PYMES AL DÍA | ENTREVISTA A JORGE DRIMER - TITULAR DE LA EMPRESA MICHAEL THONET

"Tuvimos la visión de reconvertirnos en fabricantes"

Michael Thonet es hoy una de las más tradicionales firmas de importación, fabricación y venta de muebles. Sus clientes pueden acceder a sus creaciones de diseño en tres puntos de venta: dos en la Ciudad de Buenos Aires (Av. Belgrano 2780 y en el Buenos Aires Design), y otro en el shopping Norcenter en Vicente López. “Comenzamos con diseños italianos con los que nos sentíamos identificados -sostiene Jorge Drimer, su Titular- y paulatinamente fuimos incorporando diseños nacionales, siendo ésta una apuesta fuerte actualmente en el plan de negocios de la empresa”.

¿A qué se dedica la empresa?

Michael Thonet es una empresa que fabrica muebles en madera para viviendas, con diseño contemporáneo. Adicionalmente, importa la clásica línea de sillas y sillones Thonet.

¿Cuántos empleados ocupan?

La planta industrial está localizada en Villa Martelli, provincia de Buenos Aires, con una superficie útil de 3.000 m2. Contamos en total con un plantel de 55 personas, de las cuales 37 están afectadas a la producción.

¿Cómo es el nivel de calificación de sus empleados y sus técnicos? ¿Qué conocimientos requieren? ¿Desde la empresa qué importancia dan a la capacitación de los mismos?

Los operarios de fábrica están calificados desde medio-oficiales hasta oficiales especializados. Requieren distinto tipo de habilidades de acuerdo a la parte del proceso de producción en el que estén involucrados. Los productos realizados con placa son procesados por nuestro diseñador industrial mediante programas especiales de computación, pasándose luego al lenguaje del programa del centro de trabajo computarizado.

Realizamos continuamente programas de capacitación del personal de fábrica y también del personal de ventas. En tal sentido, participamos de los subsidios otorgados por la SEPyME, que permiten compensar el costo de los mismos mediante el crédito fiscal del IVA.

La producción está organizada con las técnicas más modernas de programación y control de cada uno de los procesos. Los operarios marcan en sus respectivas planillas las cantidades efectuadas y los tiempos utilizados, recibiendo mensualmente premios por eficiencia en el rendimiento.

¿La empresa ha desarrollado innovaciones y tecnología propia?

Michael Thonet se inició como importadora hace treinta años, y tuvimos la visión, en 2001, de reconvertirnos en fabricantes. Le imprimimos al proceso un ritmo bastante acentuado, incorporando permanentemente tecnología de punta. Comenzamos con diseños italianos con los que nos sentíamos identificados, y paulatinamente fuimos incorporando diseños nacionales, siendo ésta una apuesta fuerte actualmente en el plan de negocios de la empresa.

La producción se efectúa mediante una integración vertical completa, desde el ingreso de los rollos de madera aserrada del monte misionero y que secamos en nuestro propio secadero, hasta el acabado del producto final en cabinas presurizadas. Es una constante para nosotros la incorporación de nuevas y mejores máquinas. La más reciente ha sido una pegadora de filos que hemos importado de Italia, financiándola en un 70% con un crédito de la FONAPyME.

La empresa cuenta con más de 50 modelos de sillas y sillones de propia producción, y una amplísima variedad de mesas, unidades de pared, vajilleros y accesorios. Tenemos como foco la mejora continua de la calidad de los productos y la innovación permanente siguiendo las actuales tendencias del diseño internacional.

El impulso al diseño argentino lleva varios años, habiendo comenzado con un Concurso Nacional de Diseño de una silla de madera, en 2006. Desarrollamos junto al reconocido diseñador Ricardo Blanco, la butaca Thon-ba, una reinterpretación de la clásica butaca Thonet, que se exhibió en el pabellón “Industria y Trabajo: Orgullo Nacional” de Tecnópolis. Otra de las acciones que desarrolla la firma es el ciclo “Vidrieras de diseñadores argentinos”, que comenzará en septiembre en el local insignia de la firma en el shopping Buenos Aires Design.

También desarrollamos la línea Park, del diseñador Juan Serrano, que fue galardonada con el Sello de Buen Diseño del Plan Nacional de Diseño. Para ello hemos accedido al subsidio del PACC (Programa de Apoyo al Crédito y la Competitividad otorgado por la SEPYME)

Sumándose a la serie de acciones de apoyo al diseño nacional, recientemente lanzamos el ciclo “Vidrieras de diseñadores argentinos”, donde invitamos a diseñadores nacionales a ocupar una de las vidrieras del local insignia en el Buenos Aires Design. Para la primera experiencia, ya se puede ver desde noviembre, convocamos a Patricio Machado, cuya firma El Catango desarrolla muebles en madera de lenga en la ciudad de San Martín de los Andes.

¿Cuáles son sus principales clientes?

