Una persona con ingresos menores a 979,85 pesos, se puede considerar pobre

Ambos indicadores, que surgen de valuar las canastas básicas total (CBT) y de alimentos (CBA), respectivamente, a los precios promedios tomados por el organismo oficial de estadística para calcular la tasa de inflación, son los que se utilizan para determinar los bolsones de pobreza e indigencia en el país.

Para ello se los vincula con el nivel de remuneraciones de cada franja de la población, sean asalariados, como cuentapropistas y jubilados y pensionados.

Según esa metodología, en diciembre se habría verificado un nuevo recorte de la pobreza e indigencia, porque el promedio de las remuneraciones se elevó en algo más de 0,5%, en comparación con 0,1% que arrojaron dichas canastas de consumo básico.

Más aún en el caso de las variaciones interanuales, habida cuenta de que frente a una suba de la CBT de 2,6% y de la CBA de apenas 0,4% se contrapuso un salto de las remuneraciones de 22,9%, con un promedio bruto para el trabajador registrado de $3.050 (con la parte proporcional del aguinaldo), y de $810 para el asalariado en negro y también del salario mínimo que se ubicó en $1.200, mientras que el haber mínimo jubilatorio era de $690, al que se agregó en diciembre un adicional por única vez de 200 pesos.

No obstante, en el sector privado no comparten esos valores, porque no sólo sostienen que subestiman la suba de los precios de los alimentos, sino también porque creen que sobreestiman el aumento de los ingresos, más aún en los últimos meses donde en muchas actividades se recortó la jornada laboral y crecieron las suspensiones de las horas extras.(INFOBAE)