Trabajadores del sector granario exigen aumentos salariales

La Unión Recibidores de Granos de la República Argentina (URGARA), entidad que agrupa a trabajadores del sector granario, bloqueó y paralizó ayer por más de 10 horas el acceso a distintas terminales portuarias de Rosario en el marco de los reclamos salariales y de mejoras en las condiciones salariales de los trabajadores.

La medida de fuerza, que había comenzado a las tres de la madrugada, se levantó pasadas las 13 horas porque “los empresarios se comprometieron a reunirse mañana (por hoy) con nosotros para encontrar una solución al problema de los trabajadores”, comentó el secretario general de la entidad, Pablo Palacios, en diálogo con El Enfiteuta, “desde febrero se venían negando sistemáticamente a dialogar”, agregó.

Palacios estimó que “es posible que se llegue a un acuerdo” en la reunión de hoy que se llevará a cabo a partir de las 12 horas en la sede porteña de la Cámara de Puertos Privados y el Centro de Exportadores, pero si por la vía del diálogo no se llega a destrabar el conflicto “los trabajadores están dispuestos retomar y extender las medidas de fuerza a otros puertos del país”.

Las protestas impidieron el funcionamiento general del puerto y afectó a las empresas Cargill, Bunge, ADM y Toepfer, con las que URGARA mantiene reclamos salariales. “Estas empresas fueron las más beneficiadas con las políticas económicas de los últimos tiempos pero, a pesar de ello, nunca reconocieron nuestro importante rol como generadores de divisas”, disparó el gremialista.

El gremio considera que las cámaras del sector pueden otorgar recomposiciones superiores a la pauta fijada del 19,5%. “Hoy un salario promedio mensual de un recibidor representa 3 toneladas de trigo o 2 de soja, cuando en la convertibilidad se necesitaban entre 8 y 10 toneladas”, explicó Palacios, “pedimos un básico acorde con la realidad del sector las empresas se niegan y engordan sus ganancias a costa de nuestro trabajo en una actividad superavitaria, en el marco de una constante práctica antisindical”, agregó el secretario.

Los trabajadores del sector granario se encuentran contemplados por distintos convenios de trabajo de acuerdo a sus funciones: convenio de acopio (se encargan de recolectar los granos en los acopios de todo el país), convenio de puertos privados (reciben los granos de los acopiadores y mantienen los granos en condiciones hasta su embarque en los barcos) y convenio de exportación (son los que se encargan de certificar la calidad de los productos).

La semana anterior, el dirigente había denunciado a través de un comunicado de prensa que estaban “en la puerta de un conflicto nacional de toda la cadena de comercialización granaría debido a la voracidad de los grandes grupos multinacionales a los que no les interesa establecer un marco de actividad transparente y menos mejorar el poder adquisitivo de los que movilizamos con nuestro trabajo toda la actividad”.

En esa oportunidad, URGARA había denunciado a multinacionales Glencore, Moreno, Cargill, Bunge, Nidera, Dreyfus, entre otras, por concentrar monopólicamente las ramas de la actividad. “El paro agropecuario de las entidades del campo desnudó también la concentración que existe en la cadena. Por eso nuestros reclamos trascienden también las cuestiones salariales y plantea la necesidad de nuevas normas de control a las ahora existentes. Hoy la Argentina debería nacionalizar el comercio exterior y recrear una nueva Junta Nacional de Granos”, destacó.

Al reclamo del aumento salarial, la entidad suma la pretensión de llevar la jornada de trabajo a seis horas por las “características insalubres y peligrosas de la actividad”, y a “restablecer” los controles en toda la cadena comercial, con intervención de los recibidores de granos y/o peritos clasificadores con título habilitante, “situación que hoy no existe”.

La entidad acusó a la ONCCA y el Senasa de cumplir funciones “recaudatorias” en desmedro del control que deberían ejercer sobre la actividad. “Pagamos anualmente 300 pesos a la ONCCA para registrarnos y habilitarnos a trabajar como peritos cuando debería ser gratuito. El grueso de los trabajadores no se registran por el costo y porque no existe un marco normativo con incumbencia que lo contenga. Sin respuestas a nuestra batería de reclamos, vamos a medidas de acción directa en el corto plazo”, destacó el dirigente sindical.

Según información suministrada por la entidad, URGARA agrupa a más de 4.000 trabajadores que intervienen en la cadena de comercialización granaria, verificando y determinando la calidad del grano, los cereales y los subproductos.

Se trata de peritos clasificadores de cereales, recibidores de granos, auxiliares, balanceros, sacamuestras y laboratorista, que realizan tareas en plantas de acopio, acondicionadoras, molinos, terminales portuarias y compañías de control de todo el país. (EL ENFITEUTA)