Nuestra estrategia actual es la venta directa al consumidor final, efectuada a través de nuestros tres puntos de venta: dos en la Ciudad de Buenos Aires sobre Av. Belgrano 2780 y en el Buenos Aires Design, y el otro en el shopping Norcenter en Vicente López. La venta corporativa se efectúa en forma muy medida, para no perjudicar el cumplimiento a las compras de nuestros clientes.

¿Cómo es la competencia en su rubro? ¿Cómo están posicionados en el mercado interno?

Estamos posicionados como una empresa con foco en el diseño y la excelencia en la calidad de los materiales y terminación de los productos. Informamos al cliente acerca de los detalles de los mismos para que puedan compararnos con los competidores que producen diferentes calidades y precios, y puedan efectuar su elección no sólo en forma emotiva, sino con la racionalidad de saber conocer las diferencias.

¿Cómo nace Michael Thonet? ¿Es una empresa familiar? ¿Cómo ha sido su evolución a lo largo de su historia de vida?

Michael Thonet es una empresa familiar, nacida hace 30 años. En esa época era uno de los negocios que manejábamos. Comenzamos importando de Brasil, comercializando con un pequeño local y distribuyendo a mueblerías del interior. En la década del ‘90’ incrementamos la actividad exponencialmente, importando de distintos países de Europa (Italia, Croacia, Polonia, Rumania, Checoeslovaquia) y Asia (Malasia, Taiwán, Singapur). En nuestra evolución importamos también partes de sillas que ensamblábamos acá, dándole además la terminación de acuerdo a requerimientos del cliente. Hasta que llegamos al crucial 2001.

¿Cómo han sorteado la crisis de 2001?

Hasta el año 2000 éramos 100% importadores. En el año 2001 y analizando lo endeble de nuestra actividad por las precarias condiciones de la balanza de pagos del país, adquirimos cuatro máquinas mediante un leasing y comenzamos nuestras primeras armas en la fabricación. Cuando nos sorprende la crisis, pensamos que cada una de éstas trae nuevas oportunidades, y en este caso era el enorme espacio dejado por los productos que el país ya no podría importar en forma inmediata. Decidimos efectuar un giro de ciento ochenta grados y dedicarnos a la producción. A medida que realizábamos los stocks de productos importados, comprábamos maquinaria que nos permitía reemplazarlos y crecer. Uno de los problemas a resolver era el diseño de las sillas. Logramos un acuerdo con uno de nuestros principales proveedores, la fábrica italiana Billiani 1911, que habían obtenido numerosos premios de diseño, para producir los modelos que ellos iban presentando en el exterior. El acuerdo continúa vigente y es la fuente de muchos de los modelos que presentamos.

¿Qué decisión a lo largo de la historia de la empresa, usted juzga que les resultó exitosa, que fue un gran acierto?

A juzgar por los resultados y por la satisfacción que nos produce formar parte del proceso productivo, la reconversión de importadores a fabricantes fue una importante decisión que significó un antes y un después en nuestra historia. Cuando nos compran un producto se está generando trabajo en el país, lo que nos produce un entusiasmo adicional.

Otra decisión acertada fue concentrarnos en la venta directa al público, y canalizarla con importantes locales situados en los principales puntos temáticos de venta de muebles.

Le debemos un reconocimiento especial al Banco Credicoop que nos ha acompañado en este proceso. Con su apoyo pudimos adquirir el inmueble de nuestra fábrica, y posteriormente el local de la Avda. Belgrano. Hemos accedido a créditos bajo diferentes formatos, desde financiaciones operativas hasta leasings para la compra de maquinarias. Es el ejemplo de una institución que apoya a la industria aunque les sea menos rentable, en lugar de volcarse a la rentable financiación de tarjetas de crédito, como tantos bancos conocidos.

¿Realizan ventas al exterior? ¿Cuáles son sus principales clientes?

Hemos efectuado limitadas ventas al exterior. Fueron exitosas, pero se cortaron debido a la asimetría entre la inflación en el mercado interno y el tipo de cambio.

¿Cómo les ha resultado la experiencia con el Concurso del Sello de Buen Diseño organizado por el Ministerio de Industria?

La experiencia ha sido más que exitosa, porque la dirección del Plan Nacional de Diseño del Ministerio de Industria, está conformada por gente joven muy comprometida y con un indescriptible entusiasmo. Y el otorgamiento del Sello del Buen Diseño nos hace sentir acompañados y reconocidos en los esfuerzos y la pasión que ponemos para efectuar nuestros desarrollos.

Certifican normas de calidad, ¿qué importancia tiene la certificación en el rubro muebles?

Estamos trabajando en la mejora continua con asesores especializados, con la idea de poder calificar para las normas ISO en menos de dos años.

¿Cuáles son las perspectivas de la empresa para el año que comienza?

Prevemos que 2012 pueda llegar con nuevas dificultades provenientes de la desaceleración del consumo. Pero continuamos pensando que seguramente traerá nuevas oportunidades, y nuestra misión como empresarios es detectarlas y aprovecharlas. Tenemos un ambicioso plan de negocios para el próximo año con asesores en diseño y marketing que no dudamos nos permitirá ascender un escalón más en nuestro desarrollo.