contrario un ciudadano del interior puede tener una calidad de justicia diferente del que vive en otra provincia o en Capital. Y la Ley y el Poder Judicial deben ser igual para todos.
Tal vez la gente siente que la Justicia funciona mal, o lenta, no por falta de dinero. Hace poco el padre de un chico muerto en Cromañón renunció a ser querellante y lo hizo en términos durísimos hacia la Justicia.
Hay que discriminar. En general, eso ocurre mucho en materia penal. La Justicia argentina funciona bien en muchos temas de derechos humanos, jubilaciones, comerciales, civiles. En la Justicia Penal hay otros condimentos. Debemos modificar el Código Procesal para que la justicia sea más rápida, más transparente el juzgamiento. Y los ciudadanos debemos respetar las decisiones judiciales, aunque no nos guste.
En la causa Cromañón la queja es que no se aplicó la ley todavía.
Es un caso de demora. Pero usted tiene una mega causa con cientos de actores y de abogados, de impugnaciones, de abogados que usan maniobras dilatorias. Así las causas se demoran muchísimo. Creo que hay que hacer un régimen procesal más ágil. Pero no es algo que tienen que hacer los jueces. Las leyes procesales tienen que ser de la nación y de las provincias.
¿En qué estado está el "enfermo" Poder Judicial?
En términos de derecho comparado, no está tan mal el Poder Judicial argentino. Tampoco seamos negativos. Somos reconocidos internacionalmente por lo hecho en delitos de lesa humanidad, en materia ambiental, en derechos de la mujer. Pero la demanda judicial que tuvo la Argentina no ha ocurrido en muchos países. Sólo del corralito llegaron doscientas mil causas. Lo que debemos hacer es organizar bien el sistema, trabajar en la gestión y en la informatización. Una tarea enorme, pero tampoco estamos en una situación extremadamente mala. No es algo que no se pueda hacer. Muchos países lo han hecho. La gente ya no no quiere declaraciones que después no son efectivas. Hay que tomar en cuenta los reclamos de la ciudadanía, y los tres poderes del Estado tienen que obrar en conjunto y rápido.
Parece que usted intenta "llevar la Corte a la calle", escuchar a la gente, habló de instituciones que no tienen que encerrarse en sí mismas
No olvide que yo vengo de afuera del Poder Judicial. Toda mi vida lo vi como un ciudadano común, desde la platea. Ahora, en el escenario, hay que acordarse lo que veía desde la platea. Y hay que involucrarse para que las cosas cambien. Uno de los grandes dramas de nuestro país ha sido que nos hemos quejado, pero no nos hemos involucrado. (CLARÍN)