Una marca argentina de carteras que resiste la invasión china

Natalia Gofman y Jonatan Soae se conocen desde la escuela primaria. Una vez egresados se reencontraron por intermedio de una amiga, se enamoraron y en 2002 él le propuso casamiento.

En ese momento, nació el objetivo común de un mejor ingreso que les permitiera formar y sostener una familia. Ese objetivo se transformó hace siete años en Ribka, una empresa de carteras y accesorios que este año prevé facturar 2 millones de pesos.

Antes de iniciar el emprendimiento, Soae, licenciado en comunicación, trabajaba en un call center atendiendo las llamadas al 112. Gofman, publicista, combinaba un trabajo en un colegio con otro en una financiera.

"Con el 112 no podría sostener una familia así que me retiré con algo de plata y empecé a vender vinchas y cinturones. Compré al por mayor y salí con la valija por Quilmes, Lomas de Zamora y otros barrios del Gran Buenos Aires", relató Soae, de 33 años.

"Justo se produjo el auge de la bijouterie que empezó a verse en locales exclusivos para hebillas, vinchas y accesorios. Entonces, empecé a vender más y me decidí a fabricar por mi cuenta. Mi primer cliente fue Onda Shop, que me compró 400 vinchas", agregó.

El dúo armó una estructura simple de producción para arrancar en un mercado que desconocían por completo. "Comprábamos la tela y mandábamos a cortar todo a Once. Al principio estábamos solos. Yo pegaba las etiquetas mientras viajaba en el colectivo, era todo muy a pulmón", recordó Gofman, y agregó: "Después empezamos a ver que las carteras venían todas iguales y muy clásicas. Nos pusimos a navegar en Internet para conocer tendencias y vimos que podíamos hacer cosas diferentes porque encontrábamos telas divertidas".

Así, el dúo volvió a zambullirse en tierras desconocidas. "La verdad es que no entendíamos nada de carteras y así nos salieron las primeras. Uníamos dos pedazos de tela con manijas y salían cosas básicas, pero que a las chicas les gustaban y eran ideales para los locales de accesorios", dijo Soae.

Según precisó, Ribka tuvo dos etapas: la unipersonal, hasta 2003, y la SRL, desde 2007. Actualmente, trabajan en la compañía doce personas. La familia de productos también se fue ampliando y hoy incluye carteras, cinturones, bijouterie, billeteras y portacosméticos.

"La inversión inicial fue de 12.000 pesos, que juntamos con mi retiro y lo que nos prestaron. Por mucho tiempo reinvertimos todo lo que ganamos, pero crecimos y este año vamos a facturar 2 millones de pesos", apuntó el emprendedor.

Los productos están presentes en todo el país y próximamente cruzarán las fronteras. "Estamos con contactos en Chile y Uruguay. Ya les mandamos algunos productos para que los conozcan", dijo Gofman, que sobre la competencia china opinó: "Lo de China no está aggiornado a la moda a la argentina. Se coloca lo clásico y por eso no nos dificulta tanto. Además, también nos ayudan las licencias no automáticas que protegen a la industria nacional".

Colecciones

Ribka presenta dos colecciones al año, aunque parte de su secreto reside en la incorporación permanente de "nuevos productos para cada colección. Durante las temporadas se lanzan al menos 50 artículos".

Este año, la empresa proyecta abrir su primer local propio dirigido a su público tradicional: mujeres de 20 a 35 años, multifacéticas y que buscan estar cómodas y a la moda las 24 horas.

"Hicimos una prueba este verano y nos fue muy bien. Sabemos que hay competencia, pero tenemos la ventaja de renovar el stock en forma permanente y es difícil para los otros sacar tantos modelos", señaló Gofman.

Según apuntó, "trabajar en familia no es difícil. Nos complementamos, yo estoy en el área comercial y Jonatan se encarga de la producción y los equipos de trabajo". (LA NACIÓN)