Sube el gas para la clase media y alta, pero baja el precio de las garrafas
El Gobierno anunciará hoy un subsidio de $ 550 millones al año para las garrafas. El envase de 10 kilos del gas que usa la gente más pobre pasaría a costar $ 16, contra los hasta $ 40 actuales. ¿De dónde saldrá el dinero? Del bolsillo de los usuarios residenciales de clase media y alta, del de comerciantes e industriales. Son sectores que tendrán aumentos de tarifas para hacerse cargo del subsidio, pero también para mejorar los ingresos de las petroleras, de los dueños de los gasoductos y de las empresas distribuidoras Metrogas, GasNatural o Camuzzi.
Un gesto oficial para achicar el impacto político del aumento del gas será segmentar a quiénes llegan los ajustes tarifarios. Es que el alza dejará afuera a familias que consuman menos de 500 o 600 metros cúbicos de gas al año, lo que equivale al uso de cocina, calefactor y termotanque. Es el perfil de la clase media, dicen en el Gobierno. A partir de ahí, los aumentos serían progresivos. Del 10% para los que consuman más de 500 o 600 metros; del 20% para quienes usen más de 1.000 metros, y de 30% para quien consume más de 2.000 metros, en promedio.
La suba del gas fue negociada con las distribuidoras, las transportistas (TGN y TGS) y las petroleras que extraen el gas. Pero el Gobierno puso como condición para aprobarlo que los privados lograran bajar las garrafas. El debate en el sector llevó más de dos semanas, y ayer al mediodía se cerró un acuerdo. La intención oficial es anunciarlo hoy, a las 18, con un acto en la Casa Rosada presidido por la presidenta Cristina Kirchner.
La solución que diagramaron los privados con la Secretaría de Energía es que parte del aumento tarifario que estaba destinado a mejorar los ingresos de las petroleras y de los productores de gas licuado (Mega, Refinor, las refinerías de combustible) vaya a un fondo fiduciario. Y de allí salga el subsidio para las garrafas. Parten de un costo de venta de $ 25, que es inferior al precio que hoy mayormente pagan los consumidores. Y aseguran que los fraccionadores de garrafas recibirían un subsidio de $ 5,50 por cada envase, en tanto que los distribuidores se harán de $ 3,50 por cada una. Y las partes se comprometen a vender la garrafa a 16 pesos.
El total del subsidio a las garrafas sumará $ 550 millones al año, estiman en el sector privado. Y este subsidio se crea justamente cuando el Gobierno ha planteado, a partir del Presupuesto 2009, que ahora empezó el tiempo de reducir los subsidios.
Entre los productores de garrafas se destaca que, sin embargo, el subsidio puede ser excesivo: de las 550.000 toneladas anuales de gas que se venden envasados, sólo 200.000 toneladas son usadas por familias de bajos recursos. El resto son hogares de clase media o más alta, comercios o industrias.
Hay entre 3,5 y 4 millones de hogares que usan garrafas. Y unos 6,5 millones que tienen gas de red. Sumando los exceptuados al aumento y los usuarios de garrafas que tendrán rebajas, el Gobierno podrá decir hoy que casi la mitad de las casas de familia o no tendrán aumentos o pagarán menos por el combustible. (CLARÍN)