US$ 1800 millones de reservas de Brasil llegarán a la Argentina

Como el técnico de un equipo de fútbol diezmado, el ministro de Economía, Amado Boudou, busca cerrar su gabinete en medio de la ansiedad de los inversores, mientras se prepara para firmar un convenio que le permitirá sumar a la Argentina US$ 1800 millones en reservas contingentes aportadas por Brasil.

Encerrado en la compleja tarea de definir su equipo, Boudou recibió ayer al presidente del Banco Central, Martín Redrado, que le dio la buena noticia sobre el canje que se firmará con el ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, en la cumbre del Mercosur programada para el próximo jueves en Asunción. El apoyo funcionará como el firmado con China para fortalecer las reservas, aunque con una moneda que obviamente tiene menos relevancia internacional que el yuan.

En el encuentro entre Boudou y Redrado, calificado como fructífero por ambas partes, se habló también sobre el apoyo del Banco Central al Tesoro, clave en un contexto de mercados voluntarios de deuda cerrados para el país. En Economía prevén que el Central gire US$ 1500 millones el año próximo mediante adelantos transitorios. Negociarán duramente, como ya ocurrió este año, la transferencia de las utilidades de la entidad monetaria.

El Central volvió a hacer hincapié en la necesidad de mejorar las perspectivas del frente fiscal para que el país termine con superávit fiscal este año, frente a la fuerte desaceleración de los ingresos y a la suba constante del gasto.

La jornada de ayer fue particularmente difícil en términos de versiones para el ministro, que había prometido dar a conocer su equipo de colaboradores. Sin embargo, la única certeza fue una salida, la de la secretaria de Legal y Administrativa, Ofelia Cedola, una abogada muy cercana a la presidenta Cristina Kirchner, que sería reemplazada por Juan Guiñazú, un colega allegado a Boudou. Cedola partirá a la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) para ser "los ojos" de la jefa del Estado en el organismo previsional, luego de la salida de Boudou y su reemplazo por el joven economista Diego Bossio.

Con este movimiento inesperado, Boudou gana un espacio que a priori no contaba como propio y que suele ser vital para cuidar la firma de cualquier ministro de Economía. En cambio, los despachos de las secretarías de Finanzas y de Política Económica continuaban sin movimiento, pese a que ya pasaron 10 días desde el cambio de ministro.

Los nervios son especialmente sensibles respecto del futuro del área de Finanzas, dada su relación con bancos e inversores. Hasta ahora, sigue trabajando allí Hernán Lorenzino, que no recibió señal alguna por parte de Boudou.

En torno de esta situación existen dos especulaciones: que el ministro ya tiene un nombre, pero que no recibió el aval político para nombrarlo o que todos los candidatos que llamó rechazaron el convite. Más allá de las dos hipótesis, el ministro afirma que seguirá concentrado en trabajar en su agenda y anunciaría su equipo sólo el lunes, según sus voceros.

En tanto, la Secretaría de Hacienda parece ser las más activa del ministerio, ya que sigue a cargo de Juan Carlos Pezoa, de contacto directo con los Kirchner. Sin embargo, el taciturno funcionario tiene sus propios problemas para buscar a un subsecretario de Ingresos Públicos, luego de la renuncia de Cristian Modolo disconforme por el acuerdo que le otorga ventajas impositivas a la minera Barrick Gold en San Juan.

En este contexto, el ministro también buscó restarles importancia a las versiones referidas a su mal arranque en el Gobierno por no haber participado de la reunión de la Presidenta con los empresarios del Grupo de los Siete, el martes pasado. "Boudou estuvo ese día hablando cuestiones importantes con funcionarios de la embajada de Francia y el diálogo con los empresarios no está entre las claves de esta gestión", indicaron en Economía.

De hecho, empresarios que participaron de ese cónclave admiten que su interlocutor autorizado en el kirchnerismo es el ministro de Planificación, Julio De Vido, que se dice "amigo" de Boudou.(LA NACIÓN)