Twitter amenaza el liderazgo de Facebook

Twitter es la nueva corriente que sacude los cimientos de Facebook y que amenaza con desbancarlo. Por simplicidad y dinamismo, es el medio que utilizan los políticos en campaña, los astronautas en órbita y los músicos durante sus giras para "dialogar" con sus seguidores.

Este sistema de comunicación basado en mensajes de texto todavía no cumplió los 3 años pero es tan adictivo que este año superó los 7 millones de usuarios, después de registrar en su balanza un incremento del 1.400 por ciento.

Entre los usos más comunes están: seguir a líderes de opinión (Obama, Al Gore), leer y responder lo que otros "twittean", realizar encuestas, participar en charlas globales, conocer gente nueva.

Y si bien no existen reglas ni condiciones de uso, en Twitter se mezclan las funciones de blog con la interacción de las redes sociales y la mensajería instantánea. Algo que en la jerga informática se conoce como "microblogin".

El desafío consiste en describir en 140 caracteres lo que uno está haciendo en ese momento. A diferencia de Facebook, en donde hay cientos de rostros y enlaces a los que atender, la página de Twitter es de aspecto despojado. Apenas un cuadro de diálogo para ingresar el texto, y abajo los comentarios de los participantes. La única forma de mandar fotos es a través de un link. Otra a favor: no se necesitan muchos datos personales, aunque la información no está en castellano, sólo en inglés y japonés.

Una investigación de la consultora Nielsen reveló que el 42 por ciento de los visitantes tiene entre 35 y 49 años. Algo que contrasta con la edad promedio en MySpace (26 años) y en Facebook (27).

El elemento que le otorga movilidad a esta red de palabras es la posibilidad de agregar seguidores. La popularidad de una agrupación o de un individuo depende de la cantidad de discípulos.

Además de registrar los comentarios que genera la propia red, es posible averiguar lo que se habla en otros círculos, intervenir en esas charlas y, de esa forma, sumar otros seguidores. Pero esta adhesión no es recíproca. Si a uno no le interesan los comentarios de la persona que acaba de añadirlo a sus favoritos, no tiene obligación de incluirlo en su lista.

Los mensajes que se envían pueden ser públicos o privados. Para hacer referencia a un determinado usuario, hay que anteponer una arroba al nombre. Por ejemplo: "@nombre". También se puede utilizar la opción "replicar" desde el cuadro del mensaje. Y si la cuestión es confidencial hay que recurrir al DM o Direct Message.

Los micromensajes se pueden teclear desde la página Web (http://twitter.com), desde el teléfono celular, desde el programa (www.stocktwits.com) y también desde una aplicación que se instala en el navegador.(CLARÍN)